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Quando eu era jovem, eram os velhos tempos. Tempo de guerra, tempo de ditadura, dificuldades. Na minha juventude também vivi bons momentos, E é desses maus momentos que ainda tenho saudade.
Os anos avançaram mas as facilidades, essas não. Nem todos podiam ter algum pão em cima da mesa. Acabou a guerra, mas não, a paz não estava no coração E para ter um futuro risonho ninguém tinha a certeza.
Mudaram-se os séculos, mudaram-se as tecnologias. O povo pensava que com a revolução tudo ia mudar. Apenas se ganhou a Liberdade, ficou a demagogia, A lei do mais forte continua a nos trazer o mal estar.
Tudo se tenta, trabalha-se estuda-se nas universidades Nem todos, nem só doutores nem também só pedreiros Mas tantos anos de labuta, e guardamos as dificuldades, Somos obrigados a deixar o nosso País por anos inteiros.
Tudo isto é triste, que tem de bom esta nova sociedade? Porquê para uns são rosas e para outros só há espinhos? Obrigados a nos separar de quem amamos, fica a saudade Só guardamos em pensamento e sentimo-nos sozinhos.
A. da fonseca
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Poeta
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A qualquer momento posso ir embora... Estou sempre de partida. Talvez nem dê tempo para despedida.
Não é que eu seja pessimista... É que não quero que a morte, me perca de vista e me deixe aqui, penando.
Não quero ficar assistindo este pobre Mundo se acabando.
A.J. Cardiais 30/01/2010 imagem: google
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Poeta
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Me queda media hora
para sumergirme en la laguna de tus ojos
media hora escasa
paupérrima
violenta
terminante
para musitar tras tu lágrima
que me alejo
Déjame un puñado de silencio
un abrazo anclado
al alma encarcelada
que te grabará
en secreto
Media hora apenas
para alzar mis huesos
de tu lecho
apartar mis raigambres
de tu cuerpo
y despertar del sueño
con el agua fría
con la camisa blanca
la corbata de seda
los zapatos lustrados
mis documentos
Media hora
que se escapa en el silencio
ni un te amo
ni un reproche
Parto inexorable
sin despedirme
Me queda media hora
Alcanza para un café
o un té con canela
Cuídate mucho
me conceden tus labios
la media hora se agota
raudo alcanzo mi valija
y sin poder mirarte
frunzo el ceño
beso tu mejilla
y un hasta pronto
mentiroso
rasga el aire
Una paloma
ensucia la vereda
y el golpe de la puerta
a mis espaldas
cancela el último minuto
El amor se esfuma
y un avión me espera.
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Poeta
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Despedida Me queda media hora
para sumergirme en la laguna de tus ojos
media hora escasa
paupérrima
violenta
terminante
para musitar tras tu lágrima
que me alejo
Déjame un puñado de silencio
un abrazo anclado
al alma encarcelada
que te grabará
en secreto
Media hora apenas
para alzar mis huesos
de tu lecho
apartar mis raigambres
de tu cuerpo
y despertar del sueño
con el agua fría
con la camisa blanca
la corbata de seda
los zapatos lustrados
mis documentos
Media hora
que se escapa en el silencio
ni un te amo
ni un reproche
Parto inexorable
sin despedirme
Me queda media hora
Alcanza para un café
o un té con canela
Cuídate mucho
me conceden tus labios
la media hora se agota
raudo alcanzo mi valija
y sin poder mirarte
frunzo el ceño
beso tu mejilla
y un hasta pronto
mentiroso
rasga el aire
Una paloma
ensucia la vereda
y el golpe de la puerta
a mis espaldas
cancela el último minuto
El amor se esfuma
y un avión me espera.
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Poeta
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Me queda media hora
para sumergirme en la laguna de tus ojos
media hora escasa
paupérrima
violenta
terminante
para musitar tras tu lágrima
que me alejo
Déjame un puñado de silencio
un abrazo anclado
al alma encarcelada
que te grabará
en secreto
Media hora apenas
para alzar mis huesos
de tu lecho
apartar mis raigambres
de tu cuerpo
y despertar del sueño
con el agua fría
con la camisa blanca
la corbata de seda
los zapatos lustrados
mis documentos
Media hora
que se escapa en el silencio
ni un te amo
ni un reproche
Parto inexorable
sin despedirme
Me queda media hora
Alcanza para un café
o un té con canela
Cuídate mucho
me conceden tus labios
la media hora se agota
raudo alcanzo mi valija
y sin poder mirarte
frunzo el ceño
beso tu mejilla
y un hasta pronto
mentiroso
rasga el aire
Una paloma
ensucia la vereda
y el golpe de la puerta
a mis espaldas
cancela el último minuto
El amor se esfuma
y un avión me espera.
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Poeta
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DEUDA
¡Nos quedamos debiendo tanto amor! ¡Qué necio fue creer parar el tiempo! Gastar como ebrios los momentos. Posponer como ciegos el amor.
El acero enraizado que bullía. Fortalecido en distancia. Que brillaba en tus ojos. Que vagaba en los míos.
¡Nos quedamos debiendo tanto amor! De la mesa cotidiana, hoy me duelen los silencios. Y es ahora, mi viejito, en tu ausencia de martillos, o en tu patio enmudecido, que te gritan mis cimientos, se lastima el corazón.
Por pantanos rutinarios extravié mi red filial, Nos amábamos silenciosamente Fuimos rieles bifurcados. ¡Ay, qué deuda más absurda! Con racimos en los brazos, demorando en abrazarnos…
¿Habrá, Dios, aún espacio que nos colme de consuelo? ¿Qué compense esta torpeza que hoy sacude mi canción?
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Poeta
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Sueles convertirte en un misterio cuando entra en tí, casi en puntillas, el halo voluptuoso de mi beso.
Eres entonces, laberinto rosa, despiadada aurora cegando mi sueño.
Dificulto que pueda sostenerme sin esa energía de tu mirar sonriente.
Dudo poder llenar mis mustias oquedades sin palpitarte y descubrirte. Sin sembrar tus corredores tibios de mi nómade panfleto de caricia.
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Poeta
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Mercedes,
Tu canto rompió las mazmorras del espanto enclavada rosa americana, prólogo de la libertad acequia andina, resistencia celeste
Viniste con el viento, clandestina, poderosa, Negra querida de los cañaverales subimos por tu voz de alondras a vivir la epopeya de Alfonsina
Lloramos remecidos por tu ronda, esfumaste la pena, todo cambia te empinaste liviana en tu galaxia, planeta rebelde
Desde la Argentina trizada por la muerte, flamearon tus pañuelos Cantora de los mates, fulgurante mariposa de la selva tucumana,
Te vas con Violeta en dúo de amapolas, Gracias a la Vida, Gracias a la Vida, tú nos diste tanto
Mercedes ve tranquila, el Padre bailará con tu voz estremecida y nosotros quedaremos aplaudiendo, aplaudiendo, agradecidos.
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Poeta
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