¿A quién con la espada purifica la noche? Ahogando las flores desgranando capullos En la voz moribunda de helechos En la faz vinagre del bagre Ogro gris, desalmado y metálico...
¿Con cuántos cuchillos se teje un anhelo? Amanecer desgarrado de un hueso Sembrando en cenizas jarabes amargos Sembrando millones de ortigas sedientas ¡Hiel enlodada tumulto de instintos!...
¿A quién corresponde, dar ó quitar la vida? Por dentro esqueleto y por fuera ignorando su polvo.
Con la mezquina calvicie de gruta Con la esquina insólita del necio ¡Elefante de escualos chorreando!... ¿ Con cuántos cerdos se alimenta una perla? Anochecer desmembrando de un niño Entre las cavernas de cada sandalia Entre las cañadas de cada cadáver ¡Plaga de latidos podridos!
¿A quién en el fondo exterminas ignorando? ¿Con cuántos alientos se perdona una muerte? ¡Deformes se bordan los días por venir! ¡Deformes están las conciencias ahora! Enlutando cada nueva esperanza