RISAS DEL MAR
El mar era azul, era plata, era verde, era añil. Era el soliloquio de la luz reverberando en el silencio.
El mar reía gaviotas, reía cuerpos desnudos zambulléndose, reía su gozosa brisa en los oídos.
El mar era la palma de Dios abriéndose en eternidades de espuma.
LLANTO DEL MAR
Aquella mañana el mar sufría. Agitaba con ira su cuerpo. Sangraba su espuma suicida por las rocas.
Y los peces lloraron sal.
El mar quebró su llanto en millones de gotas que aún resbalan por mis brazos.
LA OLA
La ola se acerca con sus brazos de plata, y mientras viene se va dejando un húmedo beso de eternidad.
Maite Sánchez Romero
Del libro "La naturaleza en el corazón", ilustrado y gratuito en pdf: La naturaleza en el corazón
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Poeta
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