Poemas :  Augusto coz
Augusto coz

Vengo aburbujado, brujuleado, dices,
sobre las huellas de cualquier luna,
lavadora lejanía lema lenteja,
del charco adormilado del rincón,
pidiéndome las piedras deambulando,
tan leña, tan perfume, tan letal,
como fetal y alquímica es la noche,
me dice la gruta casi inservible,
en los límites del arenoso buitre,
tan pupitre que degüella invisible,
el sol de bolsillo,
al ojo que habla,
al pié de los huesos,
al ser de los huecos,
la impalpable mutación.

¡Aquilatando el letargo de agujas lerdas!.
En el parque fantasmal de los columpios,
en la pluma al sudar las cáscaras,
en los rombos adormilados.

Vengo, dices, que digo.
De comer silencios a medias.
Dices.
En los extremos del abanico.
En la cantera que finge el agua.
Indecible enturbiado inefable furtivo.
En el circo inicuo puro.

¡Taco taciturno de lengua infatigable!.
Dices que digo, a pesar de que no venga.
En la sonrisa de un trémulo ramaje.
Ni de ser hospedaje que implore ninguna letra.
Ajenas a las pupilas en decadencia que las lean,
las prematuras serpientes, del aprisco ausente,
las hienas conmovidas, de faz rugosa.
Por decir...
¡Tener mucho hilo donde faltan los carretes!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta