Poemas surrealistas :  EL POEMA VA Y SE ALEJA
EL POEMA VA Y SE ALEJA


El poema va y se aleja, tan lejos que parece muy cerca.
nadie ve lo que hay delante de sus ojos, todos miran
hasta perder la vista, y no valen hasta el pensamiento.
Nunca se dijo jamás, cuando lo eterno solo estaba al
primer paso, ¿quién ha visto a Dios? Que te cuenten
los profetas, que se escriban en los poemas.
¿Cómo es el diablo? Que te digan los muertos, que se
anuncien a los vientos…

El poema va y se aleja, tan cerca que parece muy lejos.
Nadie entiende su propio corazón, todos andan conforme
a sus latidos.
Los labios son huecos, aunque parezcan severos,
la ponzoña de sus mieles, vuelcan al carro de los faraones.
¿Quién más que nosotros, para disfrazar el llanto?
Aun el mar conoce sus límites, y tú hombre, te crees
grande, cuando solamente has aprendido a leer y a sumar…

¿Dónde empieza las primeras letras de los versos?
No le preguntes a Dios, ni busques al diablo, tampoco
beses los labios de ponzoñas deliciosas.
El tiempo está, y el aspecto del futuro se nota en las nubes,
la raíz, da frutos amargos, y el pastizal de gusanos,
¿quién podrá su alma guardar? Recuerda no hay profetas
sin Dios, ni pecado en marcha, para cortar la maldición…

El poema va y se aleja, lejos, pero muy lejos, que solo
el viento carga con los dolores, los sentimientos, y los
placeres de la vida en tácito vertebrado, veneno que resucita
al gentil y amable señor del amor.
Y es que esta hoja no puede llevar mi corazón, entonces
carga con mis culpas recorriendo el mundo sin rencor.


Autor: José A. Monnin
Limpio-Paraguay
Derechos reservados.
03/04/2013
Poeta

Poemas :  Pobre zorollo... (Experimental)
POBRE ZOROLLO

(Experimental)

Me dices, que no lo diga, cuando callas
Y
Me asomo a la inmensidad ágil
Tan lentamente
Como
Estar lamentándose las araduras
Blandas, en la seda blanca vuela un pez gris
¡Pobre zorollo!, me dices, verdeándome amarillar
a medias yerto de las olas quietas, de los valles
por la inútil riqueza cond
enado el fasto de otoño
infausto. El pobre zorollo. En los espacios alados, en las nebulosas purificadas, en la profundidad de la memoria el pobre tallo de la escarcha, escucha. Con el alba de los lirios
abanicos.
Más la piedra del telar cosecha, escucha, me dices,
ciego y sordo el aire corre ba
jo el mar discreto,
es callar.

Los collares

Las arpas y laúdes paralizados
En la profundida
d, más elevada de los ecos llenos,
El canto del zaguanete imaginar
ia decrepitud en descenso, en lo brazos, me dices, qué te diga mudo en muletas cada minuto transformándome fugaz leña.
En
La
Imagen del mañana impreciso
En los bosques claros
De las miradas discretas

De las íntimas pobrezas. Zorollo del viejo campo
Al sol del techo colgante
Quedan
Los mayordomos hebras de miserias avenas y maizales del atrevimiento arriscamiento...
Son

Las

Insatisfechas comprometidas convenciones
En la botella un rodar de asfixias nulas
Pobre zorollo
En el camino de las hojas caídas
Al decir, de la nube de la mano húm
eda
Antes de ser, cada párpado de brisa curiosa
Pestañas de primordiales noches
Las calles cabalgando los adoquines
En las olas de tímidas par
edes
Al frente de la mirada
Allá por el corazón del sonido extinto
del abismo, del secreto evide
nte, en la punta,
me dices que no lo diga. Pobre zorollo.
Allá por el acortado tiempo, por el espejo amargo, por el abanico nuevo. Está tembloroso el perf
ume
¡Mil voces de la madera!.
En los musgos profundos despertares del acero.
La tímida hierba
¡Recortando!

Los corceles amarillos de las ciruelas.
Me dices, pobre zorollo, que no lo diga, por las olas quietas ágil... Alba esca
rcha de los lirios en penuria. El campo solo suma un silencio más otro restando al pobre zorollo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Zaino zurcir... (Experimental)
ZAINO ZURCIR

Es
Entre pintor de sueños media campanada
Es
Entre la desilusión un siglo hendido
Presto
Donde lloran las estatuas.
¡Fugaz!.
Zurcir
Del
Zaino.

La razón de los anillos.
¡Adrede!.
Dibujando manicomios en la ira.
Del gusano inesperado.
Al caer del día con día.
Dónde los espacios se disuelven.

Al cerrar la noche lunas.

Con inquietas grutas al suelo enraizado
¡Zaino, zaino!.
Del zurcir.
Al martirio lento de explosión paralizada.
¡Gazuza!.
En la intimidad de peces y de frutas.
¡Gazuza!.
En los rincones de excéntricas escenas.

Zaino zurcir zaino.

Con
El
Pórtico
Terebrante.

Donde flotan montañosas cuevas.
Suspendidas gelatinosas cuerdas.
¡En la jaula desnuda del intruso!.

Por
El
Zaino
Acróbatas del arrecife.
Comediantes de las cavernas.
¡En las verdades invisibles!.
Cables sables amables inflamables.

Van

Ladrillos investidos de la madera.
Van
Del grano copiado de los recuerdos.
Zurcir
Zaino
Zurcir
Cuando la amenaza en masa surge.
Del traslúcido alfabeto.
En la piedra que se hincha.
Retorciendo los espacios.
Zaino zaino.

Zurcir.
De las lágrimas maleables.
En los párpados del mármol.
De las puertas asustadas.
En las cenizas de las flores.
De las ventanas de carbones.

Zurcir
Zaino

De la manipulación inmaculada.
Con el morir de las piedras.
Sin más más____En la tétrica paciencia.
Ni menos menos___En la tórrida experiencia.

¡Quedó!.
En la repugnante riqueza adornándola pobreza
Y
Fue
El
Zaino
Zurcir.

¡Blanda la rueda dura en la cadavérica esperanza!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas sociales :  Interrogándonos analfabeteados
Interrogándonos analfabeteados.

Huir llueve con piernas el materno suelo.
En lágrimas
En gotas
En distancias
Con las rodillas hasta los codos
La mañana qué no regresa
Con la tarde, ni con la noche
¡Sólo hay espacio insaciable!
¡Qué agobia, qué agobia!
Las puertas... ¡Claramente!.

Huir de los recuerdos
De las cosas--- ¡Qué nos prolongan!
De las imágenes qué nos hacen
Ser---Lo qué somos---Siendo seres
De los recuerdos de otros...
¡Y de nosotros mismos!
Pasado... ¡Presente prolongado!
Edificados entre las cosas
¡Sin ser ellas!---Solo siéndonos.

Huir de nosotros mismos.
¿A dónde?
- La obscuridad fosforece -
- La mano encuadernada -
¿Es libro?
Amarillo el otoño en la hoja
Bajo el cejo párpado la luz
Ilustra los harapos...
¡La orilla de los helechos!
¡La multitud, incendio en sombras!
¿Huir por la U?
¡Ir por la H!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta