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Sensualidades cronométricas
Llegaron. Con tino, de los pies a la cabeza. Con destino, con suerte, con premio Llegaron.
Venturosa... Mente... ¡A tiempo!. Nadir activo y reflexivo Zenit fructífero y fácil Vigorosa. Mente. ¡A un tiempo!.
Aún Cuando En Los últimos edificios, inextinguidos, invisibles quedaron, en los senos del domingo, en las manos de un lunes, del aire, en el anciano laborioso, relojero, en derredor de un aguacero fangoso, amaneceres, palpitan transparentes días y se inflaman, encarnadas, las arterias en el cielo, y en regiones mínimas, los mayúsculos recuerdos, perennes, ¡Sensualidades del tiempo!. Instantes de néctar nácar.
Donde se deshacen las almohadas en la luna. Interiormente en rayos de oro donde libre vuela, enamorado, extremamente por el tiempo, de la tierra, que se estremece alborozada, y lascivamente reverdece.
Donde Se huelen flotando orquídeas, nardos y claveles, en olas de pasión y sombras frescas, prestos a derramar armonía, y el rumor de tesoros, impregnados de besos, y batir de alas, adorables, en las alcobas de párpados, que se levantan, y deslumbrantes se cierran.
¿Qué sucede?...¿Estuvo acaso el tiempo? En El reloj de Cronos...Pensando en Curio Aún apenas. Con lácteos elementos transuránicos. No bien Bombardeado de placeres apacibles Hasta que... Con partículas lujuriosas, hizo, al paraíso. En un ciclotrón apasionado.
¿Dímelo, clima, inmutable eres ?. Bordado, vencido por eternidades instantáneas, petrificado, en la sensualidad naturalmente, diamantina, indulgente.
¡Silencio!...Casto y bondadoso Como el sauce que se adapta. A sus tormentas diariamente.
¿Será la vida que pesa, que pasa, o se ha ido?. Cronométrica... ¡Mente!. Sensual. Entre renacimiento y resurrección.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SOLOS CON OTROS
Solos, en nosotros, hay un alba. De primaveras elefantes y alcoba. En el ronco tronco sin rostro. En la lluvia fulgurante, de pronto. Un porvenir despierta luchando. Contornos guirnaldas y laureles. En la mojada frente fugitiva. Con la nieve diente de magnolia. Solo tinta pálida vientre de neblina. Con la noche jazmín de siempre.
Nuestro recién nacido polvo danza. Con las ayeres que clavados tiemblan. Jinetes desatados entre nubes. Espigas de quimeras y años leves. En la melodía de lirios y saetas. Con el mediodía diadema del bosque. Al pié laberíntico profunda campiña. ¡Trenzas, trinos, hechos de miradas!. Pasión de abanicos, platas aromas. ¡Dónde suenan campanas y ventanas!.
Sólo guarda marchitos rincones lejanos. El tiempo juvenil de los recuerdos. Los mordiscos al reloj, sol, agua, luna. Siglos hechos peces multicolores. ¡Perfumes cultivados por el aire!. Escultóricos mercados, luz, encarnada. ¡Aliento reposado de la higuera!. ¡Madura!. Seca para siempre vivir. En el alma campesina de los granos. Alimentos encantados alientos. Solos y con otros...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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