Poemas :  El destino de un poema
El destino de un poema
¿Cuál es el fin de subir un poema?

Quizá, esto es lo que sea,
experimentar la libertad, exponer una frase,
estremecer el rostro salpicado de anhelos,
conceder el deseo de una pasión desbordante,
la dirección del alma, como el sol, el mar,
la conexión con el espíritu y las fibras fundidas,
fundidas de transparencia, del brazo del amor,
la búsqueda incesante, palpitante,
de una abnegación que hable,
que narre, consienta y diagrame,
las pautas elevadas,
de un compromiso burdo del corazón,
una extensión translúcida de horizontes,
y los finos estremecimientos de la piel,
cuando es acariciada, besada,
o los árboles y el abanico de murmullos,
que se cuelan entre los mullidos arbustos,

¿Es esto, en verdad, esta es el destino,
que fijamos para nuestros poemas…?

Las expresiones, rimas y versos,
que se confieren, agrupados,
en los susurros y cuartos de horas,
la oscilación como gotas de agua,
de una intensa revelación de los sentimientos,
¿Es sinónimo de aprecio por todos,
o no existe la introspectiva,
de tales interpretaciones emocionales,
y solo se cuelgan como zarcillos en una oreja,
y quienes los leen, al momento los olvidarán,
e incluso irán por otros,
y los poemas recitados, pasarán al exilio,
como sucede con el caso de muchos?
Lo que digo, lo confirmo con pruebas,
de páginas perdidas, sitios cerrados,
donde los poemas han muerto,
y las poesías cinceladas, esculpidas,
en pareado, terceto, soleá, sextina,
con tanta delicadeza por sus autores,
se han agrietado, se han desgranado y,
ya nadie más contiene sus nombres,
ni recuerdan su existencia, han pasado al olvido,
solo permanece la esencia en el tiempo,
de lo que una vez fueron,

¿Cuál es el punto de subir un poema?

En el mejor y oportuno de los pensamientos,
no es más que, un breve espacio de euforia,
una irrisoria fantasía que nos permite soñar,
volar hacia la luna creciente, hacia las estrellas,
atravesar el muro mágico sujetado en sus extremos,
y sobre el inmóvil prólogo de nuestras vidas,
derramar condescendencia sobre nuestras palabras,
¡Dibujar, plasmar relatos, experiencias,
reír, llorar, soñar, verter todo lo que somos!

Cierta mañana ─sin perder el hilo de,
este peculiar sentimiento de juicio─ me asomé,
lo hice hacia mi ventana, cansino, somnoliento,
y fui capaz de apreciar,
el castigo de un violento ventarrón,
cuyo formidable ulular, interrumpía mi soledad,
un frente de tormenta, fuerte, espectral,
gigantesco, tal coloso vendaval,
golpeaba duramente los alrededores,
y,
en tanto la lluvia,
azotaba la débil y temblorosa hoja de vidrio,
el silencio desapareció;
todo se me antojó inesperado,
una estirpe de gran fortaleza, opresiva,
pesada como el mundo mismo;
sepultaba los silencios, apagándolos,
y en aquel inoportuno arrebato,
la convicción de algo todavía mucha más grande,
se descolgó sobre mi entendimiento,
entonces,
yo vi la inspiración de todo eso,
el flujo de una revelación poderosa,
y esa fragua antigua, se apoderó de mis sentidos,
aquello era real, descriptivo, extraordinario,
no como los falsos ídolos, de los que argumentan,
repentinas visitas de atractivas musas y valkirias,
No; esto era ardiente, igual que,
en los bosquejos de los primeros dioses,
y no los demonios ya exorcizados,
sino los antiguos,
cuyos estandartes todavía yacen inmóviles,
vigilantes, en el mayor de los destinos,
me refiero a los ángeles de la contemplación,

¡Y esto!

Es lo que consideramos de verdad,
la real sabiduría interpretativa de nuestra sustancia,
lo que vemos, oímos, aprendemos y vivimos,
van a parar a los renglones de nuestros versos,
¿Es decir?
Creer en la oportunidad y la esperanza,
hablar de lo que escondemos o llevamos dentro,
y porque amamos hacerlo,
creamos y damos forma, brindamos solidez,
a nuestro bienamado juramento poético,
escribimos por esa razón,
por nuestra bendita salud mental,
porque nos ejercita, nos mantiene vivos,
pleno de alturas y riquezas emocionales,
y no son estos simples paradigmas,
realizados a modo de rutinas,
sino preludios bondadosos de nuestras almas,
campanas que resuenan en todas partes,
las olas que impactan sobre los arrecifes,
raíces entrelazadas en nuestra cordura,
Ellas agitan la conciencia, las manos,
y nos guían, nos revela secretos, tesoros,
a través del tejido de la inspiración,

Después de pensar en estos momentos,
soy consciente en medio de mi razonar que,
mis poemas navegarán,
por los mares de una superficie fantasmagórica,
y marismas envenenadas de espejismos,
eso es lo que les espera a los versos,
que han surgido de mi creatividad.

Algo para leer, sin obligación para hacerlo,
habrá quienes les gustará y sin vacilar,
los sostendrán en sus manos,
lo pondrán al alcance de sus pensamientos,
y se dejarán influir por las letras,
en cuyas corrientes serán envueltos,
conscientes de su confort,
como un apretón de manos, como un abrazo,
y los que no lo soportarán; haciendo oídos sordos,
los harán a un lado, y allí irán, arrojados,
al estanque de la indiferencia,
a las empedradas calles de los: no me interesa,
al deprimente vacío, de una solitaria mendicidad,
y cuya importancia, no viene a cuento,

Somos lo que somos,
exponemos nuestro corazón al mundo,
y dejamos que éste nos juzgue,
en todo su libre albedrío,
sí lo aprecia, te recibirá con aplausos,
de lo contrario,
dejarás un estante para que otro lo llene,
y,
la mayoría lo sabe, que mucho en este planeta,
es solo una mera fantasía,
puro globo, jazz de ensueños,
y una arquitectura de góndolas a la deriva,
sin embargo,
no todo es ilusiones y reflejos de caleidoscopios,
en el laberinto de los sentidos, en las pintorescas,
avenidas del corazón, sin extenuación ni engaños,
algo tangible, real, auténtico y maravilloso,
se extiende al igual que la luna,
en una noche despejada,
o el beso sustraído de una corriente de aire fresco,
en esa escondida enredadera,
de jazmines y grisáceas zonas rebosantes,
donde solo se encuentras al grillo que protesta,
columpiándose de rama en rama,
a la entrada de los pórticos, sobre las casas,
mientras observa a la ardilla que roe sus frutos,
y el ajetreo ensimismado,
de un maravilloso atardecer,

¿Y qué podría decir de los amantes?
De sus besos, de las caricias, de los susurros,
¡Más!, no es mi deseo entrever en tales cosas,
un punto es necesario aclarar y,
puede que suene solemne en mi declaración,
sin intensidad, al igual que un tranquilo valle,
y no puedo decir,
que estoy balbuceando incoherencias,
dado que no sufro de delirios,
y solo a mí mismo me juzgo,
solo a mi Razón dirijo mi pregunta,
con esperanza de hallar la respuesta,
arrodillado, delante de mi propio credo,

¿Por qué subimos los mejores diálogos de nuestros axiomas,
a sitios que solo nos conducen a un: me gusta,
o un comentario que nos entusiasma y,
quizá nos alienta a continuar?

Los poemas, no trascenderán de esos lugares,
de esos lugares de alquileres online,
páginas que solo archivan el códex,
la genética de nuestras exaltaciones,
que empujan a que otros escriban,
como fórmulas de deseos,

¡La loca alquimia de una propuesta atractiva!
sin embargo, lo hacemos,
escribimos para nuestro deleite, saciar nuestra sed,
lanzarnos desde lo alto de la cima,
hacia un rebusque momentáneo,
un lugar para imprimir,
parte de nuestra visión del universo,
de la vida, de lo que nos identifica,
de lo que somos en realidad,
y de quienes pretendemos ser,
seres que aman,
que esperamos ser amados, correspondidos,
y que escribimos por el bienestar de nuestra dicha,
de nuestra salud mental ─ya dicho─ de nuestra identidad,
con el único fin, de amarrar los instantes,
y mantener estable, la llama de nuestro espíritu,
de ese hercúleo y fascinante intérprete
de oasis e historias y reseñas,

Y aquí estoy,
uno más en el carril del tren de la ocasión,
aguardando por publicar mi poesía,
sin garantías, ni la seguridad de que podrá atraer,
pero consciente de la libertad que tengo,
de lo que soy,
y a lo que aspiro llegar,
un navegante con rumbo fijo,
el destino en mis manos,
y las letras que define un concepto,
mi concepto de escritor,
y esto es lo que amo, y a esto me dedico,
lo demás es arbitrario.
Poeta

Poemas :  Ellos y Ellas © Ivette Durán Calderón
Ellos y Ellas (Poetas y poetisas)

Cómo rendir tributo a la dedicación e ingenio
de poetisas y poetas que legaron su don.
Cómo expresar orgullo y gran admiración
por su labia, su prosa, su verso primigenio.

Fluyen los personajes, recuerdos y momentos,
¡más no los necesito, hoy evoco a los muertos!
Aquellos cuyas plumas sembraron nuestros huertos
de lírica profunda, pasión, amor, tormentos.

No quiero referencias ni quiero citar nombres
temo olvidar alguno, a quien no agradecer
por haber transmitido, su vida y loor ufano.

¡Gracias por los poemas, gracias queridos hombres!
mi reconocimiento, ¡mujeres!, por hacer
¡inmortal, recio, el verso … latinoamericano!
Poeta

Poemas :  O prazer de escrever
O prazer de escrever
Não quero perder
o prazer que sinto,
ao escrever.

Não quero a frieza
de um "cálculo matemático",
nem a destreza
de um escritor técnico.

Eu quero a emoção;
libertar minha ação
em versos.

Gosto da "embriaguez"
que o ato de escrever
propicia.

A.J. Cardiais
imagem: google
Poeta

Sonetos :  Desapego
Escrevo como um louco,
procurando uma razão de existir;
buscando um elixir
para beber um pouco.

Escrevo com o desapego
de querer ser escritor.
Como quem carrega um andor,
escrevo para ter sossego.

As ideias me torturam
e, ao mesmo tempo, me ninam.
Às vezes, para me atrair, rimam.

Então prendo-as no papel,
para que elas descubram
o caminho do inferno ou do céu.

A.J. Cardiais
27.12.2016
Poeta

Poemas :  Coisas & poesias
Coisas & poesias
Outros poetas escrevem coisas,
que o poeta aqui não ousa.
Não por não ser ousado.
Mas por achar que é ousadia
denominar “certas coisas”
como poesia.

A.J. Cardiais
20.09.2014
Poeta

Poemas :  O poeta amador
O poeta amador
Eu não quero provar
que sou bom em nada...
Só quero é libertar
minha alma enclausurada.

Então, se busco liberdade,
não quero prender-me
sem nenhuma necessidade,
ao que não dê prazer.

Escrever como um dever,
fica para o Escritor.
Eu escrevo por escrever.

Por isso sou poeta Amador:
escrevo só por prazer.
Faço poesia só por amor.

A.J. Cardiais
Imagem: Google
Poeta

Poemas :  CUENTOS NOCTURNOS
Fue la noche anterior,
cuando todo el mundo quedó en silencio,
no hubo palabras,
ni sueños,
y entonces un día,
un poeta se acerco a aquel lugar.

Miles de poemas,
novelas y cuentos,
están por escribirse,
iluminando toda Gaia,
haciendo que la oscuridad desaparezca.

Soy la voz de Nunca-Nunca-Jamás,
la inocencia y sueños de cada ser humano,
soy la cuna vacía de Peter Pan,
soy el cuenta cuentos de la noche.

Cada historia contada,
cada fábula,
cada leyenda,
nunca acabará.

Cuentos nocturnos,
miles de historias,
contadas hasta el final,
hasta llegar al alba.

Erick R. R. Torres
(Angel Negro)
Poeta

Poemas :  Sin llaves
SIN LLAVES

En la imagen carente de forma
de pasado duplicado
en ausentes
de raciocinio
y
carnes
de futuros que hipnóticos se piensan
porque adecuaron al hueco
en la redondez del aliento
entre las agujas de la memoria
entre lo que habrán adecuado
suprimiendo su radical, pasado, entre sueños y panteones.
Historia de súbito,
del agudo escultor de noches,
del escritor de nuez,
del mundo terminar sin hablar,
donde adecuáremos al olvido,
ingenuo triangular en descampado,
en la expresión,

de cataratas de esférico valor,
el tiempo al espacio cristaliza,
algunas veces lento,
otras oculto el germen,
sobornar al paraíso con perdones injustos,
y lo que hubiese adecuado,
al abrir del candado,
del destino excesivo, una ruleta cargada.
Con
llave incierta,
del camino leer ideas en las paredes blancas,
del hambre verdadera una cuchara,
sin que adecue al suelo,

un hogar sin techo, decorado con el viento,
intoxicado entre estrellas embriagadas,
como adecuaba la noche,
cuando gira el desconcierto,
de todo, largamente un contraejemplo. ¡Sin llaves!.
Sin
Llaves
Ves acaso la cerradura del ajeno pecho
Un vientre bajo el piso una mirada al cielo
Una frase de silencio discriminado
Sin
Llaves
Ves acaso el verdadero ocaso de la carne alegre
Vacío el pensar sin hambre, vicio satisfecho.
Promotor de angelical olvido del polvo humano.
Pero.¡Ah!. Eso sí.
En los ojos desnudando,
muslos ondulan,
entre libélulas parpadeando,
encarnados del nácar anzuelo,
y algodón erecto sueña,
donde adecuaría la tarde,
la humedad enrojecida,
del horizonte encima,
del manjar apetitoso,
adecuado el hueco.

¡Un simple y llano ves ya!.
Cada desayuno de pestañas.
Al instante vertical latiendo,
la curiosidad del cambio,
tibia posición y movimiento,
en la intimidad escrita en secreto,
lo blanquecino compartir libre,
universos agitando tiernos,
frutos de acuerdo maduros,
jugos de abierta sensación,

en el criterio, del pañuelo amable,
al propio espíritu sumerge,
la inocencia imberbe,
joyería de fantasía, solido vacío,
al impulso de la incandescencia.
del cerrojo llave perdida después.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Crónicas :  Experimentação ou possibilidades
Não leio nada como um “estudo”... Ou talvez seja um estudo, o que eu procuro ler por curiosidade e prazer. Não sou adepto de nada, nem contra nada. Sou a favor da liberdade. Liberdade de expressão. Mas, com uma condição: procurar saber, procurar conhecer. Isso não significa fazer tal e qual “aprendeu”. Significa que sabe, conhece, mas segue o que quer seguir, o que dá prazer.

Se tudo que se aprendesse, fosse obrigado a fazer tal e qual, as coisas nunca mudariam.
Na poesia por exemplo, eu sempre enfatizo para que leiam Drummond, Bandeira, Quintana, Leminski e outros. Eu peço que leiam, não como uma “obrigação”... Leiam para ter alguma ideia; para fazer alguma comparação. Se gostarem, continuem a leitura. Não acho válido alguém ler algo “só para mostrar que sabe”, sem nenhum prazer.

Mario Quintana disse: “Já li poetas de renome universal e, mais grave ainda, de renome nacional, e que no entanto me deixaram indiferente. De quem é a culpa? De ninguém. É que não eram da minha família”. ¹

É a isto que eu estou me referindo: ler algo que lhe é indiferente, só porque foi escrito por alguém de renome...
Esse texto de Mario Quintana (Carta), quem se arvora a escrever poesia, deveria lê-lo, é ótimo.

¹ Mario Quintana
Em: Carta
Coleção Melhores Poemas
Ministério da Educação – FNDE
Pag. 90

A.J. Cardiais
Poeta

Crónicas :  Mau conselho
Escrever algo e postar, é como montar um telhado de vidro... Você tem que estar preparado para receber de tudo: Tanto a luz do sol e da lua, como as pedradas e as tempestades. Afinal você estará expondo o seu pensamento, a sua vontade, a sua verdade, a sua mentira... sei lá, você estará se expondo. E se expor, até para quem gosta de chamar a atenção, é preciso ter "argumento". Principalmente se for escrevendo. Vai ter gente dizendo que você deveria ter feito assim e assado, que você deveria ter usado isso e aquilo... Vai ter gente criticando a sua linguagem, vai ter gente apontando as suas falhas... Mas também tem o seu lado bom: Além de você "descarregar" o seu sentimento, pode ter alguém elogiando a sua maneira de escrever, pode ter alguém elogiando a sua coragem de se aventurar a escrever sem ser nenhum acadêmico, pode ter alguém lhe agradecendo, por você ter mostrado um novo caminho... (tudo isso é suposição de sonhador).

Mas o mais importante é a adrenalina que ficará reinando, enquanto você espera o resultado da sua "ousadia". Eu falo "ousadia", porque quem já escreve cheio de pompa, cheio de conhecimento e senhor de si, só espera colher louros com o seu texto. Quando ele mostrar o "currículo", ninguém se atreverá a dizer que o texto dele é ruim. Se o cara for doutor, professor, pós isso, pós aquilo (só tem pós, nenhum pré), acadêmico, neurastênico etc, todo mundo só terá boas falas. Quem se atreverá em atacar o doutor sabe tudo? Os outros doutores serão os primeiros a acobertarem qualquer "falha". Estou fugindo do meu objetivo, voltemos:

Lembre-se que você estará expondo a sua maneira de pensar, de ver e sentir a vida e as coisas. Então não espere que todos que lerem o seu texto, vá pensar como você. Explique o que precisar ser explicado, aceite o que precisar ser aceito, mas não compre briga. Ninguém chuta cachorro morto. Então, se chutarem você, é porque você está vivo. Tente ficar mais vivo ainda. Procure escrever o mais correto que puder, para não começar uma "escola" de escrever errado. (Já basta a internet) No mais, é acreditar no que você faz, e tocar em frente. Se não fosse com a ousadia, Oswald de Andrade não teria modificado a forma de escrever poesia.

A.J. Cardiais
Poeta