¿A dónde iremos?
¿A dónde iremos donde la muerte no exista? Más, ¿por ésto viviré llorando? Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre.
Aún los príncipes a morir vinieron, los bultos funerarios se queman. Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre.
Nezahualcóyotl (o Netzahualcóyotl; Texcoco, México, 1402 - 1472)
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Poeta
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