MÁS Y MÁS
Mas
Grulla
¡Ciclópea!.
Deja.
¡De ser!.
Impreciso.
¡Anexo!.
Más, sin saberse, un cóndor.
Una
Esperanza
Al
Doblar
La
Nada.
¡Haciendo!.
Sí, si, sacrificándose, en todo el dentro.
Solo, sin trapatiesta.
Sin ser zamborotudo.
¡Grácil espiga el alma!.
Más y más.
¡Qué una centella enamorada!.
Es como el zenit centinela.
¡Qué clausura un clavicémbalo!.
Es como el clavel clavicordio.
Más y más.
Acorde, sobrio suave, vértice.
De labrantío, cúmulo palpitante.
Más ápice sin lisonja.
Más pináculo balsámico.
Más y más.
Haciendo
Solo
Del
Vuelo
Toda
La
Esencia
Del
Viento.
Más meridiano que bullanga.
Y
Más mansión transparente.
¡Qué un pastoforio dorando!.
Menos
Mangoneador. ¡Qué basto, zafio!.
Menos
¡Derroche al desembaular!.
Más en donde las invenciones doblan,
los campanudos lanudos buques nadando,
nudo a nudo al ingreso real de algodones,
y motores tibios
que de mano de obra una pequeña avalancha árida y metalúrgica la tormenta en las cuatro
principales máquinas, veladoras, absorbentes, sin vínculos en la sombra impermeable de sombreros agotados al fondo, plásticos talleres desempleados.
Podría
Un
Más
Ser
Menos
¡Inevitable!.
Un
Más
Elixir.
¡Qué embroca!.
¡Más qué opugnar!.
La raquítica opulencia del alma.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez