Te evoco a ti, Don Vasco de Quiroga, grandioso de obra que la ignorancia ahoga, quisiera recordar tu tierna esencia, luego abundar . . . en la benevolencia.
Querer al prójimo, ahorrarle lo sufrido, del nuevo mundo anhelo esclarecido; un cuento de hadas aquella fiel nacencia en magra España de plena efervescencia.
Allende Madrigal de las Altas Torres prendió la tersa cuna de tus fulgores, sobre el Reino de Castilla la Vieja magistral presagio de tal grandeza.
En años de mil cuatrocientos setenta, de cierta oscuridad, siempre irredenta, nacieron contigo los deseos de bondad, de fe, de austeridad, de abrigo y caridad.
De dos seres hermosos, tú, brotaste, cariño en la niñez así encontraste, más, Dios bien te dotó de algo inmanente abriendo el cielo a tu corazón latente.
¿Quién cinceló ese ser maravilloso sensible, desprendido, generoso?, ¿quién esparció en tu mente de soñador la semilla de la humildad, leal candor?
Te marcan Erasmo, Vives, Santo Tomás, les captas lo bueno, te instruyes sin más, das honra a Petrarca, al gran Pedro Mártir, con México sueñas, piensas compartir.
Sacros ideales de perfección cristiana con la raza p’urhépecha michoacana, al indio tendiste muy franco la mano, por ese detalle fue más que tu hermano.
Azas, estudiaste derecho canónico, leyes, fuiste Juez de corte platónico, Oidor, Sacerdote, Obispo muy sano, todo lo que hiciste nunca fue en vano.
Noble castellano, castizo hombre hidalgo, entregaste todo sin quedar con algo, tierna simpatía por tus semejantes, de los buenos tratos todos demandantes:
“Poder de juicio acertado, todo individuo tu aliado, forjando psique espiritual educas su ser corporal.
Santa Fe de la Laguna sociedad como ninguna, Hospital-Pueblo anhelado un deseo cristalizado.
Trabajo, alma, amor, decoro, la “Utopía” de Tomás Moro la hiciste una realidad, tolerancia, humanidad.
Virtudes tuyas sinceras con abnegación de veras, pacifista religioso forjaste núcleo enjundioso.”
En Pátzcuaro, se te valora y admira, habría que desechar crueldad, violencia, ira, gracias a esa enseñanza reconciliadora apegarnos los seres humanos a tu aurora.
Mira, que bella está la Basílica en la que moran osamenta y súplica, tus ánimos, que velados por la Virgen de la Salud, nos reflejan tu origen.
Déjame decirte, Ilustre Tata Vasco, la mezquindad hace de la miseria un asco, ¡viva tu modestia, ideario, fidelidad, que, en este suelo jamás impere maldad!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Pátzcuaro, Estado de Michoacán de Ocampo, México, a 14 de marzo del 2012 Reg. SEP Indautor No. 03-2012-030612580800-14
Un poema me engaña de forma compasiva; me mete en la cabeza que puedo ser poeta. Un poema convierte mi vida en su motivo y saca de mi instinto, de utopía, verdad. Un poema es un hijo que ha logrado su sueño; me enseña que ha obtenido para los dos el Ser. Un poema me limpia la voz de anonimato y la impone al murmullo del mero transcurrir. Un poema no deja que esté solo en el mundo; me trae de todo el orbe la voz de la hermandad. Un poema me eleva sobre los mandamientos, me premia por el tiempo que le dedico fiel. Un poema es un perro leal a muchos dueños; me escolta, aun ajeno, por trechos de mi umbría. Un poema me arrulla como lo hacía mi madre y me despierta en horas baldías a sembrar. Un poema me deja pasearme en tu pretil y a veces me permite saltarte al pensamiento.
Hoy no me hables de miserias, ni enfermedades ni maldad ni muerte, que hoy, mi decepción está optimista.
Háblame de perfección, de paz, de amor perenne y todas esas cosas que nos “pintan” de pequeños.
Hoy no me interesa debatir el porqué del triste fracaso de lo primordial, ni quienes tienen la culpa, ya que lo sé, ni quienes van a enmendar tal hecho, porque sé que es otra mentira más.
Háblame de un paraíso alternativo. No del de estratagema religiosa, sino de éste, pero imparcial. Éste, con inmunidad infantil genuina, donde se restituya a la inocencia el paraíso natural que le viciamos.
Háblame sutil como me hablas para que desista, cada vez que invoco, (a riesgo de morir de ilusa estupidez) los cándidos poderes que me harían cambiar el mundo de un abrazo.
Y si quieres hablar de realidades, dime por ejemplo: por qué relucen tus ojos cuando me ves aparecer, y qué piensas cuando te aferras a mí, mimosa y en silencio como ahora.
Pero hoy no me hables de miserias ni enfermedades ni maldad ni muerte, que hoy, mi decepción está optimista.
Volvió a brotar una esperanza de amor en mi vida, volvió a nacer un sentimiento ya muerto por el tiempo. No sé por qué tuvo que pasarme eso, cuando con flores y sonrisas trataba de conquistar tu corazón, te escribía poemas de amor, te dedicaba siempre una canción, ¡con tal de conquistar tu corazón...!
En verdad, no sé qué decir, ¿por qué ahora vienes a mí? ¿Por qué traes sonrisas? ¿Por qué tienes la mirada diferente? Tal vez, ¿no encontraste el amor que querías? Tal vez, ¡te maltrató la vida...!
¡De pronto me olvidas y te vas! ¡Luego te acuerdas y vienes a mí! ¡Es porque yo soy él que te hago feliz! En el fondo de tu corazón, ¡yo sé que piensas en mí...!
¡De pronto me olvidas y te vas! ¡Luego te acuerdas y vienes a mí! ¡Es porque yo soy él que te hago feliz! En el fondo de tu corazón, ¡yo sé que piensas en mí...!
No hay quien te declare amor, con flores y una canción; ¡yo sé que tu corazón busca el amor que tengo yo! No es fácil decirlo ni es fácil hacerlo, pero no imposible decirme "te quiero".
Autor: José Monnin elpoeta del libro Raíces de amor del mismo autor todos los derechos reservados. Limpio-Paraguay
Amigos/as espero les guste el poema y el recitado les dejo un abrazo. Y gracias por pasar.