Correr a tus brazos, sentir que tu mirada está ahí, que tu halo está en las dunas ¿será espejismo otra vez? Vivo de antídoto matutino ese que nace de su garganta, poción que nutre mis entrañas voy a hidratarme sinfín. He perdido amigos en el trayecto, aliados de mi costado han huído, la soledad ha menguado mi fuerza sólo me levanto con tu zumo. Si la humedad de su vigía ilumina las tormentas arenosas, si el efecto de su piel cubre mis quemaduras: ¡no son nada hijos de la ignorancia! ¡que las ánimas oscuras se alejen! ¡que se cumpla el anuncio de loto! ¡que la pereza huya de aquí! Nadir de aridez asfixiante trazo donde dos más dos eran menos uno acá donde gusanos y troyanos enturbiaron el lenguaje De aquí donde se veía todo perdido hasta que el dique de la magia contuvo con círculo bendito marcado por el mesías: para alejar la tentación para recuperar el nombre para reconocerse en el polvo para esculpirse a sí mismo. Como hijo de lo alto andaré en despoblado y después de viajar volveré al hogar para que el fuego fraterno me limpie la mente e infusión de muérdago corte el mal que hechizos y encantos se alejen: ¡porque Padre, Madre e Hijo en uno están aquí!
|
Poeta
|