Aflicciones que son musas de mis trovas y se expanden y revientan como novas generando tristes, tiernas sus historias.
Algidas voces revolcándose en memorias de tantas muertes con sus nuevos nacimientos de tanta sangre que brotara firmamentos de aquél rocío que nos llueve de los ojos entre alegrías y desgastes por abrojos.
Mis aflicciones me seducen por momentos abatiendo mi alborozo y mis contentos y se deleitan en quitarme la sonrisa poco a poco, sin mostrar alguna prisa.
Pero son ellas las que paren estos versos con sus adornos de vocablos siempre tersos de contrabando entre silencios y murmullos como palabras que se expanden cuál marullos.
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Poeta
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