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“¿Para dónde se va el ruido . . .?”
¿Qué pasa con el sonido después de ser emitido viaja por el infinito?, saber esto necesito.
¿Qué espacio estará ocupando o anda por ahí vagando en el limbo de las ondas se la pasa haciendo rondas?
¿Qué pasa con el sonido?, ¿para dónde se va el ruido que débil, fuerte o profundo, generamos en el mundo?
¿Su paradero es la nada silenciosa, acallada?; ¿tantas voces repetidas fenecen al ser oídas?
¿Dónde dejaste los ruegos tan ardientes, como fuegos, que expresé en forma amorosa de manera clamorosa?
Los que te dije en voz baja y escuchaste como maja, susurros de mi pasión delirante de emoción.
Versos que en tu alma hacían eco, ¡qué inocente!, de eso peco, pensé que en tu corazón, pero, no tenía razón.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 14 de febrero del 2023 Reg. SEP. Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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DE LA SOMBRA ...Mihaï Benuic ( Rumania ) 1907-1988.
Fué poeta, dramaturgo y novelista, licenciado en psicología, filosofía y sociología. Profesor universitario. Esta es versión de Rafael Alberti y María Teresa León.
De la sombra
Un día, por encima de los años, mi cuerpo abandonará penas, alegrías, la sed de ser, el sueño y los ensueños, y despojándome de todo igual que la serpiente de su vieja piel, me deslizaré entre la hierba de los grandes silencios fantasma de sátiro difunto, y desde la insondable sombra veré la vida, ella -con mozas gráciles y labios jóvenes, y yo- con una copa destrozada en la mano. Mis canciones, sonoras caracolas, sin mí se quedarán en el ribazo, amarillas, azules, rojas, blancas, las finas espirales agudas hacia arriba. En algunas, quizás, los cangrejos de blandas espaldas se acurrucarán dejando sus tijeras cortadoras afuera, temiendo a las estrellas de mar. Otras, sin embargo, los niños, dando saltos en la arena, las alzarán al sol, resplandecientes, y tal vez sobre una, alguna niña apoyará el oído para escuchar el son profundo de lo eterno, en tanto que el ardiente ímpetu del futuro, de una orilla a la otra, sobre los continentes, tejerá sus canciones nuevas sobre las ondas. ¡Ay! Y yo no estaré allí y de los agujeros de mis órbitas se escurrirán grandes granos de oscuridad. Pero las caracolas rojas, gualdas, azules, que los niños harán danzar al sol, brillarán más hermosas, y una muchacha encantará su oído con la sonora caracola oyendo el porvenir.
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Poeta
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LOS AMIGOS __Julio Cortázar (Poeta de Argentina)
LOS AMIGOS
En el tabaco, en el café, en el vino, al borde de la noche se levantan como esas voces que a lo lejos cantan sin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino, dióscuros, sombras pálidas, me espantan las moscas de los hábitos, me aguantan que siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más pero al oído, y los vivos son mano tibia y techo, suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra, de tanta ausencia abrigará mi pecho esta antigua ternura que los nombra.
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Poeta
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A Nakawé...
La divina gran abuela Hichol. Hoy recuerdo. ¡Gran abuela crecimiento!. Nakawé...Nakawé. Hoy recuerdo.
Con el escribir del ojo. Hilos de plata____Caminos del oído. En el día qué decrece. Hilo qué se rompe. Y Es lo demasiado interiormente. lo qué se transforma interiormente.
A Nakawé...A Nakawé.
En ese día críptico, de la más remota noche, de la visión en ruinas, del rasgo absorto. Abuela crecimiento. Divina grandiosa. En la naturaleza. Con la semilla madre, de la mano, de la cosecha, parpadeando el agua, sobre fuegos de nubes. Y Por el interior abierto del umbral.
De pronto el alma descubre. Al volátil plomo desnuda. ¡Jungla de collares viajeros!. Por aquél día. ¡Qué empieza el final haciendo!. Por aquél día. ¡Inmensa gota con mil océanos dentro!. De la sangre inocente. ¡De lo intangible y de lo invisible!. Sepultado___Con___El___Plomo.
Nakawé. De forma primitiva y pura. Abuela crecimiento. Del interior solemne___Recinto solitario. ¡En el mundo____El mal se extiende!.
Mira. Escucha. Abuela crecimiento.
Mira, escucha, y como hoy, te recuerdo. Al entrar en la leyenda. Y ver. Bajo la sombra dorada, al sol arrodillado. En el techo interior al salir del campo. En el pico de la cólera al galopar del mango. Y ver. Sin poder. (Los soles de las noches solitarios). Luz de obscuridad. Relámpagos grises. Sin poder. ¡Ni salvar los amaneceres del eco!. ¡Ni de los poblados el sufrir!. Sin poder. ¡Ni cambiar todo el dolor fabricado!. ¡Ni el oculto exterminio!.
Nakawé--Nakawé. Hoy te recuerdo. Cómo... (Abuela crecimiento grandiosa Huichol). Cuando el tiempo se perdió entre las noches. Cómo... Cuando quitaron garras y colmillos a los guerreros. Cómo... Cuando los recuerdos solo duelen. En Los hogares desolados. Indefensos ya mueren, lentamente.
Nakawé Muchos hay muertos en vida. Nakawé Mira, escucha. Está Enferma el alma. Y_La consciencia extinta. Solo. Mira, escucha. Ya sólo se ve lo importante. ¡Más allá del cielo!. En otro sitio. ¡Más allá de las plegarias!.
Estamos. En el ahuecado vaho. Estamos. En la plenitud del tiempo, infame, suspendido.
Nakawé___Nakawé.
Abuela___Crecimiento___Nakawé___¡Espéranos!. Con la muerte y el renacimiento_ Simultáneos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LÍVIDO ENTRAÑABLE
Del oído desterrado el sonido. El viento aviento arenoso. El trabajo desempleado. Y de la visión arranco. Los ojos. Letras. Palabras... En la flama. ¡Qué muda la ceniza canta!. El cie lo sie nto cierto. Imperios Así Lo Depu Pilas... Gemas entre más. Los Lí Vidos fantasmas respirando.
¡La lluvia qué la palabra empaña!. ¡Qué el pensamiento empeña!. La conciencia engaña. ¡Húmeda leña!. Y Lo Que el muro ampara y enmudece. Lo Ciego Del cristal del último destello. Incen Dios... Ecos callados... ¡Qué pasman!.
De los odios escondidos en candados y... En los cerro jos, rojos, ojos. La historia arruga da enmaraña, da entraña extraña.
Odi Os in brújula ni ángeles de lodo El Monólogo lírico... Palpita hué sped, estribillo, martillo, grillo.
Y la campana escucha. El agua de una lágrima infinita. Y el sonido palpa. El desfile de los años redondos. Y la roca parpadea. El diálogo cansado de un crujido.
Lo ¡Qué flota en éstos ersos... Nada. Enseña, ni escuda la vida. Del vivir la diafanidad profunda. La Diafanidad profunda. Del sufrir humano al polvo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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