Poemas de aniversario :  Música del viento
“Agustín, tin-tin, la-ra-la-ra-la.”

Entre palmas y un cometa
brillando de admiración,
nació el Músico Poeta
entonando una canción.

El alma de Agustín Lara
resuena por la mañana,
se la pasa tra-la-la-ra
al son de bella jarana.

Ese jarocho de ensueño
resultó tlacotalpeño,
su Río de las Mariposas
le inspiró cosas hermosas.

Bien sabe mi “Flaco de Oro”
que, de México, es tesoro,
que al piano se le recuerda,
que por él toca la cuerda.

Clave de sol don, primor,
rumbero ritmo de amor
fiel propiedad de Agustín,
trovando llegó su fin.

Sotavento, yo no miento,
¡pensando en el gran poeta!
Papaloapan le interpreta
linda música . . . del viento.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 30 de agosto del 2007
Dedicado a mi hermano del alma y primer “larista” del mundo, Maclovio Ortiz López
Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14
Poeta

Poemas de aniversario :  Lara metropolitano
“Hay que estar documentados en cosas y hechos pasados.”

Más de cien aniversarios,
honrar principios primarios,
la verdad por siempre irradie
sin que se moleste nadie.

Airoso, florido léxico,
¡honor a la Ciudad de México!,
démosle certeza y gloria
de Agustín Lara . . . su historia.

Lo real jamás se inventa,
sucedió un octubre treinta,
sábado, mil ochocientos
noventa y siete, sin cuentos.

No es quimera, ni vil sueño,
“El Flaco de Oro” es defeño
esto nada nos lo quita
él nació aquí muy cerquita.

Por la mera “Lagunilla”
tocando una tonadilla
vino al mundo, a este planeta,
el gran Músico Poeta.

En una casa modesta,
sobria, comenzó su gesta,
calle sombría tan antigua
que hasta la Virgen santigua.

Bendita Puente del Cuervo
donde germinó su verbo
preludio de una rapsodia,
República de Colombia.

Con número dieciséis
por favor no lo olvidéis,
cambia la nomenclatura
y la vieja arquitectura.

Pasados algunos días,
por ley, por costumbres pías,
nacimiento registrar,
bien llevado a bautizar.

El catorce de noviembre,
para que la fe se siembre
en un hermoso Sagrario
misa, rezos, un rosario.

Parroquia de La Asunción
entonando una canción,
al lado de Catedral,
en la pila bautismal.

Recibió las sacras aguas
de su inspiración parteaguas,
el padrino muy formal,
la madrina espiritual.

Le impusieron varios nombres,
que no se asombren los hombres,
en principio Ángel Agustín,
se bautizó a un serafín.

Joyel Metropolitano,
su piano Guadalupano,
les guste o no fue “chilango”
aunque le encantaba el tango.

El eterno Centro Histórico
claro, nítido, retórico,
fue la forja del Maestro,
recémosle un padre nuestro.

En el Distrito Federal
cien por ciento cultural
vio la luz niño “Ticón”
de musical corazón.

No fue una casualidad
se dio la causalidad,
para aclarar justo el hecho
apelar al buen derecho.

Está el Registro Civil
dando la luz de un candil,
también Parroquial Archivo,
más tengo a Dios por testigo.

Existen constancias, actas,
la fe de bautismo, intactas;
¿ya lo ven? fue citadino
así lo quiso el destino.

Con lo dicho no hay ofensa,
que lo cierto nos convenza:
nació en la urbe Capital
aunque Lara es . . . universal.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 31 de julio del 2010
Dedicado a Don Ramiro Burgos Eguiza, en honor a la verdad . . .
Reg. SEP Indautor No. 03-2010-102913333100-14
Poeta