FANTASMAGÓRICO
El fantasma, dormido, se vistió.
Con los recuerdos...Semillas de mandarina.
En las sábanas remuneradas.
En las historias en almíbar.
¡Despidiendo los gajos en tandas!.
Antes de...Subir...¡Ala rueda!.
De la fortuna en la espalda.
Al compañero duende.
Fan-Tas-Ma-¡Górico!.
La primera parte mínima de luz,
vendrá demasiado a pausas,
en un minuto frío,
encendiendo.¡Fantas__Ma__Górico!
Con el ritmo, dedos de fruta.
De acuerdo a la bolsa vendedora.
Girando atrás un rehilete.
Un boleto al patio empaquetado.
Lo suficiente para comprar.
La única carta conmovida.
Fantasmagórico.
Cada campanada un recuerdo.
Al morir obscuro del ruido,
la tintorería de intermitencias,
metálicas ballenas a pocas cuadras,
redoblando, réplicas, de arrullos,
fantasmagóricos.
Una fracción del azar.
Estaba disfrazada de sueño.
En las piernas del vértigo.
Cauteloso el aliento en garrafas.
Fantasmagórico.
Al ritmo de los rincones balanceando.
Al inconcebible pensamiento grueso.
Al cansancio, pantanoso, bifocal,
penetrando al tiempo, verdadero,
fantasmagórico.
Haciéndolas caminar vestidas.
Sin ropajes de azúcar.
¡Con desaforadas esperanzas!.
Sin moribundas preguntas.
Con desafiantes guitarras.
Fantasmagórico.
Con el vestidor sollozando insistente,
en la esquina de la escena un trapo,
rechinaba de hojalatas amoratadas.
¡Amarguras encaladas flotando!.
Haciéndolas almohadas curiosas.
Cuidadosa la sonrisa en bolsas.
¡Por la insistencia!.
De los naranjales al hombro.
¡Del duende...Qué nunca fue!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez