Sesenta años, casi todo se fue, solo queda muy poco camino para caminar, lo que parecía estar lejano hace tiempo, el tiempo te lo fue acercando, ya estás ahí, a la vuelta de todo, a la mitad de la nada y sin pensarlo siquiera, te encontrarás cara a cara con ella, viene a buscarte, sabe que no puedes decirle que no, ningún sentimiento existe en la relación contigo, ni con los que te rodean, es como la vida, se presenta y ya, no le pide permiso a nadie no pregunta cuándo, ni cómo, ni porqué, son dos figuras que tienen todo el poder, jamás nunca nadie pudo con ellas, no son malas, ni buenas, simplemente un eslabón que segundo a segundo, hace mover el reloj de la naturaleza, es claro el mensaje que dan ambas, no les importa si estas, o no estas, porque no viven, ni mueren, pequeño engranaje de la existencia que comenzó hace millones de años, en un lugar desolado. A una la nombré, la otra es la muerte.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
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Poeta
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