|
“El cual ganará por ser el que más hace daño . . .”
La ONG Index on Censorship, inglesa, se puso el chip y en su pública labor para hacerles justo honor.
A malosos del planeta exhibe, la mera neta, ya nominó a un mexicano como tirano del año.
Andrés es un elegido para, entre doce, ser ungido ganador del galardón de “presidente” campeón.
Del peor gandalla del mundo, este concurso es profundo compiten Putin, Ortega, se espera dura la brega.
Aunque no estará Maduro ni Canet, un ruin, cruel, puro, contienden varios rivales todos son tales por cuales.
Dictadores inhumanos, déspotas hasta infrahumanos, que atacan con sin razón la libertad de expresión.
Y en impúdicas aristas violentan a periodistas, valiéndoles tantas muertes, en fin, por ser indolentes.
Vamos a apostar, invito, López es el favorito, el peje, por más infame sin duda, pues, va de gane.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 26 de diciembre del 2022 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
Reminiscencia Panorámica
El sudor azul sube verde, deshuesando el vapor, y sepultando los sueños, el sudor azul, que descansa de los ojos sin almendras. El sudor azul, compañero de la espiga, escribía de las cantinas, y las paredes caídas.
Y recogía de los techos hambres viejas, y sembraba las miradas del sordo mar, y ninguna de las piedras dibujaba la nieve, y faltaba el eco del último vacío doblado.
Es la ceniza, creo, es la ceniza, y la piel de hojalata, desgajada antes de morir, es el premio, las camisas y los cocodrilos alegres, los que anudan lenguas al hielo.
Huían los alaridos del desierto, hecho añicos, con las orejas tapadas, con lágrimas de plomo seco, con camellos arrugados, y marineros extintos, que decoran vajillas de miel, en volátiles cristales.
Nadie puede, no puede nadie, todo es mentira. Solo es el hierro devorando algodones calientes, del ala plantada, en la esquina confusa. Es el mismo grupo de muertos, que desayuna, las ventanas indefensas, donde el sol se puso.
El sudor azul descansa sonriendo, con los bolsillos de ballena, de pala y pico. El viento paralítico, alumbra su esperanza, endulzando al tiempo sus colores, que niegan humedad al agua.
¡Pobres perlas paridas!. Pobre, pobres. Aquel día nunca fue nunca, y sigue pasando, en las rendijas con garras de mil tintas, y anudando al vapor liebres, por los cementerios de las letras.
Asolada la noche cultiva espadas, por donde el sabor a olvido escapa, y el espejo ha perdido el escudo, desnudando muchedumbres negadas, sin cabellos tristes que recuerden, el viscoso vientre de los ecos.
A pesar de ello, el sudor azul respira, y el viento amarga las cuevas, allá donde la consciencia envejece.
Sin embargo, aún hay espinas espigando, esperas de espuma y panes con muslos, de blandos fusiles y crines risueños, agitando a las setas sus catedrales, en los venenos del pergamino llorado, con el rumor de las conchas y corchos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
MANIATADOS PESARES
Por ser en el mundo, un muro magro, la soledad vacía, palpitando tierna, en la esquina, de dolores agrietados, por el rostro de la voz, violeta, y el corazón, de la falsa luz, balsa que desgarra, la fe forzada, por el premio, el perdón, y el castigo, del mismo polvo, devaluado e inconsciente.
Por la deshumanización, polémica del llanto, en los resortes de las ranas, que se oponen, al camello que contempla una ballena, en las noches de la palabra ingenua, y cándida, es la madera astuta, confundida con el plástico, encerrado en el regreso de las moscas ilustres, sentadas en la miseria, lo suficientemente seria, como flexible, es el impacto, que lo oculta, a diario.
Maniatados pesares están entre las cortinas, tejiendo las cándidas luciérnagas, con archipiélagos sonrientes, en el mármol mudo de miedo, de burbujas angustiadas, en la noche bajo la cama, del pantalón sorprendido abajo, y la camisa sobre el corpiño.
Maniatados pesares de la inocencia, cruda y dulce conjetura digna del espejo, de las preguntas que engendraron, y donde las respuestas murieron, entre camas solas, mesas tristes, migajas de hogares destrozados, en los aires ahogados, ausentes, por el bendito olvido, que se fabrica obligado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Um soneto bate em minha porta numa hora imprópria, errada. Tentando não perdê-lo por nada, eu jogo-o numa rima torta.
Tanta coisa assim me invade sem “se tocar”. Quem se importa? Para ele, hora imprópria, morta, tanto pode ser cedo como tarde.
Mas de que reclamo, se este é o prêmio por dizer que o amo?
Tanto faz: Hora, dia, ano... Quando morto: um gênio! Quando vivo: um insano!
A. J. Cardiais imagem: google
|
Poeta
|
|
De índole añil
Al indigno sintético del índigo Del fruto plástico Indigestible, el indiestro cultiva ¡El osudo osario! Añil, añil. ¡Por la vigilia____Vidriosa___Sensible! Al sonido del bosque huele atónito, Al interior ciudad silencia[/center]
en las calles, puñados, efluvios, ¡Volar de preguntas ignoradas!___ (Valor núbil bala)... ¡Balando los borregos sin lana!
Solo... Pasando el humo, en dirección al sol de noche, ¡Qué tirita, desapareciendo, culebreando!
A Los Transeúntes, qué ya no existen___ (Innúmeros)
Llenos de flácidas ausencias En un presente, endurecido ¡Empolvorado enrojecido el cielo arrulla! ¡Páginas qué fueron importantes!
Hojas Árboles de vida plena, (árbol petrificado hoy), Hojas destintadas, en la esencia del otoño, Plantó añil la raíz nueva, de muerte enarbolada en las ramas tierna el árbol de la muerte cierta.
De Indole... Añil por el sextante, hexagonales los más hogareños desencantos, el dolor multiplicando. Añil De Indole... Abundante hoy reseco eco y lógico ya, no... Lleno el llano llameando ceniza nueva. Por El Indigo Plástico Del osario... ¡Indiestro, indigestible, obtuso!. Hojas de vida, indebida, por seis otoños muertos. ¡Álamos, numerosos, plateados!
Con___El premio__ Del ciprés alado. Por la cerradura, olor, error, ¡Abandonando el cuerpo muchos!. De la pólvora hermanados, bebido el plomo de aquéllos que vomitan plata.
Pliegues de jardines, pétalos al infinito, ¡Al punto dónde nacen las creaciones!.
Coonnn La música de cánticos y lámparas (en balsa amados). Coonnn ¡Arpas cándidas, del reposo!. (Tal vez eterno.) Desti Lando las campanas el llanto, borregilbalando.
De índole añil. En la pobreza deleznable ¡Qué niega el sable! Sin los más indispensables muebles ¡Qué el añil acalla!. Tan lleno de miserias por una parte Ssseis otoños de secas hojas Tan lleno de tesoros por otra ___Vida ya fuera, de esta tierra___
Añil, añil, de índole. Insondable, millares de angustias. Al mmmensaje sediento de la duda. ¡Cuerdas que aflojan las palabras, (estrellas rejas), y sienten, dicen, ser el mismo cosmos!. De súbito, abundantes...De sinsabores. Por los senderos sin rumbo. ¡El testimonio elocuente del engaño!... Mil veces repetido, repartido, digerido y diseñado.
De Generación ¡Qué al bosque viste, en llamas agitadas! Las ciudades de masas vegetales De ¡Índole Añil Indigno!. Ssssiendo, lo que solo puede sostener. ¡Con la pobreza!. La nobleza del origen..
En las ondas, hondas, hundidas, undícolas, Raíces del eco borregondas. Del corazón. Vivo. Por lo inmenso. De la lista. ¡Añil, hexamétrico dislate retorcido brilla!
De los tejados al entresuelo Del vulgo cabalgando extintos ¡Los recuerdos! Incurables____ Las ausencias palpables.
De las malas artes lenguas, de agujas monótonas cortantes. Añil, añil, añil.
¡Cuándo ya se desvanece, lo que se dice!. Y el sable niega ¡Cuándo de nuevo las máscaras se arreglan! De índole Tal vez. Envainando la servidumbre de sus hijos De índole Tal vez. La esclavitud almidonando. ¡Con las faldas de los volcanes!.
Extintos... Fríos... En blancura.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Um soneto me bate à porta numa hora imprópria, errada. Tentando não perdê-lo por nada, jogo-o numa rima torta.
Tanta coisa assim me invade sem “se tocar”. Quem se importa? Para ele uma hora imprópria, morta, tanto pode ser cedo como tarde.
De que reclamo se este é o prêmio por dizer que o amo?
Tanto faz: hora, dia, ano... Quando morto: um gênio! Quando vivo: um insano!
A.J. Cardiais 06.02.1990
|
Poeta
|
|
ESCONDER EXPEDITO
Guar Daba... La mirada la lechuza noche, la cortina, el viento del momento, al batir las alas. Ccon el rojo huyendo!. Al fondo de las calles.
Guar Daba... El eco absurdo del veneno solicitando, audiencia de alcobas al fantasma, del rostro de los renglones colgando, el eco encerrado, en la cera prometida. ¡Del violín enfebrecido y alberca dura!.
Guar Daba... El precipicio al primer paso respirando. El brutal desprecio de cualquier vida. El vicio hecho virtud, de todo subsuelo. ¡Al peinar la plata incomprensible!. ¡Al estupor de las nubes acomplejadas!.
Guar Daba... El drama atroz. La lengua de paloma disfrazada. El premio a la ignorancia imprescindible. La rapaz fuente, bordando los manteles. El arte dormido de los instintos.
¡Guardaba el encanto de los sueños!. In Vi Si Bles. En los rincones. De la memoria. ¡Olvidada de sí misma!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Las Horas Envejecen
En la tumba inaccesible de la imagen. Un reloj. Incluso las paredes no pudo soportar. Ni segundos, a los minutos. ¡Discípulo de la malhumorada neblina!. Diaria, húmeda de la divagación culpable.
Envejecen, las horas, envejecen.
En la urbana soledad moderna. Conmoción. En la herencia inédita fugaz. Agricultura. En los gestos musicales de los juguetes. ¡Osificados!. En las raíces sagradas de clara arquitectura. ¡Hexagonales!.
Las horas, envejecen, las horas.
A los relojes las manecillas. ¡Sin cuerda, ni cuerdos, en desacuerdos!. Con el premio de la antigüedad visible. Renovando la cosecha de momentos. Un recuerdo de mil olvidos lleno. En la corona de los meses testigos. Usual incendio del júbilo numeroso. ¡Partidario de pedir más noches al mar!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|