Solo edades
A solas cada latido quemaba.
Mil fuegos cada pierna.
¡Tierna humedad!.
En el diamante...
¡De líquidos pecados alados!.
De alados anhelos del vivir.
Cada gota de lluvia ardiente.
¡Apagando mares de soles!...
¡A solas, los dos, uno solo!.
Cada segundo. Despacio ondulaba.
Mil muslos en minutos.
¡Diminutos latires de sueños!...
En la pureza del alba y deseo.
El capullo en la pasión resbalando.
En el brillo de cada mañana...
El sublime recuerdo entreabierto.
En el cáliz de ternura lleno.
Con el crepúsculo húmedo.
¡Qué renace lozano!...
Los dos uno solo.
A solas los dos amores.
¡Un solo amor!.
Fuimos mañanas.
Entre cada latido.
¡Un alma mayor!.
Las dos soledades.
Un solo sol.
¡Por las edades!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez