“Al ajedrecista, su ingenio lo asista.”
El juego maestro, mágico ajedrez, piezas de alabastro tienen altivez.
Monarca la clave, la reina lo sabe, dos torres gemelas serán sus estrellas.
Alfiles gloriosos, poder con caballos, peones enjundiosos son grandes vasallos.
Partida de Dioses humanos, sin poses, en terso tablero partiendo de cero.
Con la inteligencia de su quintaesencia usar el cerebro, ¡la mente celebro!
Ir multiplicando un ocho, que brega, por ocho ganando cual buen estratega.
Son sesenta y cuatro casillas alternas, blancas que idolatro, mis negras fraternas.
En toda apertura fuera la premura, no desesperar, pensar al actuar.
Estar concentrado bien posicionado, evitando, en craso error, ese “mate del pastor”.
Quien tiene talento debe de triunfar, el que estudia, atento, no puede fallar.
Saber defender, la meta es vencer; luego, al atacar, tacto destacar.
Ver para adelante al retroceder, practicar variantes, nunca hay que ceder.
La dama preciosa, grácil mariposa, móvil, intuitiva, a victoria aspira.
Táctica, estrategia, perspicacia regia, férrea iniciativa rivales cautiva.
Emplear la conciencia, bizarra experiencia, el Rey proteger para no perder.
Respetar el tiempo, sabio pasatiempo, reloj, porque somos aliados de Cronos.
Tablas, fiel madera, contrarios modera, que no haya encono si llega abandono.
Enroque, gambito, a triunfar te invito, lograr jaque mate al fin del combate.
Apretón de manos, torneos de hermanos, sin suerte, ni azar, competir, gozar.
Ante la derrota alma queda rota, tendrá que ser digna para esta consigna:
Jugador de ciencia, deporte y paciencia, cuadrado fue cancha, ¿aceptas revancha?
Los Clubes formar, la Unión afirmar, ¡por siempre ajedrez . . . para la niñez!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 13 de octubre del 2008 Dedicado a mi padrino, gran jugador de ajedrez, Don Rodolfo Galindo Arellano Reg. SEP Indautor No. 03-2008-101313351700-01
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Poeta
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