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“Por la barranca enmarcada . . .”
Bendito Dios, el Eterno Padre que, cariñoso, compuertas abre brotando el agua, nueva alborada por el torrente de la cascada.
En su desplome se adhiere al río, los borbollones en desvarío causan estruendo, fragor, poder, la magia, hechizo, de un renacer.
Surgen espumas blancas fragantes, burbujas, pompas, frescas radiantes, en la corriente que bien contenta por la bajada recia, irredenta.
Va serpenteando en sus fugas locas chocando fuerte contra las rocas, mientras que el viento silba en concierto, musicaliza un destino cierto.
El medio ambiente y la ecología tornan realista la apología de vida, linda naturaleza, que nutre el bosque con entereza.
La flora emerge en aquel paisaje sin querer nunca saber de estiaje, así que viste muy colorida en sus dominios de orgullo henchida.
Toda la fauna feliz se encanta en la barranca del “río que canta”, el Cupatitzio, lugar sagrado del bello Uruapan enamorado.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Parque Nacional de Uruapan, Michoacán de Ocampo, México, a 21 de octubre del 2016 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Consumido, tatemado . . .”
Vulcano furioso está en su elemento, la flora, la fauna, sufren cruel tormento, de amarillo al rojo, naranja, el paisaje, fuegos encendidos son un nuevo traje.
Las llamas, sus lenguas, llegan hasta el cielo, el viento propaga así el desconsuelo, conjunto de troncos se pierde en la pira verdoso follaje calcinado expira.
El arder del campo invade el momento qué horrible concierto de “achicharramiento”, la tierra se queja su ser se estremece padece dolores, lo fértil fenece.
Tóxica humareda, fétida, se esparce, tizne, hollín, los gases, son de preocuparse, ya que se extermina un pulmón del mundo quedando a la suerte de muerte al segundo.
Las especies pasan al infierno en vida bramando de espanto emprenden la huida buscando refugio, infructuoso anhelo, los cuerpos regados se ven por el suelo.
Colinas y cerros todos desolados, el bosque panteón de árboles quemados que acaban en perchas de pie, fantasmales, pavesas, cenizas, fueron pastizales.
El fúnebre monte se vuelve maqueta de varas, tizones, la senda repleta de palos, carbones, zombis inquietantes sobre las laderas, hoy, posan flamantes.
Tal trance perturba la naturaleza, ecocidio enmarca la pena, tristeza, muy tétrico, inerte, luce el escenario, el drama es presagio de nuestro calvario.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 10 de agosto del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Tu corazón de ayarín, callo de vida . . . sin fin.”
Eres de madera dura Pichátaro sabia pura morena de la más fiel corteza color de piel.
Palo de doscientos años nudos, vigas, travesaños, fuiste troje, mora humana, bosque de vida lejana.
Morales tu pino acuña cabaña, agreste fortuna en Apúpato, tu casa, la ecología nos abraza.
San Pedrito, Michoacán, corundas, uchepos, pan, antigua agrietada vena “Nanita” cruje tu yema.
Pátzcuaro ribera asiento, duelas, zapatos, lo siento te piso calmo sereno levito sobre tu leño.
Tabla del lago cuarteada dejó atrás verde alborada, tus entrañas son destiempo termitas de otrora tiempo.
La vara se te ha secado más tienes cariño al lado de Lucía, Saúl, . . . glorioso, del “Pachorras”, “Perezoso”.
Tu corazón . . . de ayarín firmeza, tronco sin fin postes de vejez gozosa, de raja, astilla porosa.
El amor todo lo cura tu esencia el barniz perdura, sentí frío en el espinazo luego tu calor regazo.
“Nanita” te vi por dentro de tu alma muy adentro ya te estaba conociendo, salí, me estabas pariendo.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Desarrollo Ecoturístico Apúpato, Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 04 de julio del 2016 Dedicado a la Sra. Lucía Becerra Guerrero Reg. SEP Indautor No. 03-2016-092711430700-14
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Poeta
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“En la Barranca del Cupatitzio, . . . Dios, agua, vida, origen, dulce inicio.”
Meseta encumbrada, Dios así lo quiso, paraje del cielo, edén, mi paraíso, botón michoacano, la región más tierna, Uruapan bonito, primavera eterna.
Jícara esmaltada, ¡Río del Cupatitzio!, barranca, hondonada, al fin precipicio, que bello tan lindo Parque Nacional, purépecha sacra ecología cultural.
El bosque, sus plantas, ¡cosa más hermosa! olor de la tierra fresca “charandosa”, árboles, follajes, joyas inmanentes, el agua, las piedras, remansos, afluentes.
Un canal en calma rocío del candor, la compuerta se abre torrente de amor, cascadas que rompen frágiles cristales formando las ondas en los manantiales.
“Cola de Caballo”, venga “La Alegría”, “Catalina” riega su alma todo el día, “Copa de Oro”, “El Puente” de salto elegante, natura se muestra feliz y arrogante.
Líquido sonido, golpe de poder, que nos arrullan oído con tanto caer, correr, ¡“El Gólgota”, “Yerbabuena”, “Gandarillas”, toquen al son de tonadas, tonadillas!
Por el río que canta denme un si bemol color de “Arco Iris”, fiel espectro del sol, las truchas se bañan al compás de claves, bailan las ardillas, se entonan las aves.
Encinos y pinos, ramas bullangueras, plátano con hueso, sedosas verdes higueras, blanco carbonato tomo “cebadina” rica, efervescente, garganta se afina.
Fuente “Los Espejos” que un venero emana, cuento los chorritos que “Eréndira” hermana, Mural de Mapeco húmedo y silente arte de un artista que admira la gente.
Burbujeante pila es la “Del Tornillo” que hace las delicias de todo chiquillo, es “Janintzitzic” tersa “flor de lluvia”, repicar de gotas la nube . . . diluvia.
Su “Velo de Novia” escurre y salpica el cauce, el caudal ya se magnifica, “Cola Pavo Real” de plumas muy finas, fluidos transparentes parecen cortinas.
Senderos sinuosos que están bien trazados, kioscos, escalones, chulos empedrados, calzadas “De Sapos, “De la Media Luna”, puente “Del Recuerdo” del cariño es cuna.
Vengan visitantes, “Los Recién Casados” que se quieran mucho “Los Enamorados”, cuidar medio ambiente es imperativo que luzca, que brote, su ser reflexivo.
“Camelinas” finas, flores bugambilias, un paseo precioso para las familias, bendición de un Fraile su fe sangre que arde, “Rodilla del Diablo” que se fue cobarde.
Allá, en lo más hondo, en el confín profundo arriesgando todo conquistando el mundo, se va el clavadista tras de la moneda exponiendo vida borbollón lo enreda.
¡Qué baile, qué dance, mi “Juaquiniquil”!, musical su brisa de copa gentil, es culta la guía del hombre maduro, prepárate niño es tuyo el futuro.
Jabonosa espuma, “Cutzi” solo hay una tan blanca brillosa como la fortuna, veo las espirales de los remolinos siento el fresco viento . . . de nuestros destinos.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Uruapan, Michoacán, México, a 16 de noviembre del 2012 Dedicado al mejor guía, Jesús Reyes Rodríguez Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
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ME GUSTA MI SILENCIO EN EL BOSQUE... Autor: Fedor Sologub Rusia 1863 - 1927 Nació en San Petersburgo. Fue poeta, cuentista, novelista, dramaturgo, teórico del simbolismo. En 1884 aparecieron sus primeros versos en la revista "Primavera".Su novela más importante: "El duende". Publicó dos novelas más, "Más dulce que el veneno" y "La leyenda creada". Esta obra es traducción en la Versión de Jorge Bustamante García
Me gusta mi silencio en el bosque...
Me gusta mi silencio en el bosque Y en la oscuridad de las noches El balanceo tenue De las ramas pensativas. Me gusta el rocío nocturno Extendido sobre los prados Y la humedad de los campos Cuando despunta el día. Me gusta al amanecer El fresco delicioso Y el fuego tardío y pálido De las hogueras de los pescadores. Es entonces cuando el sosiego Ya no me abandona Y ya no me importan las angustias Del día que pasó. Callo dichoso Ante la vastedad campestre Y en una mirada estelar Abarco todo el mundo. La neblina me cubre Mientras me entrego a mis sueños Y bajo este espejismo mágico Me extravío por los campos.
15 de agosto de 1896
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Poeta
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POR LA INANIDAD INCALIFICABLE (Neosurrealista)
Un camino corría con sus zapatos enlodados y el bosque reía a lo lejos en un escenario de cuentos, pasando una neblina sobre sus pasos. Su nombre era un adiós al futuro, un paisaje idílico de praderas floridas que entraron en la prisión del río a lomos de un salmón, en el transcurso de la cacería del humo que alado corría incluso la distancia más pequeña, y en su mano destellaba un peine de plata deseoso de encender el fuego, compuesto de cuatro trenzas que brillaban bajo la luz de una luna apagada por el verde sedoso del nuevo lago.
No podría calificarlo, pues estas pruebas son el botín de las contiendas del torrente caliente con las laderas de las montañas, donde la niebla se refugia, e interpreta a su modo el estilo rojo del año que vuela con la noche que lleva dentro.
Del mismo modo, se baña la hipocresía como al sanitario de los elefantes que predican a las hormigas de su pequeñez, en la intimidad de las cuevas con sal fina y nuez moscada.
En este caso, se debe escurrir inmediatamente el agua, y retirarla una vez cocida, pero puede agregarse una pizca de azúcar para el olvido. Luego, se debe pensar en la nueva estrategia cuando las dos partes rivales, acumulan polvo y demasiada espuma.
En otras palabras, para pescar gatos hay que pensar como ratones, con las luces verdes del puerto parpadeando en la estela del bote, con cinco langostas conservadoras de las nubes en las comunidades rurales, con la fotosíntesis intensificada del ganado asustado, y moviendo los acontecimientos sísmicos con un corte en zigzag con respecto al faro de los primeros exploradores, influidos por las condiciones atmosféricas de la última década.
Por otra parte, distintos ensayistas, han tocado el tema de los tres cuerpos, presumiendo que no son auténticos como entidades separadas de su ambiente, y a pesar del antagonismo de los conceptos metafísicos al abrir el tórax, y medir la estatura de las pesadillas azules.
Sin embargo, por la piedra que conversa con su edad enrojecida, guardando el frío junto al violín de noche, y con el otoño que ríe, y es- tremece al viento que cae de la última ilusión hecha polvo, que nieva por las mañanas como el racimo de uvas ligeras entusiasmadas con los lagartos, y llevando los caballitos de madera en un puñado de tierra, hechos con imanes de cristal líquido casi mil veces más escaso que el oro del toro, y del pico que piensa tener una vieja oruga tan suficientemente grande como para poder extraerlo sin complicaciones.
¡Vaya inanidad!. La estatura cambia con los grandes disparates de esplendorosa envergadura que se desprende fácilmente, con el ritmo de la innovación tecnológica en las plantas mutadas que no estallan al madurar, en pequeñas pandillas errantes de recolectores, en las excavaciones que no han desenterrado la virtud que brinca en los bolsillos, y toman fotografías incontables en lo alto de la colina considerada impetuosa... Pues bien, sabemos que muchos tienen un lado verde, y por eso se debe cuidar el medio ambiente, y regresarlo con todas las latas en el entramado de ríos conscientes de su responsabilidad, y en la distribución de fuerza de frenado, con bocinas y aire acondicionado automático.
Así que, los benefactores deben conocer sus límites, y pensar tan lento como sea posible, evitando la protección contra los rayos del vidrio ultravioleta, en los magnetos de samario que pueden soportar el calor intenso que sirve para protestar por la toma de tierras, según la mayoría de los cálculos de los consumidores de cupones para teléfonos celulares gratuitos, y en el curso de la revolución neolítica, según lo muestra a luz solar en la obscuridad, que evita a los usuarios pensar con lámparas de plástico y queroseno, en la nueva industria de las hienas donde se promueve este tipo de colorante.
En fin, el secreto de las serpientes no es fácil de encontrar, aún con las moléculas mortales en la punta de la nariz, donde las grandes victorias enmarcan una columna decorada con un zorro alargado, justo después de la minera del hielo, generalmente inofensivo cuando no se piensa en ello, y mucho menos en cambiarlo. Como bien lo demuestra este escrito de ocho carriles con poco tráfico, pero mucho humo para entenderlo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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SEÑUELOS
¿Quién hay qué vivo en sus sueños no respire con las nubes cobijado y latiéndole una almohada?.
Párpados balsa son, mis noches mares, donde navegan flotando, campanas tocando el silencio.
¿De quién somos, sueños, en ésta burbuja viviendo, tejiéndole olas al bosque?.
Piel alada fue, mi día perenne, donde saboreaba vuelos, submarinos acariciando el canto.
¿Soñamos acaso los sueños, despiertos los dioses dormidos, en una fugaz esperanza?.
Sueños poesía son, hermanos nuestros vivires, donde despiertan libres fuerzas, celestiales cincelando el alma.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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TRISTEZA ANTE MI CHOZA DERRIBADA POR EL VIENTO DEL OTOÑO.... Autor: TU FU Poeta Chino (712-770)
En el octavo mes del otoño el viento aúlla con cólera y se lleva en torbellino el techo de paja de mi choza. La paja vuela, cruza el río, se extiende por las
márgenes. La que vuela más alta se queda suspendida de las
ramas del bosque, la que vuela más baja cae girando en el patio. Los niños de la aldea del sur se ríen de la
impotencia de mi vejez. Tienen la audacia de venirme a robar delante de
mis ojos. Sin disimulo arrancan la paja y huyen a través de
los bambúes. Les grito hasta que se seca mi boca, pero de nada
sirve. Entro de nuevo, suspiro, me apoyo en mi bastón. El viento cesa bruscamente, pero las nubes siguen
amenazantes. El cielo del otoño calla, se oscurece en la noche que llega. Las colchas y sábanas son usadas y están duras como hierro, los niños, como les repugna acostarse en ellas, las han roto a patadas. Todos los lechos están húmedos, ni un sólo rincón
quedó seco, las piernas me duelen, sin poder estirarlas, me aflijo, me lamento, no puedo cerrar los ojos. La noche es larga y húmeda. ¿Cómo la pasaré? Si se pudiese construir una mansión con miles de
cámaras, tan inmensa que protegiera a todos los que tienen
frío, todos tendrían la mirada más dulce. El viento y la lluvia nada podrían contra ella, sería sólida como una roca. ¡Ay!, ¿cuándo llegará el momento de ver aparecer
ante mis ojos esa casa? Mi choza está derribada, moriré con el frío que entra. Poco importa.
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Poeta
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Ya temporal
Mil mundos miran un vacío Miran mil mundos Un vacío ¡Del cielo ausente bajo la vista!
Un tigre Ya no vuela sin quejarse La hoja del otoño amarillarse Atigrado y celeste al pasto ¡Cierra la voz al bosque! Mirando melancólico al río A lo lejos vuelo emplumar
Copo a copo sobre la falda Extinto el volcán De ese día El tigre miró En su vacío mil mundos ¡Ausente!___Bajo el cielo
Y Sin quejarse La hoja de mil otoños El Tiempo Pasa Y Pasa Sobre Sí Mismo ya... Ya en la eternidad...¿Qué es?
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SIN TRASPILLARSE
Cuando la lira triste queda. Por el solemne escarabajo arriba. Al rigor de verse aprisa apresa. Al barco del no volver. Las huellas duerme escondiendo. Al arrecife blando. Al inoportuno bosque coronado. Del edén que se repite cruel.
Cuando La Lira Triste Queda Alcanza de la cumbre al campo En la muchedumbre
Iluminando las palabras obscuridades. Aquéllo... ¡Qué adormecido sube y atraviesa!. Tan frecuente al cielo insomne. El valle estrecho presuroso. ¡Qué preside al momento culminante!. Ambrosía del amor sólo, sólo ambrosía. La eternidad, del sin embargo, breve. Diáfana la pobre mesa mece al hambre. En el perfume pequeño parecer. Ambrosía del amor solo ambrosía. ¡Aunque fuese ficción pequeña!. Y en los años, historia, hogaño. ¡Esperará!___ ¡Oh, sí qué sí, en la templanza!. Porque la luz nunca verá su sombra. ¡Más perdida la situación sufrida menos!. Aún descansa de la mejor tormenta. ¡Qué cae de la miseria ciega!. De los círculos qué escandalizan. ¡Por lo qué esto fuera si hiere!.
Una vez... La calma rauda ruede. Con soltura. En la estatua curiosa del verano. ¡Dónde la vereda se olvida!. En la resistencia sin figura. Cuando La Lira Triste. Queda ¡Los anónimos pintan cíclicos!. Y las calles por conocer acechan.
Al estanque del anhelo. La lira del claustro. ¡Renacida!. Y entre las escarchas que maduran. ¡Exigentes!____ El silencio mudo grita. Fugaz rama del pañuelo. Elaborando bárbaras carencias.
¡Siendo entonces lo qué había sido!. Del comienzo con gran fuerza. ...Distinto el alto fondo...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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