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ANONADAMIENTO ANÓNIMO
Sobre el nombre también la sangre hierve, hierba escudo y nudo crudo, el tiempo. ¡Atrocidad feroz!... Boato y apoteosis. Ya ni hocicar al pretérito ilumina. Ya ni al oxidarse estropeado exalta. Ya ni el vilipendio ignoto infama.
Restos del hombre sombras vierten. Al ínfimo infinito el íntimo fracaso, rudo ruido raudo roído ruin. ¡El aire al mismo grito gruñe!. Tiranía brutal de la vanidad infame. ¡Vaya expoliador probo del vituperio exultante!.
La nota del dolor tan sólo informa, informe la triste tarde embiste, la estrofa rota, las ratas raudas. ¡Oh, espuma!... De la fúnebre belleza, la aurora en duelo doble duele, por el orondo indócil óbice soso.
Pérfido erebo Cetro lesivo Hasta en lo recóndito Inepto cúmulo De lo vil ruin ¡Ya, a la misma perplejidad, ofusca!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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COMPULSA EVOCABLE
Entre las azules sonrisas el tiempo, nos ha olvidado por el atroz rojo del aire, en el capullo de lluvia que arrulla, los empeños del grito que se fija en los, detalles de las inmundas reacciones detalles, en la virtud del callejón que regresa enseguida.
Compulsa en la playa con traje. Evocable en la orilla desnudándose. Compulsa en la esquina carnosa.
En los vasos irritados de versos interiores. Con la angustia reincidente de las nueces. Y unas hormigas unos años unas horas. Lejanamente amarillas por cada parpadeo. De los máximos fragmentos cada asamblea. Atestando estrepitosamente una aguja.
Evocable como el suspiro del granito. Compulsa como el misterio del verde. Evocable como el contrato del manto.
En la desolación del espacio niño. Al salir del rostro abrupto el árbol. De la reunión de las ostras amadas. Al enrabietado caminar corriendo. Al amurallado comienzo terminado. ¡Con las curvas del absurdo cuadro!.
Compulsa fervorosa y pura compulsa. Evocable vibrante esmeralda evocable. Compulsa frondosa y suave compulsa.
En el triángulo que rueda sangre. Y el hambre ahorca lenguas fría. El olor con sabor a nada queda. A nada importa a nada escapa. Del tiempo inmensas uñas aquí. Por el sedimento seco bloque.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Acrisolada crisálida N_______ O Ó_____ L I ____ V S ___ I A __ D P _ O ** O Los consejos alad E os del aire florean F R … en los latente S arcoiris duros … L U … Dorados P plateados … A G … en todas I las hojas … M A las ven N rápidas A S Día O hada S Esbelta S ligeras F.u.g.a.z A r.o.s.a.s F.u.e.g.o S f.r.í.o.s L______ A E ______ M I ________ O M ___________ R
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENCUENTRO CON HIROSHIMA Autor: Eugen Jebeleanu Rumania 1911-1991.
Poeta rumano. Licenciado en Leyes por la Universidad de Bucharest. De la generación de escritores surgida entre ambas guerras mundiales, siendo partícipe de la liberación de la República Popular Rumana en 1944. Escribió teatro, poesía, crítica literaria y traducciones, convirtiéndose en baluarte literario contra el nazifascismo; de esta etapa datan sus libros "En la aldea de Sahía","Poemas de lucha y de paz" y "Canciones de la joven floresta". Su poesía de denuncia está compendiada en los volúmenes "Lidice", tragedia del pequeño pueblo checoeslovaco arrasado por la furia nazi, y "La sonrisa de Hiroshima", escrita a raíz de su viaje a dicha ciudad, enviado por la Sociedad de Escritores Rumanos en el décimo aniversario de la trágica fecha. Cantata contra la muerte", "Poema a Cuba" y "SigloXX" hacen parte también de su importante obra. Esta obra es versión de Manuel Serrano Pérez. Editorial Stilograf, 1965.
Encuentro con Hiroshima
a Kaoru Yasui
Tierra, tierra muda. Muda, con la piel quemada, con el cuerpo desnudo, perdón, Hiroshima ... Perdón por cada paso que golpea una herida, abre una cicatriz... Perdón por cada mirada, que -aún acariciando- duele... Perdón por cada palabra que enturbia el aire donde buscas a los niños, los pueblos de criaturas perdidos para siempre. Tumba inexistente... Viento... viento... viento... viento... Y sus voces, apenas resonando ahora, más extinguidas día a día, únicamente en el recuerdo... ¡Oh, cementerios inexistentes... inexistentes...! ¡De quererlos llorar no se les puede estrechar en los brazos, al menos una urna, una tumba tan sólo...!
¿Dónde están tus pequeños, Hiroshima? Quizás en el océano de plata impasible ... Quizás en la infinita bóveda del cielo... O, acaso, en esta misma tierra. que yo piso...
Cada paso que doy lo doy con miedo... Cada palmo de tierra esconde un catafalco... Es como si la tierra que yo piso hubiera dado un grito: -¡Madre...!
¡Oh, concédeme alas, aire de esmalte, para ser leve como tú, ganar altura, y no hollar Con mi paso alguna herida, rasgar, angelical, el cielo con mi ala...!
...Mas, desde sus mil llagas, centelleando, se me acerca Hiroshima, se acerca, se curva dulcemente y me hace señas:
-Te ruego, ven, amigo, y mira lo que fue, y lo que es, y cuenta...
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Poeta
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El valle intranquilo Autor: Edgar Allan Poe Estados Unidos 1809-1849
Literato notable, nació en Boston, huérfano desde sus primeros años, fue ensayista, novelista y poeta. Ésta es versión de Andrés Ehrenhaus
Hubo un tiempo en que el valle sonreía, silencioso, aunque nadie allí vivía; su gente había marchado hacia la guerra confiando el cuidado de esa sierra, por la noche, a la mirada fiel de las estrellas desde su azul cuartel y de día, a los rojos resplandores del sol que dormitaba entre las flores. Mas ahora para todo visitante el valle triste es inquieto e inquietante. Nada allí se detiene un solo instante... nada salvo el aire que se cierne sobre la soledad mágica y perenne. ¡Ah, ningún viento agita los ramajes que palpitan como el glacial oleaje en torno a las Hébridas salvajes! ¡Ah, ningún viento empuja el furtivo manto de nubes que, sin respiro, surcan durante el día el cielo esquivo sobre las violetas allí esparcidas como ojos humanos de mil medidas...! sobre las ondeantes azucenas que lloran junto a las tumbas ajenas! Ondean: y en sus pétalos más tiernos se juntan gotas de rocío sempiterno. Lloran: y por sus tallos claudicantes bajan perennes lágrimas como diamantes.
Una referencia interesante es... https://www.youtube.com/watch?v=6r62QXdbYIo
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Poeta
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INHUMANOS
¡ Oh, almohadas de sueños sangradas ! Lágrimas y desolación en expansión entre océanos ; las espumas gimen truenos. Días, demencia y metralla. El poder, la ambición, el abuso. Ácido, espanto que crece ; Y el ambiente... Al romperse revienta y detona Al acobardado ritmo de campanas El salado descontento habita el aire. Y miles son las ausencias reunidas Aquí en la insumisión de pesadillas Allá en la rebelión del desconsuelo Acá en el quebranto del desconcierto Las noches lloran sus estrellas los últimos resplandores justos. ¡ Ninguno toca ya el gusto honesto !.
Autor : JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
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Poeta
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(dedicado a Teo Revilla Bravo y a todos aquellos que con sus plumas y pinceles, nos regalan la magia del Arte)
Que nacen en el fondo por descubrir llegando locos y desbocados sin llamar, sueltos y despuntando alegres queriendo romper todas las barreras, como gritando en llanuras imaginadas.
Dibujos que dieron luz a la noche sin avisar. Los que de la otra vida -la de ayer- quedaron inventados por los soñadores de los espacios y la emoción hecha color; hoy, sobre los lienzos de la vida, envueltos en los momentos mágicos que regalan los silencios del artista cuando mira con el alma, van llegando como viajeros incansables de tantos días ingratos.
Dibujos al aire, soñados, reñidos, robados, …todos deseados; que se inventan hisopados por desconocidas divinidades, que no se marchan, que no se pierden, que no me engañan, que no me mienten.
Dibujos al aire concibiendo cielos más azules, descosiendo las montañas del horizonte, bañados por las aguas de ese mar que me espera tranquilo… allá.
Dibujos de Órbitas amigas, cosidas en las distancias y unidas en los silencios, dibujos al aire que nos llevan… …y nos llevan.
©Jpellicer
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Poeta
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F.O.R.T.U.I.T.O.
Entre la ronca tarde un gramo de hierba de cristal de río desnuda la luna en su seno como un lago en la terraza brilla próximo al membrillo... Más allá de la piel de aquella nube soñábamos estar despiertos sin luz ni sombras. De entusiasmo verde hoguera rosa noble azul De fontana dulce frescura del frontispicio al envés De ignición encarnada lozanía animosa modestia De atender con esmero al detalle compartido ¡Fortuito tal vez fortuito! Con El Silencio danzando lejos de los párpados del aire en la esfera temerosa de los huecos por el mar dormido y escondido en la cabellera de un bosque perdido...
¡Por Venus por Marte! ¡Ah, pasión obediente y sensata! ¡Oh, placer que purifica el fuego! ¡Por el compartir simultáneo! Al volcán entre las olas espumosas de lava serena y cauta de lana generosa dócil de luna satisfecha tibia de leña ensueño y cobijo del fuego ¡Sí, del fuego mismo! petrificado por ver la nieve durmiendo púrpura en las retinas de una oruga dibujando un elefante un canguro un suspiro un latido un momento prolongado un instante constante memoria y templanza Por ver al unicornio con azúcar apodíctico al terreno fértil complaciente fortín Como La miel azul preocupada por la sal... ¡Tal vez privilegio de la pureza de lo fortuito, de lo factible, de lo fantástico, de lo ferviente...!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VOLÁTILES
¡Pasiones...Buenas!. ¿A dónde van?. Sus razones. Arrojadas. En los vidrios. Azulados fragmentos. Del ser. Aniquilada virtud. Consciente del tejado. ¡Cruel vejez!. Escuchando las paredes. Soñando al cielo. ¡Buen dolor al nacer!. Del corazón sin cabeza. Del ver bajo. El aliento un fugaz recuerdo. ¡Humedad, sólo sequía, después!. Arando lagos. Y suspiros. Y latidos. En las horas. El eco. Vierte. Al aire. Cabalgando. A donde van. Las pasiones. Sin... Razón. ¡Alejándose!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SIN ROSTRO
Por ese inalterable dinamismo, en lo siempre estático. ¡Colgado de un sueño duermo!. Por ese triste eco donde anidó el silencio. Del rostro de alar cada mañana. ¡Sin la cara cara indiferencia!. Equívocos del olmo calmo. Donde
Unívocos los álamos claman. Donde cárdenos rodantes exclaman después. Descolgando insomnes. ¡Antes del nacer la tarde!. Y del amarillo palabrear del aire. Revoloteando lluvias. Midiendo silencios.
¡Hablarle a la soledad misma callando!. Confiada cruel cual roca fiada. Sin rostro. Debe al verbo beber sujeto. Del color de versos mil alejamientos. Por articular al dado cargando dedos. Sin rostro. Dudas deudos olor ardor. En los pañuelos. Anhelantes ¡Helo aquí!___ Está menos frío. Aquel juego___ ¡Cuándo no arruina!. En la sorda pestaña que los años cantan. ¡Los ausentes!... Del craneal sentir. Por los latires apretando vientos. Desalentados con cara cara... ¡Por lo barato sida!.
Esqueleteando...¡Aleteando!. Como abuharía la noche el grillo. Sin rostro. ¡Al preguntarse!.
¿Dónde abuharemos las estrellas sin cara cara ya?. Con todo este inalterable dinamismo. De lo siempre estático...¡Vida y muerte!. ¿Qué sería si hubiéramos abuhado la luna?. Por estar. Sin piel pulsando el polvo. Revoloteando. Lluvias. Midiendo. Silencios. Sin rostro.
¡Así las hojas dirán: No abúhen las raíces!. Sin rostro, sin rostro... ¡Duermo del sueño qué cuelgo!. Del techo de la noche infinita. Pues... Lo sé, creo, me dicen: En el rostro de las tintas letras estás. Creo...
¡Qué si bien rehilaba cada sueño!. Sin rostro. Cada noche hube rehilado. Sin rastro ni lastre... ¿Dónde rehilase el dormir podré ser de otra manera?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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