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NEOLOGIZAR BONDADOSO
La amabilé guitarreando porque hace danzar a los sueños.
El sollozo amabilado de las almas, afables, flexibles y perdidas, se escapó por su rueca, brujuleada y calendárica.
Y nada de que hubieron amabilado, si hubieren de amabilarse, déjenlo desamarillarse.
Ya amabilaría como la espátula, entreteje una diminuta estrella, para desatortugar suspiros, que entigrecen en su sol, gruta gota amabilosa.
Tu impávido aliento, es cuello blando, en amabilarse doble de caliente espuma, que con un tambor delfinesco, pardo y sobrio, la presencia de ésta mano está surcando.
Pasa la pierna bajo su semblante, y amablílalo, y verás qué amabilará melodías generosas, y esparcirá en copas dulces tu llovizna.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Referencia útil es: https://es.wikipedia.org/wiki/Neologismo
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Poeta
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EXTRAÑO RÉQUIEM
El Final Estaba Atemorizado Dudando de su propio principio lúgubre contrición Se Detuvo En medio De lo posible En la imposibilidad acostumbrada del contraveneno
Con El triunfo De los vaivenes De grandes altibajos Atormentado estaba el infierno preso en el corazón En La mirada Turbia atroz De las viejas llamas Húmedas de pretextos, fortalecido superfluo yerto Ex Tra Ño Ré Quiem
¡Dónde merendaban ahí, una manada de masacres, en las fiebres fibras del olvido, en la luz ruidosa de la cintura de la sombra, pedestal y contorsión!.
Afuera Por la Rapaz Miseria Extraño Requiem Dentro extendían los brazos unas grandes zancadas repartiéndose la basura invadida por la herrumbre de cremas ambientales, y desodorante quitamanchas
Embaladas Borregas Aerosol Asfáltico Cohabitando Eritrocítico.
¡Sin embargo, el final estaba finamente encuadernado, aniquilado y pulverizado!.
Extra Ño Ré Quien
¡Qué debía enviarse al concurso permanente de otros brevísimos finales en la ventana que fu- maba haciendo gestos para los automóviles des graciadamente frenéticos, salpicados de costumbres lapidarias rescisión proscrita sin refrenarse!.
___No, nada le sucedería después.
Así pensaba ese final. Un poco sofocado el espacio y detenidamente se ajustaba, las amplias vestiduras carnales, encrespándose, flexibles los pliegues dactilares de los cerdos, condecorados, de la penumbra indefensa, obstinada de la noche, ¡Enronquecida! Al quedar, Criptas Frías Olas El Final Manifestó Un desánimo suave Caminando agradable tropelía Con el gesto paternal recordando Las lenguas del engendro en el paisaje Inerte, ausente, flexionando las esquinas Al desplomarse las rodillas temprano torciendo ¡Cualquier rincón de la mesa en paquetes dobles!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PASIONES ELÁSTICAS
Siempre flexibles, con la impaciencia puesta antes, que la belleza reste los más sensibles, materiales y progresos que desean eliminarse, después de mirar, la variedad ilimitada, del Amor, de los más altos, y fracasados estándares del trazado, liberado que también está allí, con el sabor homogéneo, del sitio de poder neutral.
En las rígidas estrofas. Tiernas. En las pasiones cerradas. Resquebrajadas. En la encrucijada enigmática. Difuminadas.
Como siempre, lo que emulsiona, y tritura hielo, no justifica, que la belleza giratoria sea sinónimo, de esponjas, y muestre una fresca mañana, de agujas, de algodones, de sueños, y que muestre lo que no era habitual, con una mejilla, del valor de un espacio, compartido, y la casa evitando sonrosada. Del Amor, donde empieza y termina todo, representado. Cuando enciende su fuego. Entrecomillado. Su hierro, inigualable, y alternante, con esa llama, etapa de la vida, de manteles largos, poligonales, blandos y espesos, con esa tarde, una nueva historia, de calcetín y sudadera.
Cuando la belleza, interactiva, por primera vez te ofenda, renovada, en la emoción bulliciosa, urbana, mora en los oscuros, extremos, nacarados del sitio, más íntimo, y sereno, de la noche. Del Amor. Sin calendario, pesimista. Sin ver realmente nada, optimista. Sin botanas de mesas plegables, añadidas. Donde vienen y encuentran, mil fotos de prueba.
El amor Desde los tiempos más antiguos El amor Desde las vivencias imaginadas El amor ¡Qué amaba sin temer!. ¡Qué mantiene su pureza!. ¡Qué aglutina los plurales!. ¡Qué no necesita de adjetivos ni de adverbios!.
En un corazón, al dar el primer paso, inmaterial, enredado, de la mayor esperanza, conocida, en los vínculos de las burbujas, teatrales, en las conversaciones incómodas.
¡Pasiones intérpretes del humo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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