Tiempo peregrino
Herido perfume por un sueño fantasmal
¡Quedó revestido de raíces y alfabetos!
El invierno pronunciando las distancias
El verano manantial de la montaña...
¡Herido, tiempo peregrino!
Herido de cálidos luceros almendrados
¡Quedó investido de raudos ramajes!
El suspiro de la nieve y la naranja
El anhelo de la hierba y el granate...
¡Peregrino, herido, tiempo!
Herida la fuente la sombra mojaba
Los recuerdos en campanas inocentes
Las memorias en campiñas infalibles
Los racimos en cántaros intangibles...
¡Tiempo, peregrino, herido!
Herida la puerta la ventana cerraba
Entre corredores y amarillas torres
Como clamorosas y mediasnoches limpias
Entre carreteras y herraduras nobles...
¡Tiempo peregrino, herido, herido!
Herido paisaje mira las estrellas
Heridas, la fuente, la puerta, doliente
Entre veranos montañosos distantes
Entre raíces invernales durmientes...
¡Herido, herido, tiempo peregrino!
Herido peregrinar del tiempo plácido
El pasado bañado de rocíos fecundos
El mañana gigante de manos alegres
Las heridas infinitas curan apacibles.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez