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Expresiones compulsivas de tu debilidad social, expresados en tus incontables enemigos que has hecho, no puedo saber como te sientes, cuando no dices nada. Una forma de obsesionarse, una forma de causar caos, no nos importa lo que digas, no caeremos en tus juegos. No me interesa nada, no nos interesa lo que digas, no seremos parte de tus engaños, es tu inoportuno sentido de superioridad, es tu insoportable forma de vanidad. No nos importa lo que digas, nunca entraremos a tus juegos, no queremos sangrar por todos tus pecados, nunca seguiremos tu camino, no nos interesa más, como interpretes tu último regreso. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Perfecta por naturaleza, iconos de la indulgencia propia, justo lo que necesitábamos, más mentiras acerca de un mundo que nunca fue y nunca será.
Vanidad por naturaleza, belleza superficial, mas mentiras ingenuas, todo por la fama.
Mirala y dale saludos, aquí viene ella, inclinada y con la mirada maravillada oh cómo te amamos, sin un solo defecto cuando estás fingiendo, pero ahora yo sé que ella nunca fue y nunca será perfecta.
Viviendo en fantasias sin fin, ilusiones vanas y retorcidas, vanidad malnacida, mentiras al descubierto.
La tonteria mas grande, fue vender su alma al inframundo, el precio de la belleza vanal, la tonta de todos, esta por llegar.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Estuvimos viendo lo que buscas, ahora nos tienes acorralados, caes dormido desde mi vanidad, eso nos costó la vida. Se escuchan los aullidos, a lo largo de la sombras, una jauría de lobos, se aproximan ya. Hemos buscado sin detenernos, pero no hay rastro para ser hallado, como todos ellos simplemente se desvanecen, pero sé que están alrededor. Los lobos se acercan, su aullidos se escuchan, cada vez mas fuerte, estamos dentro de su territorio. El sol está saliendo, los gritos se fueron, muchos cayeron, pocos continúan en alto y de pie ¿éste es el final, del que hemos empezado? ¿recordaremos lo que hicimos mal? ¿Que hicimos mal? ¿cual fue la razón para atacar? ¿es el final del principio? ¿o solo un simple sueño? Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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MARIPOSA INTEMPORAL
Por la noche una mariposa nadaba. Y sonriente cantaba la luna. Cómo la nieve del águila. Del escudo estrellado esa noche.
Por la tarde un camello volaba. Y silencio, pensaba el sol. Cómo el agua de tortuga. Del camino perlado esa tarde.
Por la mañana. En el tiempo serpiente. Espiral siempre.
Por la montaña. Anterior a los tiempos. Hay felicidad.
Por las pupilas del sueño asoma una lámpara. Por las antorchas del cielo camina un perfume.
Es el silencio sonriente del tiempo. Es del tiempo sonriente el silencio.
Sonriente. Es él. Silencio... Del tiempo. Como el águila del agua, y la tortuga en la nieve.
La mariposa. Dichosamente nada. Nocturnamente.
¿El escritor quién ha sido?. Un pobre antes. ¿De modelo quién sirvió?. ¡Una lágrima!.
Y la mariposa, reposaba un tibio después. Entre tiernos vidrios, cantó mármoles. Hacia el ocaso, sobre el mar, en marcha.
Fosforescente de instantes. Cada minuto recuerda su verdad. ¡Voz , tenaz. Del horizonte!. Tres caricias vibrantes. ¡Los relojes bebe en un segundo!.
Intemporal sinfónica. ¡Cada ala sublime, enciende las lejanías!. Y renace. ¡Preciosa escultura!.
Relámpago que atraviesa los dolores. Virtud que embriaga los maniquíes.
¡Creatividad!. Mariposeando feliz. ¡Embelesada!.
Al dolor solemne adiós. ¡Comprendiéndolo!. Al placer aplaca dulce. ¡Viviéndolo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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El arbusto Promovido desde el trasfondo de su prehistoria, alcanzó el telón ceniciento de los días ignorados y eternos. Pálido arbusto reclamando soles, de los biombos arcaicos extrajo la celestina frase, la travesura ideada.
Se empinó en su clorofila ingenua en su pubertad sin ríos. Exprimió el fugaz beso ribereño. Acarició entre almendros la piel de una dalia marchita.
Creció hasta la mitad, brillante remanso verde para todos los fugitivos del camino. Pero allí se detuvo vanidoso creyendo alcanzar la estética y el perfume.
Era absurda su vitrina de cielo, los álamos pasaban de largo sin mirarlo. Encogióse el arbusto y comenzó a pensar como lo hacen los hombres.
Como ellos se encogió releyendo cada fibra de su desarrollo artístico. Crecimiento exiguo de trovador censurado- Asfixiado por los inviernos, los intereses del cactus o del aromo amarillo.
Así se le vio retorcerse en su pasado. Regresar poco a poco a las entrañas ripiosas del monte, reversible peregrino reencontrándose con su genuina prehistoria de semilla ignorada.
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Poeta
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