LICOR DE DURAZNO
Al beber la purpúrea mano blanda.
Al sueño inspira suave.
En las alturas amorosas.
¡Quejas!...
Las caricias del pecho llamas.
En las delicias justos bienes.
Con lindas alas diestras.
Aguardando al sueño.
¡Qué vuela, benigno, tantas veces!.
No siempre, continente.
La sacudida, inspira.
El brillo, bañando, un lecho.
Con raudales, bálsamos y ungüentos.
De la piel debajo, un instante.
Del aliento la voz acierta.
¡Al corazón qué se derrite!.
Tan verde, campanear en las campiñas.
¡Cuándo las horas, pasan, evaporadas!.
Y...La...Memoria ardía.
¡Estimulando!.
La graciosa copa.
¡Del árbol, en copos blandiendo!.
La espada rosa.
¡Vestido, qué despierto, soñaba!.
Al bosque acariciando fresco.
Joven, brisa, las olas fugitivas.
¡Qué la espuma mece!...En cada burbuja.
La mano blanda y dulce.
Licor, licor, licor de durazno.
Dulce y blanda, la mano.
Mece sueños.
Al durazno.
Licor y elixir.
Huerto.
¡Vivo!.
Dentro.
¡Sobre humedecido huerto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez