Cual boya estaba la luna a mi anzuelo aparejada procurando en agua oscura mi sustento en la jornada.
Pescador, yo conocí, en la margen enfrentada, a una moza que de allí, con cautela me miraba.
Y tal como sauce verde di raíz a mi barranca, esperando muy paciente que pez o pasión, picaran.
Amarla, yo conseguí, pues consintió ser amada y tres veces más la vi y me juró que me amaba.
Mas enredó mi ilusión como entre juncos mi tanza y me llevó el corazón como si fuese carnada.
Nunca más la volví a ver a no ser en mi nostalgia. ¿Comprometida tal vez estaría, o desposada?
Ciertas noches me aproximo al borde de la cañada con el pobre anhelo mío de ver su faz reflejada.
Al ser un pez liberal que mis anzuelos burlara con mi pasión por solaz, del amor, mucho ignoraba.
Sauce mustio me torné ante el agua desganada, donde la luna es lo que es…
Sólo una boya olvidada.
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Poeta
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