A.P.A.L.E.A.D.A.S.
(Surrealista)
Las paredes ya caminan bajo el piso.
Con la sangre de la tarde en camiseta.
Una vez hecha de lodo helado.
Por el grano del trigo seco ciego.
El pueblo del zapato roto a diario.
En la mesa del retrato desempleado.
Y la estufa en la sartén.
Apaleada, sí, muy apaleada.
Salpica la tarde misteriosa.
Como a tres metros del humo.
Doblando la esquina sin trabajo.
Desesperada la lámpara cierra los ojos.
Con las manos en los bolsillos.
El anillo se ha perdido en las cobijas.
En las ramas del otoño nuevo.
Con los rostros olvidados por el tiempo.
Buscando la manera de terminar.
Con la manzana en la mano del gusano.
Erecto en la entrada de algún modo.
Apaleada, vaya apaleada que nos dimos.
Ese día ahí callado menos que un secreto.
Satisfecho admirador del muslo firme.
Fumándose una cama garganta abajo.
El canasto ebrio en la mermelada suave.
Por el camello queriendo ser caballo.
Salvaje en el petróleo robado siempre.
Tan rápido en la mentira querida.
Hablando del vino que fue solo queso.
Con eso de las persianas bajas lunas.
Por el piso que caminan las paredes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez