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Sostuve un libro en mis manos que acaricié con la vista el texto fue una autopista, viajé a confines lejanos sobre pensamientos sanos la mente fue fiel transporte me llevó de sur a norte a través de la lectura tuve acceso a la cultura que me dejó sabio aporte.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 23 de abril del 2024 Reg. SEP Indautor No. (en trámite) @poemame_poesia
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Poeta
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“Al leerte siempre vibro . . .”
Te compré sin un respingo en un tianguis de domingo te vi en el suelo, tirado, me sentí desconsolado.
Tú no mereces desprecio, pagué por ti un justo precio, no hay libro caro o barato pienso así desde hace rato.
Al tenerte entre mis manos sentí que éramos hermanos, mas, di algunas sacudidas a pastas y hojas heridas.
Por el polvo, la humedad, pobre de tu “humanidad”, te noté muchas “manchitas”, claro que me necesitas.
Porque has sido maltratado, sobajado, harto vejado, más tus páginas ajadas dobladas, hasta rayadas.
Así, te traje a esta casa que tu nueva vida traza en la sabia biblioteca donde un ejemplar no peca.
Donde llega a ser baluarte porque cultura comparte; te di una buena limpiada, casi casi "restaurada".
Te coloqué en el librero que te dio lugar certero junto a varios de tu especie ahora tendrás quien te aprecie.
Hoy, luces en anaquel como joya de papel con el lomo bien erguido, orgulloso presumido.
De tu título y materia, como vez es cosa seria el ocupar la repisa feliz, tranquilo sin prisa.
Esperando al fiel lector que te aprecie con amor; en forma muy comedida recuerdo, de bienvenida.
Te dije en tono quebrado: “dame lo que Dios te ha dado en saber, conocimientos, de tu autor . . . sus pensamientos.”
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 26 de enero del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Se vuelve lo más deseado el hallazgo inesperado . . .”
Librería de viejo la de aroma añejo, librería de usado del tiempo pasado.
Frecuentes visitas todas exquisitas, lugar fascinante misterio constante.
Pisar laberinto del saber . . . recinto encapsulamiento del conocimiento.
Como en docta gruta emprender la ruta seguir el camino de nuestro destino.
Andar callejones, recorrer secciones, vagar por pasillos estrechos corrillos.
Vivencia existir mundano sentir vitrinas, estantes, sorpresas bastantes.
Mirar ejemplares goces oculares bellos empastados, folletos gastados.
Observar impresos volúmenes viejos textos incunables todos invaluables.
Colecciones serias las enciclopedias, ex libris, cultura, el arte es ventura.
Curioseando vibro, ¡bendito es el libro! en manos delicia táctil la caricia.
Hojeando las obras la vida recobras alma reconcilias tomos, bibliofilias.
Clásico adorado descatalogado, revistas añosas esperan ansiosas.
¿Estudiar tú gustas las biblias vetustas? esas más antiguas casi están exiguas.
Leyendo no pecas joyas bibliotecas de papel alhajas tu ser agasajas.
Precio poco importa, su edición te aporta sapiencia, instrucción, sabia educación.
Librero anticuario arca relicario de segunda mano Mercader hermano.
Que asilas los saldos opacados, gualdos, en sacros tapancos, a Clientes dignos, francos.
El trato más justo repudio a lo injusto, nostalgia, emoción, late el corazón.
Preservar el rito lo demás . . . es mito, ¡hábito, fiel tradición, el hallazgo de ocasión!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 14 de marzo del 2006 Dedicado al Sr. Fermín López Casillas Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14
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Poeta
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“Tu ser debe ser radiante . . .”
Estudiar te dignifica, tu ser, tu templo, edifica, aprender es el camino que te guía por leal destino.
El prepararse en la vida, en sociedad, es medida, cultivarse hay que querer porque el saber es poder.
Buen conocimiento llega al que a los libros se apega, sapiencia de una persona brinda intelectual aroma.
Educarte es observar, investigar, razonar, usar internet, la ciencia, con ahínco, con conciencia.
Elementos esenciales brindan las humanidades, hacen que lo oscuro afrontes ampliando tus horizontes.
No asistir bien a la escuela deja insalvable secuela, la ignorancia solo cura la instrucción y la cultura.
Sigue pauta del Maestro en la enseñanza el más diestro, progresa en mente también por el camino del bien.
Pinta tu alma de estudiante ser humano, ser radiante, agiliza el fiel cerebro, tu inteligencia celebro.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 17 de noviembre del 2018 Dedicado a mis nietos, Marijose y Mayté, ambas de apellidos Rodríguez Ramos, e Ian Santiago Mora Ramos . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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SEXTANTE SANGRANTE
Mi espíritu no sucumbió, dejaré que el verbo, exento, esté lejos del enfrentado caos. ¡Cuánto ardor ha sofocado! Ni agotaron, la intuición de otras moradas. Ni la razón… ¡Cuánta mirada ha trastocado, de horrenda, en bella!.
De fatales conjunciones. Los ríos y los mares nos recorren y celebran su gloria en la sangre. Claro el pulso que no yerra. Las palabras absorben, en el corazón ardiente del enamorado, sangre, las manos al firmamento, sudor, en el corazón arisco y duro, y lágrimas, nubes, sueños, sal y azúcar.
En libertad, en cadenas, espinas, desplegadas, de máscara y amargura, algodón y pasados pesados. No hay sueño, al sufrir sentimos las chispas de un fulgor. Música y lengua, muchos lo habrán hecho, alimento. ¡Cuánta clemencia ha encendido que no sean… Su luz en el misterio!.
Los árboles son un racimo de huesos que maduran los ríos. Y los mares recorren y celebran verdosa gloria en la sangre. He dicho superficie. Vuelve atrás. He escrito, la palabra palabras y son arrojadas a la basura. Ya no compuesto hablar, ya no que aspire a laurel docto, estoy tratando de decirte algo o a la sagrada musa, que no acierta a verse ni a decirse. Al amar antes de haber llegado a estas líneas. Detente. Camina. Duerme. Piénsalo. Piénsatelo. Palabras de usar y tirar. Callar, ignorar, esperar.
Entonces. Digo: Fuerza e impotencia. Tú sabes lo que es, metamorfosis, repetición informe, amalgama, la impotencia, a buen seguro, de múltiples colores, invisible, alguna vez.
Tal vez muchas, otras más, otras menos, la habrás sentido. Palabras de usar y tirar. Las dejo que me arrullen, con el alba, gris, roja, amarillenta, como pañuelos de papel. Hombres de usar y tirar, a menos, que el pecho su rigor suspire, esa es su eternidad, su victoria, su polvo y agua encarnada sin tiempo. Mándalo, ¡oh Musa!, Amor, que en mí rehúsa. Luego, abro al libro azul con líneas rojas, y las diseco, desnudando perfumes y miel, allí como si fueran arcoiris, lechugas y pensamientos o blancas sonrisas y rosas mariposas.
Está marcado para la búsqueda incesante, le obligará a colgar. Piel y hueso, más de una fe en el perchero, junto al teléfono.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ÍNTIMO PESTAÑEO
En aquella mirada salía un recuerdo persiguiendo los dolores perdidos del agua del fuego del aire con la sombra insomne del papel agitador de viejos libros libres de polvo.
Las pestañas de seda tapizando en la furia de ternura y de cadenas como el coloquio largo y solo voz lánguida y obscura, dicha y consuelo y trece blancos péndulos inquietos temblorosas las rodillas, las retinas de la intimidad más descubierta...
Como trepa a su cumbre la montaña la mañana escondiéndose de tarde en la noche de las estrellas esclava de la aurora sedienta de luz tibia de nubes nevadas sonrosadas por las brumas del camino por las huellas del vacío.
De las miradas furtivas, fallidas, De las soledades...¡Agrupadas!. De las almas...¡Atrapadas!. Entre lunas ardientes, sonrientes, Y quince sombreros ligeros Entre dientes desesperantes Y sólo del escándalo curiosos...
Con la muerte angustiada cuando se le pide nacer tierna en la pierna imprevisible del lenguaje aparente del secreto evidente del infierno razonado del gusano asustado.
Por Las Intimidades Al Pestañear Solo Soledades.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DIÁFANO PRÓFUGO (((Dadaista)))
¡Mira!. Aquélla lejanía teje hojas a las horas verdosas cercanas entre las velas de barcos de cera y bosque de llamas a tiempo lento de humos.
Mira la hoja al ojo enamorado de las pestañas años añejos en las duras nubes bajo el agua del parco parque hecho escalera a escala la montaña monta el monte emboscado clara cabalgadura blanda, como come la negrura carcomida esa tarde al mirarse antes cruda y dura.
¡Diáfano… pró… fu… go!. Aunque todo resulte menos En la punta circular que cae En la esfera triste que llueve En el beso líquido que huye En el vaso espeso que fluye.
La noche sin sueño fusilando lunas y ladrando al libro aves deshilando blandas jaulas en el jardín arrepentido.
Mira, mira, mira. ¡Nadie mira!. Al tiempo parpadear que ciega escapando.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Referencias útiles son: https://www.youtube.com/watch?v=1dkUT5IMO1w https://profeenhistoria.com/dadaismo/
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Poeta
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Arrimado al Pedregal
Por ese lugar. Donde el océano crece libre. Entre las liebres jinetes de nieve. Paladeando barcos que descienden. A las nubes que comen soles. Y caminan los puentes con zapatos. Y caminan los árboles con tréboles. ¡Cadenas vivas al aire libre!. Óxidos célebres orfebres memorables. ¡Cuando avispada la miel fallece!. Y el apogeo pleno aplana planes. Indudables dudas del piso al techo.
Al pedregal arrimado.
Por ese lugar. Donde la tropa atrapa trenes ligeros. Entre libros espinados analfabetos. Palabreando las mesas mes a mes. A las plumas que pintan vuelos velos. Y acarician despiadados al artefacto. Y consumen desgajando mandarinas. ¡Patrañas del infecto adepto adicto!. Anónimo cáustico y pálida lírica. Del linaje del molino hecho retina. Tuerca trunca por decorar gatos. Los guijarros del rincón pedregoso.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LA HERIDA Autor: Adonis. Ali Ahmad Said Esber Siria 1930.
Poeta, pensador y ensayista. Desde los diecisiete años adoptó el seudónimo de Adonis. Considerado como máximo exponente de la poesía árabe contemporánea. Licenciado en Letras (1954) en Universidad de Damasco. Con el crítico libanés Yusuf al-Jal, fundó la revista Shi’ir de poesía. Adquirió la ciudadanía libanesa, y doctorado en Filosofía por la Universidad St. Joseph en 1973. En 1997, en el Festival Struga Poetry Evenings de Macedonia, le fue otorgada la Corona de Oro por su trayectoria literaria. Su obra, de fuerte tono social y político, ha sido traducida a numerosos idiomas, ha revolucionado el lenguaje poético desde los años sesenta cuando adoptó el poema en prosa. Esta es versión de Pedro Martínez Montáve De: ¨Canciones de Mihyar el de Damasco¨. 1961.
La herida
I La hoja dormida bajo el viento es un barco para la herida. El tiempo perecedero es la gloria de la herida, y el árbol que sube por nuestras cejas es un lago para la herida.
La herida está en los puentes cuando se alarga la tumba, cuando se alarga la paciencia entre los bordes de nuestro amor y nuestra muerte. La herida es un gesto. Está en las travesías.
II A la lengua de timbres asfixiados yo le otorgo la voz de la herida. A la piedra que viene de lejos, al mundo seco, a la aridez, al tiempo transportado en camilla de hielo, le enciendo el fuego de la herida. Y cuando la historia arda en mis vestidos y las uñas azules crezcan en mi libro. Cuando le grite al día: ¿quién eres tú?, ¿quién te ha arrojado en mis cuadernos y en mi tierra virgen?, notaré cómo brillan en mis cuadernos unos ojos de polvo. Oiré decir a alguien: Yo soy esa herida que comienza a crecer en tu historia pequeña.
III Te he llamado nube, ¡oh herida y paloma del adiós! Te llamé pluma y libro. Y es ahora cuando empiezo a dialogar con la lengua hundida en las islas viajeras, en el archipiélago de la vieja caída. Es ahora cuando enseño a dialogar al viento y las palmeras, ¡oh herida y paloma del adiós!
IV Si en el país de los espejos y los sueños tuviera un puerto. Si poseyera un barco y los restos de un pueblo. O una ciudad tuviera en el país del llanto y de los niños.
Haría con todo ello una limpia canción para la herida. Aguda como flecha que traspasara árboles, piedras y firmamentos. Tan tierna como el agua. Igual que la invasión, desafiante, atónita.
V Llueve sobre nuestros desiertos, ¡oh mundo engalanado del sueño y la nostalgia! Llueve, y agítanos, a nosotros, que somos palmeras de heridas. Y pártenos dos ramos de un árbol enamorado del silencio de la herida, de un árbol que vele sobre la herida con las cejas y las manos arqueadas. ¡Oh mundo engalanado del sueño y la nostalgia! ¡Oh mundo que me cae sobre la frente!, como la herida dibujado. No te acerques, la herida está más cerca que tú. No me tientes, la herida es más bella que tú. Y esa magia lanzada por tus ojos sobre los reinos últimos ha sido sobrepasada por la herida. La pasó, sin dejar una vela seductora, sin dejarle una isla siquiera.
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Poeta
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CONFESIÓN SUPLICANTE
Mírame miseria de las hojas secas, que vive de las nubes, y se llena de ilusiones, cuando arremete la cara un mal, muriendo en el alma la materia. ¡Combinación que pasma!. ¡Dualismo que contrasta!.
Por el polvo de la abatida frente, y el tiempo sin vasallos muerde, aquel vendaval que azota, tantas rosas amarillas, negras y verdes, horrorizadas en un luctuoso manto.
Sí, sí… ¡No me dejaron ser!. Y sin inquirir me derramaron, murmurando balbuciente, enarenado me incendiaron, en el bosque apacible solo, sembrando flores, recogiendo cardos, plácidos pétalos y agujas.
Como una buena perla pierde. Como un rayo dispuesto a ser clavel. Como un libro de honor precipitado.
Porque tiene el hueso hogueras, corren y cantan. ¡No hagas caso!. Vamos a ver la nieve riendo, al saber del anzuelo, sus secretos.
¡Descúbrelos míralos!.
Ellos deben al deber su deuda evitando al beber embeberse como el tren serené y esperé entre teje, entre desteje.
Nadie hay que sepa todo con el rostro de la verdad entre la piel y el hueso Estúdiatelo Apréndetelo Y Presto Avísamelo, volando suave.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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