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DOBLEZ INDÓMITA DOBLEZ INDÓMITA DOBLEZ INDÓMITA
¡Ay, ay, dolor duéleme!
Si el dolor mismo soy en cualquier parte completo y en el mar caballero y en el desierto cierto.
¡Más que arena en lluvia!.
Sólo si las armas desarmadas vistes en la desnudez ciego al sol asola solo.
Porqué ¡No, quiero hablar, no!.
Siendo mudo lo que no puedo mudar. ¡Pues dicen lo que no digo! ¡Y nada dicen de lo que cayó!.
Ni es nacido ni será cera la flama en el cirio con vela o sin ella, en todo tiempo.
Pues, tengo sabido que nada sé. De lo que dicen que digo y nada sé tampoco de lo poco que apoca al que se opacó sin mí ¡Y nada hace al remediarlo!.
Nunca poco ha sido mucho si estando inmóvil crees moverte.
¿Puede alguien vencer al que a sí mismo se ha vencido antes?.
Antes no es después. ¿Y en el ahora quién está?.
Sueña el sueño que no sabe que es soñado al dormirse y la noche que noche es.
Entre vidrios el cristal enturbia el alma invisible del fantasma de la piedra que esponja pura. ¡Y a las nubes anubla nublado!.
Los zapatos no hacen al camino. Ni la mano ni la pluma ni la cabeza. El hueco entero, al aire seco escribe sin eco. ¡Dónde el látigo es algodón y fértil estéril deja!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DE LOS BIENES… (Castellano Medieval)
Faser mi bien puedes en un tanto fuego De acto muy luctuoso Fortunas muy prosperadas Del que pasa e non alcanza De tomar cuanto pudiere.
Por que escuro e sin luna estoi de cueros crudos calzado e los ojos llorando llenos de hielo los piés. Mas por malicias perversas por armas por cierto non.
Llorad conmigo paredes La mi vida tan amarga De lágrimas faziendo tinta Quise sin tienpo con seso ser homne. ¡Ó singular fortaleza por fuego ganar franqueza!.
Son ya tanto istoriadas que serán demasiadas.
¡Ó noble animosidad!.
De la patria a quien tanto Natura me obliga cuanto. Por amor e afeccion. Tantas cuanto Por turbidas nubes el cielo rasgaban Tantas Q´el sol se escondía.
E lloren mis tristes ojos de sangre purificada por mis ojos estallida una pérdida tamaña lloren todos mis amigos.
Fartaras tu fambre con mi negra suerte.
Las que yo desir sabré Tan luengamente enojado A veces quien mucho peca Es más espiritual. Que de cobdicia, e crueza De luxuria e su vileza Linpios e guardados sean.
Buen seso e buen razonar virtudes sin vanagloria.
De muchas cosas pasadas Las cuales muy bien ditadas. Falla oro e despertando asaz enplea sus dias en tanta desolación. ¡Para la iluminación!.
De los Fechos malos e viles Los coracones gentiles Faze de yerros guardar.
De frutas rosas e flores E de suaves olores Por la mar e por la tierra Constantes firmes estables Como oro entre la escoria Con subjeccion e humildad Ofensor de la maldad.
Con toda la su adicencia en la cama ni en reposo. Bien verá que non en vano.
Valiente e muy esforzado. Que la virtud resplandesce escogida e esmerada sobre cimiento muy llano. Es bien digna de llamar Tan fértil e abundosa Puesta en el cielo estrellado.
De esfuerzo e de sciencia non fallido nin menguado. Quien sabe por que florescen Los malos e indiscretos E por escuros secretos Buenos e justos padescen.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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As armas sempre exerceram um certo fascínios sobre as pessoas. Enfim elas significam o poder, o domínio. E entre a criançada esse fascínio é bem maior. Pode parecer que não, porém o que mais uma criança sonha é ser poderosa e respeitada. Não é à toa que elas querem ser super-heróis: força, poder, respeito, admiração... É por isso que muitas delas, quando são perguntadas o que querem ser, respondem sempre: policiais, bombeiros, artistas... Reparem bem: poder, coragem e fama. Imaginem as crianças de algumas periferias, que o exemplo vivo que elas têm de poder, coragem e fama são os marginais... Elas veem à toda hora eles circulando armados e impondo o poder... Veem as pessoas “respeitosamente” bajulando os chefes das quadrilhas... Elas não assistem os policiais circulando armados e mostrando poder. E quando assistem alguma coisa sobre policiais na televisão, é o repórter martelando e mostrando manifestações contra policiais que, no exercício de suas funções, alvejaram algum inocente.
A criança, eu sei que não sabe. Mas um repórter, acho que deve saber que um policial é gente. E, portanto, está sujeito a cometer falhas. Um policial também está sujeito a medos, inseguranças e preocupações... O repórter também deve saber que o policial tem mulher, filhos e vontade de continuar vivendo, apesar de todos os dias sair para uma batalha, sem saber se vai voltar. A imprensa, certas horas, coloca o policial como um marginal. E o pior: fica alardeando. Nós sabemos que em TODOS os segmentos da SOCIEDADE existem os bons e os maus exemplos. Mas a criança, coitada, não sabe de nada... O que vocês acham que elas vão querer ser quando crescerem?
A.J. Cardiais imagem: google
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Poeta
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Renovando desiertos
Vamos arenas abismos y cumbres En los párpados diluvios y calcáreos Por los huesos lagos y lactarios ¡Vamos palpando secas angustias! Con los amores esteparios ¡Entre los dioses perdidos! Vamos Viendo ¡Camellos lejanos!. Con Sus agujas... ¡Agónicas!
Y en las brumas inmóviles en masa ¡El crepúsculo lentamente nos cubre! Sin saberlo ¡Tripulantes, vamos! ¿Vamos, vamos?... ¡Sin duda! ¡Enconchados por la misma historia!
Arenas erizadas a medio fondo Bebiéndonos aluminio, clavo, cobre... ¡Cuántos espejismos alimentan las retinas! ¡Cuánto cobalto de fósiles conciencias! ¡Vamos, vamos...!
No, no y no...
Los luceros son esféricos ¡No todos los hombres son tan malos!... Son El tenue palpitar de su cadáver ¡Ah, historia como se te olvida! Los Velos... ¡Flotan dúctiles! Y las distancias ignoran los reclamos...
Vamos, vamos... ¿No lo ves? El diálogo solo mana con las armas... ¡Es universal y oceánico pacífico!... Solo pura paz ¡Esa bella paz armada! Vamos Arenas ¡Goteando sequías!
Y La Obscuridad... ¡Lentamente avanza! ¿Acaso no sientes la libertad en el alma? ¿No hueles la recta conciencia? ¡Todo es amor por el semejante!
En Los párpados. De hueso y cumbre ¡De rodillas, eleva mil oraciones!. Espera que a ti no te toque mañana. Vamos... ¿No lo ves?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ARMADOS OLVIDOS
No, no... ¡Las armas en las ramas!. Verdes. Amarillas. En el agua. Secas. ¡Corren tras los ríos!. Por las desiertas. Armas. ¡Envejecidas!.
Ninguna gloria hay, en matar, inocentes, débiles. Pobres. ¡En la riqueza del vacío!. De tus armas. De palabras, qué han intoxicado, tu consciencia, tu alma. Presa de miedo. Obedece. Ciega y cobarde.
Armas. Envejecidas. ¡De glorias!. Olvidadas. ¡Entre mil olvidos!. Paradas. Ante los ojos. ¡Secos!. Secos, solo ecos, del tiempo.
¡Qué nadie recuerda!.
Nada eres matando. ¡Ni siquiera un simple sí mismo!. Por los lagos. Amarillo. Reverdecido. ¡Enojo!. ¡Ojo ciego!. Ciego, de tu sangre hermana.
¡O, muéstrame una sangre qué no lleve ningún rojo, oxígeno, vida!.
¡Ahogados!. Sí, si... ¡La guerra en la vida!. Turbia nace. La paz impura. Muere día a día. ¡La ennegrecida culpa!.
No llores helado el fuego. Bajo la húmeda. Ceniza. Amarilla de los verdes. Agua de armas ahogadas. ¡Gloria de luciérnagas!. Secas. Verdemente. ¡Envejecidas... Y... Olvidadas!
Los ojos delante. ¡Corren muertos!. En el fondo de tu esencia. ¿Vas a permitirlo?. Y Pasarás Por la vida. Seco, eco, de noche. ¡Cada resto de vida!. Y por la vida, ignorado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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