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Estaba un día, contemplando todas las hermosas perlas, que se encontraban en el cielo nocturno.
Estaba un día, observando la hermosa capa oscura que cubría el brillante sol.
Estaba un día, admirando el gran lucero blanco del cielo que iluminaba la oscura noche.
Estaba un día, Apreciando el horizonte donde sale el, Cuando de la nada sin una sola palabra, el gran farol anaranjado salía a cubrir la capa oscura con su hermoso resplandor.
Estaba un día, presenciando un hermoso día, soleado y cálido. Cuando la señora llovizna se hizo presente.
Estaba un día, en medio de una fuerte tormenta, Esta se fue pero trajo condigo un hermoso arcoíris, Un bello arco de colores en el cielo.
Estaba un día, Admirando el arcoíris siete colores tenia rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul celeste, añil todos muy juntitos y llenos de resplandor.
- José - Jape (Seudonimo)
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Poeta
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ODA AL DOLOR
Fuera de ti la soledad camina, dentro de ellos aquéllos recordando. La flama es temblorosa, no vuela su sueño, se detiene, desgarrando, el fondo del aliento, desenreda como la nieve pesada en la memoria.
Y junto a la cama arden las pestañas una huella, un olor de un alfiler, lejano, un lago, una fuente, secos ascendiendo en el duelo ahogado. Sube el día las cortinas a las sombras, pero en la calle es más lento el tiempo el fuego que sufre viviendo la madreselva perdida.
Es inefable como lo sentimos como lo decimos como lo vivimos. Cada día como un viejo relámpago insistente. El aire falta la cabeza duele en el pecho.
Piedra En la planta del pié aguja en el ojo ardor en el lecho vacío, frío, distante, pétalo, huesos, ceniza, sin resplandor transparente. Perforando, desgajando, desangrando. Cada noche regresa en llamas de lunas gastadas de estrellas frías de cielos mojados que el tiempo espina o los desgrana en racimos de manantiales que punzan que oprimen que hieren.
¡Oh, dolor!. Inmóvil germinas en las hojas secas un rumor bajo la tierra de la memoria su compañía alegre remota de apariencia a veces como rayo desfilas bajo la piel de los huesos penetrando de los huecos al alma que perforas.
¡Oh, dolor!. ¿Qué sería de ti?. Sin nosotros. ¿Qué sería?. Entre los otros. Si no fueras, lo que eres.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Nunca cheguei tão perto de você que desse para sentir o seu perfume...
Mas, pensando em você, um perfume passou por mim, e eu o adotei como seu.
Senti que ele é a sua cara: tem um cheiro doce de ser e perfuma uma vontade alegre de viver.
É, esse deve ser o seu perfume.
A.J. Cardiais imagem: google
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Poeta
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LOS ALMACENES
Aman de la rosa el rubor y la sonrisa, en las formas puras de la brisa, en los torrentes de los tinteros, en los armarios de los suspiros, en las miradas de los pisos.
Aman, aman, la blanca mejilla, del agua crujiente exprimido néctar, del volcán junto al tronco desnudo, del ímpetu alegre un pulpo despierta, del pedernal efusivo un ramo desierto.
Aman, aman, aman los pájaros, el nido en la última hora del huevo, el mundo en la siembra del pico, el parto en la piedra del canto, el rapto en la hiedra del cuento.
Aman de la pierna el temblor, entre la luna caliente escondida, entre la esponja saliente adherida, entre la espada doliente mordida, entre la lana esplendente partida.
Aman, aman, la húmeda colina, por estar los helechos en jugo, por estar las ventanas cerradas, por estar los platos calientes, por estar las tardes calladas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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OCRE FRAGUA
Porqué a llorar se puso el océano, tupidas las olas en el desierto. ¡Porqué enmohezco antes qué anochezca!.
Se decía Entre Las arenas ignoradas por una gota. ¡Se decía, y pensaba, qué sentía!. Por lo húmedo. Del incendio que se dispersa. Eso...Y lo que traduzco seduce. Ebrio el roble apaga su noche. Eso...Y lo que seduzco traduce. Ocre...Por el velo que flotan.
Ocre fragua ocre. ¡De albas y de crepúsculos!. Llueve, me dicen, con raíces las hojas. Ya___Las semillas aguardan___Ya. Del parpadear dónde enloquezco sin una gota.O Cre Fra Gua. Porqué hube visto donde erguí al sueño. ¡Las incertidumbres qué gritan!. Himno al silencio hecho música. Entre. Sabores que plantan. Longitudes al tiempo. Porqué habría agujas qué yerguen. ¡Recuerdos encadenados rodando!.
En la mitad del cielo. Un mundo lleno de hueco.s En la figura qué piezas juegan. ¡Porqué del alegre verse la lira teje!. Los años en pocas líneas. Aún si nadie irguiera como ninguno hogaño. Una eternidad, en un instante. Burbuja soñadora de los astros. ¡Sí sólo hubiéremos visto lo qué se yergue!. Gránulos de papiro en capas. O Cre Fra Gua. Moribunda la lluvia en un pozo. ___Arrogante nube pasada___ ¡Flor acuosa luchar de sombra!. ¡Ocre!. El rostro paisajea anheloso. Fragua. Cultivando ladridos en la cama. ¡Ocre!. Mantequilla la tarde un patio. Fragua. ¡Dónde maquilla la noche un piano!. Ocre fragua ocre. Ladrillos ganando adobes. El Océano Se Puso A Llorar En El Desierto Las Olas Tupidas ¿Porqué?___¡Nunca lo supo, ni la fragua ocre!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A.M.O.R.T.A.J.A.D.O.
Al pié. De cualquier tumba. Desnuda inconsciencia. Aves escalonadas cotidianas. ¡Por mi sollozo sollozo!. En la imagen deshabitada. Sin el alma que nada me era siéndome. ¡Ante la cita con mi ausencia!. Acompañándome insondable. La esperanza de las tinieblas inconfundibles. Por los cautivos silencios.
Por eso. De lo que en vano viendo extraño. Cordiales grietas en la luz telúrica. Por estar... Amor tajándome. Inútilmente. Al templar al tiempo año tras año. Hogaño. El crepúsculo alegre danza helado. En lo que muriese advenedizo. ¡Sollozo por mi sollozo!. Por eso...
¡Qué la entraña, extraña, ajena pena!. Tan polisílaba grave longeva. Sollozándome amortajado. Estando ausente.
De la paz que sangra venas que meditan. ¡Aunque estuviere lo que tuviera!. Por los caminos en desgracia del peor placer Y anduviera el pretérito riberas viendo Al consumirse los cimientos Del amor tajado por las débiles tormentas ¡Cómo lóbrega liebre en lumbre!.
Y estuviese. El girasol al germinar gélido. Del olvidar. Las manos en un puño apartadas. Las gotas desiertos mares empañados. Y amortajado____Por el tejer crujir. Gesticular del coraje cada falange ¡Tréboles cuadrangulares quíntuples!.
Ya amor tajado ya. Por mi sollozo sollozo por mí. Ya ablando la dureza. De la incertidumbre. De la puerta qué abría el cerrojo. Hablando del ventarrón la plazoleta. Hace piruetas. Y párvulo corderillo al caserón. Corazón de los ocasos. Las cosas de los ciervos desnudas plantas. ¡A los ojos qué herís las manos!.
Más allá del roble noble dúctil núbil. Amortajado por mi sollozo. Más allá del horizonte encuadernado. Nado sólo en la nada!. Lana vegetal encarnación del cedro. Al aire que las alondras mueven. ¡Pictóricas transparencias!. En las ánforas absortas de sed teñidas Amortajado. ¡Claro qué si, a mor ta ja do!
Ya cuando hubo unas cuantas viñas.
Vino sin serlo. Siendo solo. Un sollozo por mi sollozo que me solloza.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ÉSA VEZ...
En la palabra amor te encontré escondida. Con la sonrisa y los anhelos despiertos.
Como el verde campo. Como el canto alegre.
En mis manos y mis labios. Tan cercana, cercana, ilusión y bienvenida.
La ocasión que bajó del cielo por mis sueños.
Donde vives y respiras, como en vida, vida mía.
Hoy solo en las palabras, en las distancias. Fiebre de fuente sagrada, paisaje de fruta tierna.
Eres colibrí. Un suspiro. Amor bajo la espuma. De cada burbuja. De tus párpados, dorados, de ese día.
Esa vez, vez de pasión. Fuego de volcán, paloma de agonía. Agonía de la muerte entre los brazos.
De la nueva vida.
Sí, la vida nueva. Ésa vez, ésa vez no se olvida.
Naciste en mi corazón y bajo el alma.
Sombra fresca en los infinitos dolores.
Ésa vez, ésa vez. Serás lo que eres desde hoy.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EN EL DIVINO SOL
Moría paso a paso por la orilla. Del árbol que aguarda cada montaña. En la hierba sobre la carreta. El tiempo triste y cansado campesino. En la rueda qué reclina lenta. La tarde por los malos caminos. ¡De sol a sol!.
Moría sin cesar soñoliento y fatigado. El enorme gemido del viento tosco. En el tronco insatisfecho cada hoja. Bajo el sol marchito nacido fragante. En la flor nido de cada mañana. La cañada ardiente de anhelos.
¡De sol a sol!.
Moría con el polvo aventurero. Añejo estruendo de vagabundas nubes. Bajo el impulso vertiginoso del ave. En la carreta del tiempo denso. En la repetida escalada de paja. Montaña apetecida en la regada sequía.
¡De sol a sol!.
Moría tan limpio y sosegadamente. Vestido de resplandores discretos. Alegre brisa serena y fresca. Por cada ola y centella, del milagro verde. Fuerte vuelo de ensueño por el agua. ¡Sano canto qué alumbra cada despedida!.
¡De sol a sol.!
Moría grandioso---Transformando vidas. Moría hermoso---Cultivando el alma. Moría mil veces---Palpitando luz. Moría al mundo---¡Eterno existía!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LIBRE INICIO LIBRE INICIO LIBRE INICIO
Comienza, comienza la existencia. Cosa que no conduce ni supone.
Un instante espontáneo. Genuino motivo y evidencia.
Con la verdad al frente. Implicación y cinética.
Una fuerza y de eslabones. El cuestionario de la vida.
Existencia y artificio en lucha. Nacimiento solo esencia luminosa.
Dos aspectos del infinito. Indefinidos múltiples del amor.
Superior indeterminado. Fusión alegre dolorosa.
Límite del odio compasivo. Un comienzo continuo.
El mañana del pasado. ¡Rueda comentando!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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