Siniestros rostros, en obscuros laberintos
La maldad insolente de muros helados
La crueldad de mentes, sintiendo el calvario
Riendo, disfrutando la muerte del héroe
Yace bajo la cruz, pendientes de espinas
Que lastiman su piel, que laceran su alma
Pero sabe él, que lo hace por el bien
A su padre le ruega, sin tener respuesta
Pero no lo obliga a sacrificar su sangre
Es su lealtad, la que hace su bondad
"Un canto a la muerte, un grito a la vida"
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (KURT)
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