SUAVE ALUD
En la red de las macetas las respuestas riegan flores plásticas en detergente de dóciles camisas
del armario un recetario en bicicleta pide salir
de las manos menos invisible por el rectángulo
minúsculo tropezar del dátil de los augurios que
mueren del destino envenenado el intestino por la
mansa y contundente aguja transparente en el agua
frágil de la imagen inconstante en el camino sólo
y más corto de una pálida pantera de cantera salada
en el plano de azotea cambiando trenes en cuarentena
por la estepa dócil del clan completo hecho garras
de tigre en un buzón hecho del destino de los últimos recuerdos de mañana dibujada tarde y noche
en los ojos de la cera de un cariño perdido bajo
una vela, un lápiz dibuja plumas volando del carbón
verde amarillento encima de las hojas del otoño.
Suave vuela bajo un alud petrificado...
Por buscar lo dicho mañana espero
al eco forastero del paisaje silencio
envuelta la nieve de pieles
amablemente infructuosa
Suave
Música melodía del café pobre
Vuela
Una mañana que no acabará jamás
Alud
Cual fiel roca cualquiera
Al poco
En la montaña un pastor ser
Un frío de cualquier hielo
Hilo dispuesto a ser tela
Un calor de cualquier fuego
¡Flama!...Más o menos indispuesta
A ser vela enrojeciendo al sosiego
De inverosímiles árboles a lo lejos
Del tronco cargando las nostálgicas rodillas
el aire acampanado del reposo sonrosarse
los bolsillos extraordinariamente altos
en la marcha sobre el techo eléctrica
parecía la sombra un buen rato
¡Alud, alud!... Suave vuela suave vuela...
Del frasco dónde un mar se oculta
dos, tres veces, en la memoria salada
espuma en la blusa malva henos llenos
avenando un trigal cada león...¡Algas!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez