Poemas :  Melindrosas otoñalidades
MELINDROSAS OTOÑALIDADES

Bandadas con las nubes luchan los gusanos,
labrando enredaderas en lágrimas de otoños,
en la piel de crucifijos acaparados.
¡Sin música, sin blusa, gota a gota!.
En la sal que vuela y muerde.
Y clava miel en las canciones.
Y taladra tempestades atronadoras,
en las hachas del geranio un cristal,
una parcela de viento,
una flor dormida,
una sonrisa palpitando.

¡Otoñalidades de ímpetu ímprobo!.

Con la esperanza caduca de altiva princesa-
En la brizna rojiza que brinda enramada-
Al oído de los caballos plateados-
Ingrávidos sutiles gentiles alados-
¡Caudales enterrados con barras de hierro!.
En la gratitud esquiva del sediento pergamino.
En tres trenzas añadidas, espuelas, espolones.
¡Con un suspiro acostumbrado a esconderse!.
Atando el bosque a la espuma enmascarada.
Por aquéllo... Del olvido del huerto del júbilo.
Por aquéllo... Del cuerpo hierbabuena cayendo.

¡Melindrosas flagelando bagatelas!.

Otoñalidades robóticas del vendaval.
Amores esterilizados del complemento.
En las abejas de asuntos azules ligeros.
En los cilindros groseros del ajetreo.
Las ruedas los rieles las pompas los barros.
Las dádivas los encajes las risas los sueños.
Por esas humedades del encorsetarse.
Al derramarse al entenebrecer enrojecido.
El océano paralizado por el oleaje dócil.
Al derrumbarse las cascadas bajo el lecho.
¡Con las nubes en una gota... Otoño a otoño!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Memorias del humo
MEMORIAS DEL HUMO...

Serán.
Los diez.
Y siete serenos.
Pasados campaneando.
Marinos basureros desmemoriados.
Humo, vapor, ruinas inhumanas del.
cuerpo solo carne plástica y tarjetera.

En.
Las.
Memorias de los mares.
Van cadavéricas espumas.
Aves y reptiles de los bolsillos.
Con los grillos pillos bandoleros.
¡Entre las olas sentadas y sedientas!.

Del humo,
humanos del ayer, memorias perdidas,
fuego seco del vientre hueco. ¡Palabras!.

Siguen
Luego...
Las olas sedientas y sentadas,
y qué...A lo lejos, el mar aislado.
Del mar observan, ojos nublados, pestañas,
espumosas de las arenas enloquecidamente blancas.
Allá
Por
El caminar de un lugar nublado.
De un sitio a otro.
De un cangrejo.
¡Enamorado de medusa!. (Sin la blusa de siempre).

Humo,en la memoria que fue.
Agua del vapor enrojecido.
Palabras, palabras, de las urnas,
de los panteones y hambrientos ignorantes,
últimos engendros de lagartos abortados.

Las olas desnudas.
Sin
Blusas
Del
Desierto
Ceden. Del sedoso pantalón.
Un zapato, campanea por los rincones.
¡La sonrisa muerta del mañana!.
¡La ternura destazada!.
¡La esperanza sepultada!.
Una mañana, que no será nunca la misma.
Por las lágrimas de tanta tarde.
¡Noche y día lunático!.

Del sol de los infiernos en el corazón del hombre,
guarismo representante inútil nuez fingida, veleidosa patraña catacaldos lapsus lúgubre agrio,
escarabajo prepotente el cielo sospechoso oculto, oropel de la estupidez humana y asesina franca.

Memoria en la demencia.
Banco y mesa de las venas vanas lenguas.
Familiar de los gusanos, amor de lápida.
Amor de bala y bayoneta, de inocencias cultivadas.
En los suelos entrañas de tierras y de olvidos.
En la tierra voluptuosa verde brisa, azul infierno.
Y
En
Las playas, nevadas, pudorosas y abatidas.

Una memoria de concha.
Mil conchas.
Del humo.
Humano, ya nada queda, solo historia.
Vergüenza de los miles de millones de mensajes.
De catastrófico vacío del escritorio.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta