Cuanto deseo haber nacido ciego para no estar recordando ni tu mirada ni tu sonrisa.
Hoy de nada me serviría vaciar las cuencas de mis ojos si te vi con los ojos de mis dedos; de nada serviría cortar mis manos si cada línea de tu figura está guardada en mi mente.
Deseo matar mi boca para que no hable más de ti, vaciar las minas que botan perlas que para ti valen nada.
Deseo que los huesos de mi amor sean calcinados por ese tiempo que con mueca cruel se burla de mi incapacidad de olvidarte.
Quiero ser valiente para blandir afilado desprecio y matar tu desdén, así no vería tu ausencia.
LCRG, RACCS, Nicaragua, Feb 08/2015.
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Poeta
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