Incandescente incisión
Son
Las
Llamas
Dolientes
Del corazón
Congelado y angelado
En
Tanto
Conmueven
A
Las
Cumbres
De los mínimos
Abismos.
Dolientes
Llamas
Asombrando la frescura
de los fondos olvidados
Elocuentes... ¡Las ausencias, inacabables!
De felinas pupas... Relampagueo perfumado.
Incisión. ¡Que late lato!. Los latidos.
El
Corazón
Incurable... ¡Roto el rato en la rotura rueda!
Rudo y raudo... Frenético el hierro candente
el mármol oleoso grita el rayo gotas... ¡Llueve luz! Luz, luz llueve y silencio en sombras
gime a la vida la mano del fino polvo cien mil voces las veces del tal vez siempre pudo ser.
En
La
Incisión
Incandescente
Las ventanas insaciables
Los momentos adolescentes
Las noches agitadas
Los vientos libres
Libran
Libros
Vidas
Llamas dulces centenares las mejillas
tiñen las pupilas brazaletes ensortijados
los tobillos embriagados
En
Los
¡Breves mares largos lagos!
Incandescente
Serpenteando la mirada
Incisión
El indomable idilio
Los años enterrados
En las plumas ardorosas... Las memorias tejen sus arañas corazones en las cumbres de los abismos
la frescura de las ausencias los mínimos rayos
inmensas gotas elocuentes en la mano en las ventanas agitadas de las puertas centenares...
Incandescente
Gladiadora la humildad
Arrodillando al tiempo
Por
Los
Anfiteatros
¡Que evapora!. Profunda llama la incisión.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez