Por: Ivette Durán Calderón Todo se ha dicho y escrito sobre el amor. Mundano, quimérico o sublime, encierran sus versos igual desenfreno. Porque amor mundano, es fuego escondido y agradable llama, sabroso veneno y dulce retama, alegre tormento y gustosa infamia, penetrante herida y muerte esperada. Amor mundano de mentes terrenas glorioso, tierno o airado, temeroso, fértil, también desquiciado. Amor mundano sin orden, razón ni firmeza, nadie te ha invocado pero estás aquí. Ya lo dijo Orfeo con sabia palabra: “amor, es dulce amargura o … dulzura amarga, porque el amor es dulce, y aunque el morir es cosa amarga, el que de veras ama, morirá dulcemente, por la cosa amada”.
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Poeta
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