Poemas surrealistas :  Pecera
PECERA


Será
Vidriosa
La sed de los peces nada desgajada es,
migajas de arroyos, en fuertes cataratas,
engranajes en la sección áurea, arenosa,
en la escuadra del papel, cobre al vidrio,
por eso, las burbujas. Las marcas dan,
a los dedos en los extremos incomprensibles,
del cemento. Del álamo amarillo y lejano.

En
Lo disímil
Del
No obstante
En
Los rasgos
Esenciales
De bellas formas
Hay
Un irreductible
Porqué
Del silencio
Que atraviesa
La
Instancia del espejo
Del imposible
Al nuevo margen perdido.
¡Con la ficción que corre, bajo el discurso!.


Pecera, pecera, de vela el pez flamante.

Nueve esfuerzos salen navegando ocho
fabulosos osos saltarines separados.

Sed de espantar rastreo obscuro
peluche escucha amable esquirla.

Migajas sobre espectros sanos.
¡Seis salen nadando orando!.


Será el porqué de vidrio disímil plástico.
¡Qué recorre incorpóreo al bosque!.
La razón fracturada el pecho.
El sentido viable, inestable.
¡En la realidad anclado sueño!.

Por
La voz vivida del candado.
Espinoso.

Lenguaje despojado que desmiente.
Al papel del emerger insomne.
¡En el ámbito qué solo excluye!.
La deshecha y marginada consciencia.
Un torbellino entre pocos charcos.
¡Al tigre del arroz cocido!.

Pecera y billetera.
Paz de pena.
Pana y porcelana. ¡Paso vil!.
Inmediato.
Desigual.

¡Quejumbre de podredumbre!.
Ensordecimiento del quebrantamiento.
¡Deshonroso garboso alabancioso!.

Pecera del pesar pesado.
En
La
Timidez
Accidental
Del
Ágil sólido hábil neófito
¡Del escándalo fructífero satélite!
Como
¡Del célebre célibe cíclope!.

¡Oh, ya no lo sabemos!.
Olla de fantasía. Ollar de caballería vacía.
Del ánfora disímil una pecera vana acuosa.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Agrio vinagre
Agrio Vinagre

Una noche mordió una pesadilla
la luna con las uñas de dos gramos
por las marcas envenenadas
las flechas dulces
los cuchillos tiernos
las agujas asustadas

Y en la fresa... ¡Funda almohadas!

A
Grio
Vina
Gre...


¡La pesa, pesa sueños presos!
Cómoda de haber nacido
de una esperanza desquiciada
en la base de datos
de los panteones enamorados

en la bruma del borrego
de los fragmentos adheridos
¡La pesa, espesa pesadilla, muerde la noche!

Y
Muerde mientras pierde lo mejor del hombre
¡Los escombros de la consciencia!

Y
Muerde los antisépticos aledaños
¡Peldaño a peldaño!

La faena del musgo magro... El ogro gris oro
La rata verde del rojo traje del cuello blanco
¡Obeso!... Obtuso...
Del canibalismo miserable
Adicto...
¡Con el apetito desmedido de la gruta!
Entre la mayor proporción de los enjambres
En la fluctuación de la arterial terapia... Oruga.

El
Mismo
Vin
Agre
A
Grio... Ríe seco, del esqueleto,
verbo sanguíneo.


Paralelo al paulatino retroceso
Con
La
¡Involución ilimitada del insomnio!

Muerde al tiempo
Al nacer la pesadilla... Renovada y abnegada.
¡Contaminando los pantanos núbiles!
Y
La madre aritmética de gramática espectral
En
La
¡Desalfabetización del alma!... Una vinagreta.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
Poeta