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E.N.V.A.N.E.C.I.D.O.S...
Cuando la apariencia. Parece. ¡Qué se desvanece!. Y la muerte recuerda. Flexible. Dormida. La memoria del inicuo maliciosa. Por el infatuarse. La consciencia entre los brazos. Por el ufanarse. Al endiosarse.
En Vane Cidos...Vibrantes en loanza. Envanecidos... Vibrantes sordos al plañido. Del humo arrepentido. Del quimérico equino. Del banasto cetrino. Lúgubre ciclópeo. Refinar. Salvando al mismo edén del cementerio. De la virtud eximido. Parece poroso en lo compacto del viento. Apareciendo. Cuando... En los oleajes al infatuarse se ufana lustroso. En las sombras enlunadas enlutadas, embelesadas. Donde Solo. ¡Aparece lo transparente opaco!. Y aún ésto. Desaparece. ¡Ensombrecido!. En los tibios. Picapedreros retorcidos del musgo. Al ritmo de la hojarasca. Apagando la fragancia. De la voz. Justa. Protesta la casa en ruinas. Al ruin. Escritorio. Con el alma bajo la mesa. Y el bolsillo en la cabeza. Descabellada petulancia. Por El piso charlando con sigo mismo. Cuando... La apariencia. Parece. ¡Qué se desvanece!. En Vano nacidos necios mecidos procerosos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VIVE Y EXISTE
Vive y existe, semilla y fruto, hoja, rama y tronco. Vive, lentamente quien, a sí se encuentra, sin voltear la mesa cuando esta infeliz, sin voltear la frente cuando piensa, en el amor, en el trabajo, en el existir, quien no arriesga dejar de ser lo que es, lo cierto por lo incierto, por ir detrás de un sueño, espejo sin reflejarse nada de sí.
Siendo. ¡De la falsía viñedo tremebundo!. Siendo. ¡Solo cáscara de apariencia! Siendo En Fin.
¡Más que menos, un simple mientras!. Un quien que no se permite, por lo menos una vez en la vida, ser completo, sin fragmentarse fugaz.
En el no. Asolado, enlunado abrasado. En el no. ¡Ni tú ni yo, ni fú ni fá!.
¡Existirse por completo!. Por dentro y por fuera. No huir de los ayeres, ni los fantasmas del ahora. No huir de los presentes, ni los futuros del nunca, sin los consejos que del interior brotan, desenredados, en diáfana fortaleza, prudentes y sensatos.
Vive y existe, lentamente, lo inevitable, integralmente, de frente. Y siempre, cuando se pueda, viaja, con el cuerpo ó con la mente, lee, con los ojos ó el espíritu, oye, con cada poro de la piel, la música encuentra del mismo tiempo al pasar.
Vive y existe. ¡Nadie puede hacerlo por ti!. Ni. ¡Por el aritmético ladrido!. Ni. ¡Por el quejido asimétrico!. Nadie. Será. Jamás igual a ti.
Solamente. Vive y existe. ¡Ése algo que siempre se mueve!. En la calma cristalina. Más allá de la vista. En la quietud luminosa. Más allá de la luz. Vive y existe. Solamente... ¡Ése algo que nada cambia!.
Y Encuentra, la gracia en serte, únicamente el mismo.
En La Divina hora del amanecer, más allá de cualquier cielo, nebulosa, ni en la carne arrodillado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PENSAR TERRESTRE
De La Tierra es la opinión. Así. Sin saberlo piensan los hombres. Si, acaso la madre tierra siente. ¡Si claro qué sí, lo siento y lo pienso!. Lo cree el terrestre polvo humano. Del que salimos y al que volvemos. Como La Sonora Luz que llega, vive, sale y se va. Muda de apariencia. ¡Canta, cambia y se transforma!. Muda desde la profundidad de los metales. Muda de un día a otro minuto. Como reposa el agua en un lago que duerme. En un minuto remoto, en un antiguo segundo. Por el río de los relojes tranquilos. Como ríe y danza un trueno en un relámpago. Sin rayos, solo agua de celestes aires y chispas.
La Tierra El Mundo luego De las maderas invisibles, del árbol infinito De La vida, vive, dentro de las criaturas que crecen. ¡Qué desde los ojos oye la piel terrestre!. En la tierra. Para todos mundo. De las calles duras de las historias. De las historias olvidadas. De las historias que no se escriben. En las Hambres, en las bocas secas, en los ecos sordos. La tierra grano a grano nos germina, con sus vientos, en las aguas qué trabajan, con las inmóviles raíces, y crujen a veces en las consciencias, de la humanidad cuando lo siente y piensa.
Pensar Terrestre ¡Es sentir y amar el barro del alma, de espíritu verdaderamente humano, del árbol y arena de los aires del fuego del agua, del océano padre terrestre de la vida!.
Pensar De Abajo Arriba De los pies a la cabeza De la sangre al corazón Arriba como osezno caedizo a veces escurridizo por la fugaz vida que vive intoxicando. Abajo como viborezno enamoradizo a veces pasadizo por lo prolongada muerte cultivando a diario.
La Madre Tierra, siente, pienso, creo. Y Nuestra vida no destierra.
Sinn, senso, sens, sense ¡Natural cómo es la vida, cómo es la muerte! Sentido verdadero del vivir sano ahora.
Fühlen, sentire, feel ¡Sentir sin aherrojar, sin oprimir, sin subyugar!. En El Pensar Terrestre Cuando Por nuestra vida nos late, pensar sentir, pensar. La madre tierra.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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