ODA A LA BIBLIOTECA (I)
Ella en el tiempo hojas del silencio pergamino, papiro, madera, palpitante lejana arcilla cuneiforme se mueve entre retinas navegando con velas y manantiales meciendo de las cunas alas, leyendas, sueños, verdades, seres invisibles gotas de campanas por las palabras muertas tintas sin leerse derribando siglos de peligros idos por el polvo húmedo del fuego en la profundidad máquinas del tiempo desatando frescuras márgenes turbulentos ensueños en vasijas que dejan sus ropas que cultivan la luz que las sombras decoran que ennoblece al vacío si sangra tejiendo al frágil humo alambres juveniles espadas al zapato encuadernado a veces encuerado gastado, deshojado, dañado, por los párpados de nieve latidos enredados cuando amanece la mina.
Libro tras libro en la isla fiel compañera inquebrantable cruzando lingotes de renglones, relatores, libreros amigos en eso que talla y labra el sombrero plateando los caballos que gozan sus viajes dorados por las ventanas al pasado de muchos mañanas hojeadas en la copa del inmenso árbol en la minúscula copa que se bebe solitaria la pupila del espíritu cautivo en la inocencia perdida en la espuma gris de sangre sandalia que dice si el pecho repite si al mar seca por aquietarse el frío convencido entre las pastas doblado el año en un minuto siglos, épocas, mundos, dioses, amores, libertades extraviadas, imperios perversos de sal y ruinas libros libres y quemados, por sus semillas de viento eterno hierro como nadie puede hacerlo como tú en la vida que me lee escribiéndola y que guardas encarnizada. Más allá del tiempo librero.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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