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ALIMENTO INÚTIL
El caldo lacta mieles en las horas derritiendo labiales los minutos suculentos, acabando las noches, del cuerpo, el amor que falta, en el pulso de las gemas a fuego lento, en el frente, de la dicha radiante, fácil, de lejanías, la creciente siente, el sabor sublime del aroma, de las huellas que purifica. ¡Hojas, ramas y tronco!.
Donde el futuro ya no tiene pasado. Y calla, y habla, y grita. Donde el pasado ha muerto ignorado. Ve, observa y escudriña. Donde el camino no tiene salida, piso, paredes, ni techo... Ni recalienta. Ni entibia. Ni refresca.
El caldo incendiando la lengua. Enmudece el espíritu yerto, al silencio que es más que fracaso, a la voz que es menos que palabra. Golondrina y halcón y águila. ¡Lactando mieles de amargura! Cóndores, palomas y gorriones.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PER RENDERE IL MONDO... AL HACER EL MUNDO...
Blu profumo di ricordi. Il tempo di piantare il suo battito cardiaco. En el aroma azul de los recuerdos. El tiempo siembra sus latidos. El camino cosecha sus sandalias. El sol busca sus sombras. La strada raccogliendo i suoi sandali. Il sole alla ricerca di loro ombre.
Lago di silenzio. Nascita e sepoltura. Lago del silencio. Nacimiento y sepultura.
Nel cuore giallo delle serate. Gli occhi si illuminano le stelle. En el corazón amarillo de las noches. Unos ojos encienden las estrellas. Unos labios dibujan los sueños. Unos suspiros esconden las nubes. Labbra disegnano sogni. Pochi sospiri nascondono nuvole.
Luce della danza. Gioia e sofferenza. Luz de la danza. Alegría y sufrimiento.
In lacrime rosse delle campagne. Orologi tessono di memoria. En el llanto rojo de las campanas. Los relojes tejen la memoria. Los cementerios guardan el olvido. Los árboles escriben la vida. I cimiteri sono stati dimenticati. Alberi scritti alla vita.
Océano de la existencia. Sentir y pensar. Oceano dell'esistenza. Sentire e pensare. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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IMPASIBLE SIENDO
Lo que más importa es morir menos entre la vida ingrata del celestial ausente en la vida despreciada en la feroz ambición en el engaño infuso en el magnánimo desdén...
Impasible y desdichado en el desvelo generoso queda el vuelo que nada espera de las plumas ni de la presa estridente ni del espacio jadeante con las ramas bulliciosas de los semblantes en la clemencia afilada de los cementerios en la noche despavorida de las estrellas
Impasible entre la acerba carcajada del trino a contraluz que se despoja del alma inútil con paso vacilante ¡Una mariposa encadenada corre! ¡Entre una consoladora puerta falsa! Una mariposa ingenuamente corre.
Siendo En el suave corazón del infinito Impasible En la carne misma de la avaricia Siendo Fragua del silencio y la amargura.
Siendo impasible siendo La frescura de los polvos y los dolores El aroma postrero de los ausentes La luz de los sepulcros que se estremecen Por el andar tardío del estrépito y del eco Por la holgura del ímpetu cavernario.
Porque impasible siendo impasible Un ruiseñor destiñe al fin cercano en el fuego que llueve sin sosiego en la veloz jornada sin rostro en el inefable encanto sin tiempo en la atroz campanada sin hielo.
Lo que menos importa es morir,
demasiado en el minúsculo olvido, derramado en el mayúsculo recuerdo. Aquéllo que hace los mares dulces. Aquéllo que hace de la saña virtud. ¡Y del engaño mortal su negocio expansivo!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AL ÚLTIMO PINTÓ
Y el fuego amó el lecho de humo por el mar de las hojas entregadas al otoño bajo la última sonrisa de esa tarde.
Porqué sus ojos de gorrión leyeron en el agua los sueños campesinos de una concha, en la incógnita viajera de una perla, en el rumor de la arena y el aroma fresco... La madrugada se despidió de las primeras estrellas, ignorando sus anhelos, como tiernos vidrios en una uva.
Luego amansando el manantial caminaba transparente en el lírico transporte abriendo el silencio con la soledad sonriendo al cerrar la noche aquella luna en la fugitiva pincelada.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A SU TIEMPO ES MEJOR...
¡Claro que sí!. Porqué. El gris vuelo de las blancas esperanzas. Fue un reflejo que devoró al espejo. En retirada extraña de su guarida. ¡Espesa en la fuente libre!. Donde escapa callado el suspiro. Entre un huracán del alba. Entre la pira emplazado. ¡Sí qué sí!. Mira...Mira.
En lo nuevo del mar dulce. Blancas son las esperanzas. Como el aroma que anochece. Una y otra vez, una y otra vez. Con los días perdidos de noche. Con las noches sin las tardes. Y las tardes con alas de mariposa. ¡Mar y rosa!... Posa y posa. Hundiéndose cómoda la manzana. Porqué abandonó el paraíso frutal.
Es mejor, es mejor... ¡Sí, claro!. Tan purpúrea la llama como caballo. ¡Qué llama al cabello por su nombre!. Acampanando en el desván las penumbras. Entre la mayor razón de los relojes. Con el dulce ventanal del tiempo olvidado. En los cajones enemigos de nostalgias. Lejos de párpados estremecidos. Lejos de vigas ansiosas mecidas. Al tiempo que cae la noche suave.
Mejor es a su tiempo, mejor, mejor. Que la burla de cada ausencia inútil. Con la peor lentitud del torbellino. Y la calidez del hielo ilusionado. Con el fuego congelado verdadero. En los colgajos del sueño de noche. En el rumor que recuerda la tarde. En el silencio indeleble de mañana. En los anzuelos cortos mediodías. A su tiempo, a su tiempo, es mejor.
Porqué retoña amarillo el otoño. Entre el vuelo del sol sobre luna. Y en la tierra velas de la tarde. Van volando las sonrisas habitadas. Habituadas a encenderse hábiles. En los mismos pasos del pasado. Dónde los meses mecen recuerdos. Y años muchos al vino mejorando. ¡Qué de añejo espera serlo!. Tanto tanto... Para ser bebido debido.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Amblar Ambliope
Del papel cegador la razón tiene la noche atrapada en gélidos encantos de las hojas del viento.
Hablando el otoño al fondo de las piedras pardas despertando a la izquierda del amoroso reptil. Por la soledad que respira viajera en el veneno musical del aroma cansado en la desnudez.
Del escritorio clamando fiebre con las aves ligeras en los párpados del ritual que ladra curioso. Donde las horas pasan los minutos petrificados con el humo frenético del año que olvidó ser.
¡No, no, no, las cadenas están en calma crudas!.
Por el armario que prefiere ser ojo sin precio cerrado, en los dedos caminantes, y la risa rebelde agria. Leyendo al cuerpo las figuras inevitables hiedras ante las tardes de la ingenuidad monótona.
Entre los pétalos sedientos del rostro tibio excelso de la mirada que quema, y escribe de viva carne. Porque la cama duerme bajo el tapete despierto que persigue un alfabeto suculento inocente.
Y gritan los harapos no cantes a esa luna cabal que en las noches intercambia las estrellas.
¡No, no, no, dibuja ni la lluvia repartida ni letrada!.
Por El Amblar Ambliope Donde Solo Los Pájaros Cuelgan Los Picos Escarpados.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Solo quiero besarte, sentir esa boca tuya mi bien amada, sentir tus caricias, amarte hasta el final.
Solo quiero entregarte mi corazón, entregarte mi alma, quiero sentir tus caricias, a flor de piel y hechizarme por tu aroma.
Solo el tiempo lo dirá, si este amor lograr funcionar, o solo será una relación pasajera, solo dime si eres digna de amarme.
Tal ves sea lo mejor, pasar un tiempo a solas. vernos una ves mas, solo el tiempo lo dirá.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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DONES FATIDICOS
Palma, no te enorgullezcas de superar en altura a los laureles y almendros sobre cuyas copas triunfas. La tempestad se avecina, y cuando el rayo fulgura, las frentes menos enhiestas son las que están más seguras.
No te ensoberbezcas, rosa, porque brillas y perfumas, y en el jardín y en el prado reinas, excedes y ofuscas. Esmalte y aroma en flores son signos de desventura... Manos vendrán que te arranquen o insectos que te destruyan.
Dulce planta de la selva, cantor que esponjas la pluma y abres el pico y exhalas chorros de perlas de música. No te envanezca el gorjeo, calla: los hombres lo escuchan, y trinos aprestan redes al ave que los modula.
Tierra, no envidies al astro que te calienta y fecunda, y que surgente o occiduo prodiga el oro y la púrpura. Tamaña magnificencia nace de inmensa tortura... El resplandor de un incendio ¡te vivifica y alumbra!
Cuán caro pagas, espíritu, ¡el nimbo que te circunda! Tener ingenio y renombre es tu verdadera culpa. De rencores a tu gloria es cómplice la fortuna, y pereces lapidado con montañas de imposturas.
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Poeta
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MANDADEROS DE LA INOPIA
Se Reproducen Más Y Más Inmersos en los cuatro lados del aroma carcomidos se ven y se tocan los ególatras gusanos indudables de la desgracia parásitos progresos de la muerte aplaudir vacío de orangutanes indignadoó siendo ¡Colección de ausencias plenos!.Así Como ayer Morirán en su pasado Como mañana Vivirán sin el futuro Así Como hoy No son en el presente ¡Inopia de la ignorancia!. Tarro tartalear de la tarima Se Recuerda... ¡Oh, el reloj de siglos!. CENTUM VIRI UNUM PAUPEREM SPOLIARE NON POSSUNT
Cien Hombres No Pueden Robar A Un Pobre. De la inopia mandaderos.
Así Como en la alfombra siembran sombras Como en la aurora cultivan crótalos. Aquí Cuándo los efectos se invierten Y el realismo es alegórica temática desnudando la razón desacreditanlo ininteligible. Inimitables. La Razón. Simple retazo de binarios inocentes.
Inopia en la consciencia Muladar de los valores ¡Cultivan, cultivan, oh, como cultivan!. Devaluada la verdad qué se derrite
¡Con el perdón a fuerza! Mandaderos ¡Con la consciencia evaporada! Son El Consumo del interminable simulacro. Con el poder Del todo Vale Aunque Nada sirva a nadie en cualquier parte
Ya la paja llorará su ojo De la inopia Al camello bebiendo agujas Mandaderos Industria del imposible Infinitos mandamientos bajo el zapato Ínfimos gemelos del artificio.Porque Se Ha Olvidado Ser De Sí Sin Olvidarse Y Consultarse A Fondo IN INTERIORE HOMINE HABITAT VERITAS Y No Ser. Mandaderos de la inopia.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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Solia haber una torre gris, solitaria en el mar, te convertiste en mi luz, iluminas mi lado oscuro. El amor sigue siendo un hechizo, un encanto, una esencia, haces que mis noches sean tranquilas. Mi ninfa, te comparo con el beso de la rosa, he sido besado por una rosa, he sido encantado por su aroma. Hay tanto que puedo decirte, tanto que en verdad deseo decirte, para mi eres como un angel, que me cuida cada noche de oscuridad. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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