|
Hombros rotos
¡Hombros rotos... Somos!. Rostro roto. Somos. Como prólogo. Solo. Otro oro rojo. Solos. ¡Cómo sol polvoso!. Honor color mohoso. Con cho sollozos homófonos. ¡Cómo rostros rotos polvosos!.
Por otros nosotros. Con otros hombros rotos. Por otros plomos. Con otros rostros polvosos. Por otros orondos pomposos. Como pronto lodo... ¡Sonoros!.
Somos... Hombros rotos. ¡Otros ojos rojos!. Somos... Hondo dolor. ¡Como coro lloroso!. Flor solo... Protocolo solo. ¡Flor, color otoño, solo!.
Hombros rotos, rostros polvosos. ¡Por orondos pomposos sonoros!.
Otro sol borroso. Somos. Otro tronco roto. Somos. Como fondo sordo. Con loros como coro. Con monos como probos. Con golfos como robots.
¡Hombros rotos, logro horroroso!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
EN LA NEVERA PRESENTE
Coco morir, empalmadas, manos,palmas, robles, cedros y álamos en cruzadas. Las gracias. Lacias mueren. Enramadas palmas. ¡Piénsalo dulce!. Sé cono... Sílaba.
Volcánico. Icosaedro del nardo. ¡Dos oíres de palmas!.
Unidas no desnudas. Esperanzadas del bosque. ¡Querido pasado!. Doble coco mono. Canos ecos insólitos. Piedras las manos. Otros rostros. Curioseando. Los caminos ¡Últimos!. Sé cono de nieve. De coco. Dulce, recuerdo, memoria. ¡Del tiempo helado!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
TAL VEZ DE NOCHE
Una noche con la muerte de diez años, vi las cosas equivocadas. Cuando recuerdo tus secretos sueños, veo danzando los olvidos. ¡Vivo, helecho, rebaño, balando!. Un corral de ceniza, de raíz establo. En la transparencia de los bosques. Los dos, ciruelas, acostados. En la playa del remedio. Deformado, dolor, sin rostro, sin rostro. ¡Cataratas de sangre muda!.
Tal vez de noche.
Los dos secretos recuerdos. Los dos sueños olvidados. Del compañero, polvo mañana. Igual al mío. Mañana, mañana. ¡Tal vez de noche, sueñe!. En el morir. ¡Qué muero vivo!. En el vivir. ¡De los gusanos qué ríen!. ¡Qué las mentiras decoran dulces!. ¡Cuánto Venus olvidado!. Y Marte, fornicando húmedo. El piso sangrando auroras. Con la danza de la lanza. ¡Los sueños son secretos!. ¡Y tus transparencias bosque!.
Tal vez de noche.
Una noche, de lágrimas cadena, vi más cosas, equivocadas. ¡Luces retorcidas de palabras!. ¡Palabras retorcidas de luz!. Unos ayudantes de su dios. Otros abiertos, publicistas. ¡Del rebaño indiferente!. ¡Esclavos del perdón!. Deforme inmóvil. En el corazón, hielo, que olvida ser. ¡Libre, agua turbia y seco desierto!. ¡Esperando!. Gratuito su edén. Tal vez, tal vez, siempre ha sido un tal vez.
Tal vez de noche.
Dos millones. Añejos espejos. Ven las dos. ¡Dos humanidades!. Y el fracaso del diluvio. Y glaciación. Las cavernas son distintas. Y distintos los lenguajes. ¡Pero!. Las dos humanidades siguen iguales. Sin mover un solo dedo, justo, hueco, diario, que camina, que injusticias vende. ¡Un eterno esclavo de sí mismo!. ¡Un sí mismo!. ¡Qué no existe!. Cuando recuerdo las vidas, que se han ido.
Tal vez de noche.
Las dos ciruelas y planetas. Veo tanto secreto olvido. Tus danzas por la vida. ¡Hombre sin remedio!. Sueños de millones. Años. ¡La historia sentida!. La involución sin sentido. Dos secretos. Tal vez de noche. Dos secretos olvidos. ¡Tal vez de noche, las dos humanidades! Una noche. Con la muerte. ¡Vi las cosas equivocadas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
ÁGUILAS AMARGAS
Las águilas de la tierra son compañeras. Montañas de amargas mañanas. Arañas y palabras tal vez. Ves, ves. ¡Ya el pez agoniza!. En las malvadas ventanas. En los rostros sombríos. ¡Con la mohosa tormenta de los azulejos!. Águilas. Amargas. Águilas. ¡Amargas amargas!.
Desplumado el verano purifica solo escombros. Con el brillo sorprendido y afilado. Remolino de redes y tapias. ¡Ásperas son las cascadas voces!. Humanos, ¿humanos?, desmoronados. Espesos pájaros efímeros. ¿Uñas acaso el velo de sus garras?.
Amargas. Águilas. Amargas. ¡Águilas, águilas!.
Disueltas calaveras se bañan. Valle inmenso y selva de huecos. Las pieles e instantes viscosos. ¡La entumecida memoria en las urnas!. ¡La ternura derramada en las cenizas!. Con el vientre mortuorio de cosméticos vástagos.
¡Águilas amargas, águilas amargas!.
Sobrantes son las tinieblas hinchadas. Enterradas rodillas en círculos. Con los dardos de piedad y peltre. ¡La dichamancillada se escurre!. ¡La sequedad de obscena garganta!. Con el jorobado invierno, de atroz adorno. Amargas. Águilas. Del... Mañana.¡Manzanas moradas, enroscadas!. Y en las venas vanas. Venas vanas. ¡Vanos tiempos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|