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No es la luna ni el cielo en la pausa de los plazos incumplidos, en la tormenta acida de las plagas, en el andamio del suicida, no es, ni siquiera Dios, porque ya hemos decidido ser solo ángeles caídos.
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Poeta
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Nos quitan la raza, el alma, la esencia, quien sabe quien, nos quitan, el cardumen del presagio, la hora, el microsegundo de la carne que palpita en el horario de la huella retrasada, solo para dejarnos a medio tiempo, perdidos, olvidados de la gracia de todo, sin saber que el futuro ya empieza a partir de la pomesa que se hizo.
Nos sangran nada más para probarnos que la paciencia tiene una medida media en un remolino de dardos sin blanco., después de pasado y presente, antes, mucho antes que después, en las veinticuatro horas entre aurora y ocaso.
PRIVARATIAS
Nós removemos a raça, a alma, a essência, quem sabe que, take away, o cardume de previsão, tempo a carne latejante microssegundo na época do atraso de rastreamento, deixe-nos apenas a tempo parcial, perdida, esquecida pela graça de todos os sem saber que o futuro começa na sentença que foi dito.
Nós sangra apenas para provar que a paciência é uma medida de médio em um redemoinho de dardos sem branco., depois de passado e presente, antes, muito antes disso no prazo de 24 horas entre o nascer eo pôr do sol.
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Poeta
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NATURALEZA SOY MISMO
Yo solo soy yo cuando escribo, ni humano ni animal, ni luz ni sombra; yo, en toda la extensión de ese propio verso que es eufemismo literario en el circulo vicioso de mis mundanos cinismos..
Soy como yo mismo, nada más, cuando escribo las líneas de mis nostalgias; yo, desde la cometa de mis pesares, perdido en la tormenta de mis tempestades, intentando apretar en un cuello de embudo el logaritmo cándido sicótico de mi conciencia ácida.
Yo el hombre, yo mismo barro, tendencia, desde la pequeña estatua de mi sombra, diafragmado en la rutina iracundomaniaca de mis complejos socio-fóbicos; diluyéndome, siempre a veces, en una larga y espesa cantinflada.
Yo mismo pirámide, árbol de mangle, inconsciencia, rayo fugaz perdido en la noche, punta de lanza, saeta; yo mismo rugido, temblor orgásmico, inocencia; yo mismo lluvia e incienso, lágrima civilizada y perpetua.
Yo, desde mis tejidos, estricta sabia y esencia, soy, nadie es mas yo que yo, ni a veces yo mismo; porque yo soy como soy cuando quiero, gajes de oficio; amasijo de carne y barro, paredón de santidad y lujuria, pozo de ternura y sofismo, cardo y madero de vía crucis, poeta suicida en el filo de mi propio abismo.
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Poeta
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