Poemas sociales :  Guelaguetza
“Va bailando, va cantando, con el alma cooperando . . .”

Culto a la Virgen del Carmen
con amor los seres se armen,
bella advocación mariana
que a las personas hermana.

Oaxaca viste de gala
sus costumbres nos regala
tradición inquebrantable
de un pasado inigualable.

Guelaguetza policroma
donde la usanza se aroma,
Guelaguetza fascinante
de armonía la danza, el arte.

Folclor, cánticos nativos,
corazones sus latidos,
añejas reminiscencias
de sus gloriosas esencias.

Fiesta de prendas famosa
oaxaqueña esplendorosa
con pasiones desbordadas
de regiones adoradas.

Costa, Cañada, Mixteca,
por donde nunca se peca
Sierra Sur y Sierra Norte
la historia brinda su aporte.

Valles Centrales, el Itsmo,
Papaloapan . . . misticismo;
allá, en la “tierra del guaje”
hierve la sangre hay coraje.

Que se contagia bailando
música que va cantando
alma de la Guelaguetza
la cooperación se apresta.

Dos “Lunes del Cerro” aguardan,
vigilantes bien resguardan
las prácticas ancestrales
de dieciocho etnias astrales.

Tacuates y cuicatecos,
triquis, amuzgos, mixtecos,
chontales e ixcatecos,
huaves, mixes, zapotecos.

Chatinos y cholultecos,
nahuas, zoques, chinantecos,
tzotziles y mazatecos,
afromexicanos, . . . retos.

Unirse, por fiel promesa
compartir naturaleza
en la vida todos juntos
haciendo esfuerzos conjuntos.

¡Vengan las delegaciones
que haya explosión de emociones!,
demuestren su patrimonio
cultural fiel testimonio.

Mujeres, hombres, se afanan,
guapos trajes engalanan
la ofrenda del mes de julio
el turismo es contertulio.

Lunes proviene de luna
maravilla que se acuna,
¡benditos sean esos lunes
de magia, leyenda, . . . inmunes!

En el Cerro del Fortín
la celebración sin fin
con cariño nos espera
la antigua bella Antequera.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 17 de julio del 2017
Dedicado a la Señora Idalia López Clavel (Loci Clavel de Gar, en el facebook)
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Poemas de despedida :  Al Maestro Tata Aurelio
“Llanto amargo en su sepelio . . .”

El Lago de Pátzcuaro llora el deceso
del gran Maestro Aurelio, congoja hay por eso
las aguas y el viento le rinden tributo,
el silencio reina, es triste, absoluto.

El luto ha asolado los alrededores
no zarpan las lanchas de los pescadores
lágrimas, tragedia, colman la tarraya,
la muerte triunfante, pues, jamás desmaya.

Sinfonía de sombras la dirige el llanto,
la pena, a las olas, cubre con su manto
el vaivén restringen, la aflicción las mece,
el pescado blanco bailar no apetece.

Este golpe es duro pa’ la danza, seco,
de las mariposas queda solo el eco;
tanta inspiración que dio el fiel cerebro
del compositor cuidemos su acervo.

La música calla mustia en su “orillita”
por la ausencia, sola, se encuentra marchita,
sufren un martirio el tul, la chuspata,
las aves no graznan por desgracia ingrata.

Al prócer Morelos, magno monumento,
llegan desconsuelo y aciago lamento,
la efigie del “Siervo” en cantera rosa
conoce el trayecto, la historia gloriosa.

Del genial artista, con el puño al cielo
le dice: ¡presente! en un vivo anhelo
de que sus pirekuas rítmicas virtudes
impregnen los aires de otras latitudes.

Falleció Don De La Cruz Campos Aurelio,
“Los Hijos de Itzihuapa” están en su sepelio
las islas Yunuén, Tecuena, Pacanda,
le preparan misas porque Dios lo manda.

Tan huérfana armonía enmudece presta
en Janitzio hay duelo no toca la orquesta,
quedan en paz la vihuela, el sax, la trompeta,
la infausta guitarra desdicha respeta.

El arpa, violines, bajo, el mismo piano,
se van con su Tata lejos a lontano,
instrumentos varios resguarda un estuche
que el músico inerte nuestro rezo escuche.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda.
Ciudad de México, a 01 de marzo del 2021
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Poemas de alegría :  La Danza de los Viejitos
“El célebre Tata Vasco vio bailar viejo tarasco.”

“La Danza de los Viejitos”
bastones, máscaras, mitos,
con su traje peculiar
lucen, brillan a radiar.

Que lindos esos atuendos
dignos de hombres estupendos
son por todos admirados
los “uarharis” encorvados.

De Jarácuaro su alma,
usan sombreros de palma,
les cuelgan varios listones
de Michoacán son pendones.

Gabanes rojos colores,
grecas negras, ¡son señores!,
es pulcra, limpia, la lana
que al punto los engalana.

Muy vistosa tal franela,
¡qué toquen “Flor de Canela”!
y luego “La Golondrina”,
esa pieza es su madrina.

Camisas de manta blanca,
calzones de poca zanca,
los finos caros bordados
se aprecian harto labrados.

Su calzado es incansable
la suela tan admirable
de duro cuero o baqueta
resuena, al compás, coqueta.

Un bastón que no se quiebra
parece hasta que celebra
la madera tiene un don
bueno, fino ese bordón.

Son expertos danzarines
bien escuchan los violines,
contrabajos, las vihuelas,
aunque carecen de muelas.

Tienen mucha resistencia
que bailen “La Competencia”
p’urhépecha melodía
que alegra la luz del día.

Para éllos su gran edad
es poca, una nimiedad,
no hay fatiga en el danzar
nunca quieren descansar.

Sus achaques y temblores
hablan de tantos amores,
en máscara la sonrisa
porque no les corre prisa.

Su patrón el Niño Dios
jamás les dará un adiós,
“t’arhepitis” lo han querido
desde muy recién nacido.

Benditos están sus pies
pocas veces un traspié,
¡qué pegue fuerte el huarache
contra el piso que retache!

Que sacudan la polilla
son toda una maravilla
es verdad están longevos,
¡pero, le echan muchos hue . . .!

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Morelia, Michoacán, México, abril del 2010
Dedicado a mi ahijado José Alexis López Gabriel
Reg. SEP Indautor No. 03-2010-102913333100-14
Poeta

Cuentos :  MALEABLE CRUDEZA...(Anticuento Dadaísta)
MALEABLE CRUDEZA
(((Anticuento Dadaísta)))


Por el calor de la sombra camina, y ríe,
la primera pesadilla, donde nadie cuenta nada,
ni siquiera un ensueño bajo la lluvia, vende,
en los cuadernos… Los recuerdos abanicando.
¡Si, lo supiera el cepillo!... Todo, todo, y un poco, la muerte llegaría a un fin dichoso, en su incógnita viajera, con el humilde rol de las bicicletas en torrentes.
Así, limpiaría de las esferas el reposo de las espuelas, en la orilla transparente de un grito amarillo, dulce, y entre la danza araña un gato al ropero somnoliento.

No te contaré lo que mirando esquiva el alto preludio de las manzanas, y los duraznos lujuriosos en huelga, y que ya se atreven a esconder las rodillas del gusano, porque a lo lejos el silencio enrojecido se ha caído.

Por aquéllo de la cansada sed, que se bebe el heno seco, y en el follaje temeroso, por la uva, definitiva endeudada.
¡Piénsalo!... Duerme en el otoño sin calles, en calcetines, donde ni las vitrinas invernales fabrican cementerios, pues esa noche ya tiene canas, y parece haberse detenido.
Espera un poco, y nada dejaré de contarte, hasta que te encuentres bien confundido.

¡Mira!... En la cintura puntiaguda del acero tímido, los árboles han vendido algodón y cobijas.
Pero, no lo cuentes, y mucho menos, lo imagines.
Pues el guijarro absorto ya no camina, y ha dejado
su meditación en las uñas viejas de la ballena enana.
Como verás…Ya canta la irritada tintura en la cocina, tendida en la brisa del color humedecido, y rugoso, en un turbado manantial que dibuja almendras.

Pues ese día, como ya te dije, hace unos minutos…
Las orugas fabricaban las escaleras y acordeones,
donde el mismísimo viento lo ha olvidado, muy acuático, y al pájaro angustiado le niega la almohada, y el ultimo suspiro, en unas pequeñas tuercas sin rosca.

¡Vaya, si no te lo dijera, se me pasaría por alto!.
Pues las cáscaras del cielo, ruedan con la cabellera negra, desnudas como el viejo olvido entre las cenizas, cabizbajo, con los salados hormigueros de flamas frías.

Y tú, tan buen lector, comprensivo, dices que todo lo has disfrutado.
Que la numerosa descendencia de los incomprendidos ya dejaron a los monstruos de emergencia en las películas de vaqueros, y las cabras son crueles con los tigres.

Tomando en consideración que llevamos más de 3 horas leyendo ésto, es hora de pensar de que se trata. Y empezar por alejarnos a un lugar apartado,
apaciguando las inquietudes de los humos, y dejando
que el frío escape del hielo del desconcierto.
Poner la mente en blanco, e iniciar con la ternura del peregrinaje de aceptar que, las terribles cadenas son esclavas del hierro vegetariano.
Y nada pueden explicarnos de la excesiva bondad humana con sus semejantes.

Por ésto, las estatuas tienen la audacia de callarse, y no prestar atención a ningún tipo de anticuento, por muy dadaísta que sea en los escaparates desprevenidos.


Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Joel Fortunato Reyes Pérez.
Publicado en e-Stories.org el 29.10.2018.
Poeta

Poemas :  Eludir elucidar
Eludir elucidar

En el marfil que danza el ojo y hace a los borregos
estirar la lana en la luna lúgubre luciérnaga por
estar los hilos del mar de hielos sin poder
pestañear detrás de una chispa dulce
pecando detrás de la letra esquiva
bajo la sombra del reloj hostil
qué muere lento latiendo
en el pavimento ligero
adolorido de verano
y el pelo recortado
erróneamente
eludiéndolo
elucidar
elegantes
accidentales
entre las mejillas
entre las alas oleosos
y con el sueldo a rayas
porqué el detonante ya fue
la húmeda tarde fabricante ya
De velas, herbolarios, herreros ya
Del humo, sastres del aire, cocineros
Del agua, y cien metros de tímidas fuentes
posturas monótonas, verdes convalecientes
esculturas ingenuas por eludirse y elucidarse ya.

Pues todos murmuran lo que nadie supone ser
aquéllo que la penumbra es del pequeño mono-
lito que mejor ha capturado los cañones ligeros
inquietos de la cerámica desvalida por las cañas
de las especies tropicales de los camellos ideales
que afirman de los papagayos utilizar medicinas
y la pólvora que hasta hace poco tenía frío cielo
habiendo escuchado flotar una laguna desierta.
Mientras, la vejez prematura despierta brillante
nueve meses nueve veces nueve peces sedientos
después del viaje de regreso que era imposible
porqué escondieron al mar embotellándolo hoy
sin detener al destino del que pende arrugado
en la prohibición sofisticada de ser un salado
un enjambre de olas y espumas y brisas libres.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Al obnubilarse
AL OBNUBILARSE

Llovía la voz con sabor a danza,
en el azul sonoro del tacto,
una sonrisa obscura,
un llanto brillante,
tan profundo en lo alto,
tan escarpado en lo liso.

Al obnubilarse.

Con el olor de los años,
con el color de los sueños.
¡Oh, danza de la esperanza!.
¡Oh, lanza de la tardanza!.
Una espuma espinosa.

Al obnubilarse.

​En la voz otoñal pestañeando.
Sin el gastar neblinoso.
Sin el pastar asombroso.
Llovía y llovía, esa voz agridulce.
Esa vez esa voz.
Al sentirse pensando.

Al obnubilarse.

​Ennegrezco al nevar,
el fuego al entibiarse,
​la sonrisa vidriosa,
la voz lluviosa,
entre silencios sinuosos,
entre recuerdos borrosos.

Al obnubilarse.

​Una vez al desvestirse la tarde,
al empalidecer anocheciendo,
​la espera lenta,
la salida profunda,
entre perfumes perdidos,
entre nubladas alturas.

Llovía llovía, al obnubilarse.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de reflexíon :  DR. CORNELIA PAUN HEINZEL : "El ritmo de la vida"
DR. CORNELIA PAUN HEINZEL : "El ritmo de la vida"
Traducción de Alfredo Cernuda

Yo camino en el ritmo entretenido de la música.
Yo vivo en el ritmo vibrante de la ciudad.
Yo me muevo en el ritmo misterioso de la vida.
Pero tu ritmo no es el mío,
y ni siquiera es el de ella,
aunque quizá nos sincronicemos algunas veces...

Yo respiro en el ritmo apasionado de la danza.
Yo pienso en el ritmo vivo de sus pasos.
Yo veo el ritmo de la vida de quienes me rodean.
Distinto al mío, en el tono y en el sonido,
y sin embargo, me sincronizo con el ritmo sin interrupción de los días que se suceden uno tras otro.

Nosotros luchamos en el impresionante vórtice de la vida.
Nosotros vibramos por cada segundo ganado.
Nosotros corremos detrás de un espejismo del desierto
que hemos elegido como realidad ideal.
Pero mi espejismo no es el mismo que el tuyo, o el suyo,
y siempre afecta a uno o a otro, pero nunca a todos.
Poeta

Poemas :  Nocturno deambular
Nocturno Deambular...

Noc
Tur
No
Deambular

Y viajar por la noche y por el lago
la luna en la tarde que danza
pesada la hora de cuadros
que dicen retozan fantasmas
en el corto alambre satisfechos
por la vieja verja bailando
¡Donde aguarda el pan el diente!
¡Donde espiga el pelo el peine!
Pintándose de espejos que nunca
sació nadie pintándose reflejos.

Deambular
Noc
Tur
No.

Anochecí lloviendo cruzando las colinas
las hojas sin rostro cayendo agotadas
en otro mar de silencios sumergidos
¡Que cubren con abejas las aguja!
en la caja que sobrecoge incierta
una vez bajo la piel que se derrama
la madrugada rodando estridente
tan desatenta con las heridas hachas
que nunca acaban la nieve en ruinas
desnudándose los encarnizados ojos.

Noc
Tur
Nodeam
Bu
Lar
Porque
Deambulando viejo viajo trasnochado.
Luna a luna acariciando.
El dormir de tres almohadas.
¡Ladrando ladronas laderas!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta

Poemas :  Desahuciado solo existe
Desahuciado solo existe

Desahuciado
Solo
Existe

Un sol de verde vestido, en el que danza,
la lluvia, nerviosa en las piedras tejidas,
de cobre, en el que la luna, bajo el lago,
reflejándose, una sola choza, que dibuja,
flores de niebla.

Un tiempo desolado, el reloj parado, la
balanza cruda, sucia la frente, en el instante,
gris, despierta, estuvo cojo en el lodo,
encima una tormenta, temerosa en su sueño,
truena, donde la obscuridad fabrica nidos.

Con las manos en los huesos revive, entre
cortado, como correría una liebre, triste,
está escribiendo un cuento...
¡Verano, acarícialo fresco, tiene fiebre!.

Las flores ya no acarician su dolor,
muere bajo la piel, con la mirada en
el piso, inquieto. En el alma enferma,
tiene miles de huecos presentes.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Aquilatado exhorto
AQUILATADO EXHORTO

Por el sabor de la sombra camina, camina,
un ensueño bajo la lluvia, la lluvia,
en los cuadernos del recuerdo abanicando.
¡Si, lo supiera de noche!. Nadie, nadie,
limpiaría de las estrellas el reposo,
en la orilla bordada de un grito grato,
entre la danza que araña un gato somnoliento.

Mirando esquivo el alto preludio de las lunas,
que se atreven a esconder el silencio enrojecido,
de la cansada sed que se bebe un lago ligero,
en el follaje quemado por la uva definitiva,
en el otoño sin calles ni vitrinas otoñales,
en la cintura imprevista del acero inocente,
Aquilatado el exhorto absorto ya no camina.

Allá donde las orugas fabrican las muletas,
y al pájaro angustiado por las cáscaras del cielo,
con los depurados hormigueros de flamas duras.
¡Oh, agoreras del frenesí del corcho!. Ya canta,
tendido en la brisa del dolor adormecido,
un rédito transeúnte que aguja fragoroso,
un turbado manantial que dibuja austero.

Aquilatado aguafuerte aglutinado del usufructo.
Exhorto... Menos que bisagra en demasía.
Exhorto... Más que yacija en calentura.
¡Entre la vertiente hirviente y saliente!.
Porque desosaron los recuerdos del polvo
¡Antes que ellos los deshuesen grises!.
¡Antes de las exequias deshuese su sonrisa!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta