“Pobre voz confinada a ser oída en la nada”
Voces encadenadas a silencio tan cruento, las almas condenadas, el callar es tormento.
Obrar con libertad garantía majestad, libertad de expresión sueño de mí Nación.
Obstruye el pensamiento la maldita censura, limita el intelecto, es del diablo su hechura.
El miedo paraliza, el cerebro agoniza, pobres hombres silentes todos son insipientes.
Dictadura en la cumbre ya se hizo costumbre, legislando se abraza la pinche “ley mordaza”.
Prohibir información, cegar puntos de vista, la perversa intención de “estadistas” fascistas.
Que la boca cerremos quieren esos cabrones, que dientes apretemos, “chitón” a las razones.
¿Expresarte?, . . . ¡jamás!, nada puedes decir, tal vez se escuchen más tus quejas al morir.
El yugo del bozal llegó a la yugular, si te impiden hablar las ideas desangrar.
Mas, el ser de conciencia no lo permitirá, pues perdiendo su esencia a servil llegará.
Un pueblo sometido siempre será vencido, represión del “gobierno” ¡mandémosla al averno!
Venturoso aquel día en que, sin cobardía, usemos la palabra sin censura macabra.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México . . . Dedicado a Brozo . . . Reg. SEP Indautor No. 03-2008-101313351700-01
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Poeta
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