Este artículo o categoría puede incluir contenido sensible. ¿Seguro que quieres leer?
Cada instante que pasa te pierdo, no pensé que llegaría el día fatal que de mí te arrancarían para siempre.
Se acorta el tiempo de la partida definitiva, no luché lo suficiente para quedarme en tu regazo me equivoqué, no supe retenerte.
No puedo pedirte que me esperes a lo mejor esta promesa de rescate jamás llegue, pues mi voluntad está falleciendo al perderte. El llanto rodea con indignación mis pupilas, lugar fértil, entorno de alegría, te quedas hoy triste esperando que las garras de una fiera sin alma erosionen y acaben con los que te dieron la vida.
Jolgorio de tiernas avecillas, cantos vespertinos, abriendo sus alas llegaban a tu nido, pues hoy se irán lejos saben que te hemos perdido.
Estiro mis manos ya no puedo alcanzarte. ¡Qué sólo te quedas pedacito de mi alma!
No fue justa la batalla, te ganaron con engaños no obstante mi esencia se quedará contigo, exigiéndose cumplir el compromiso de recuperarte.
Autor: Quituisaca Samaniego Lilia
|
Poeta
|