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Se sentó en el muelle de la cama con exhalaciones de olvido. Recobró la fuerza del que ama y se dispuso a borrar todo lo vivido.
Ya nada sería igual que antes, pues, su mirada ya no entendía de distancias. Y aunque de la luz hayan sido amantes solo el aroma a nardos adornan sus prestancias.
Pero es que en el callejón de la vida y la muerte leer todas las noches santas o lo días de mucha suerte es una tarea difícil para quien ya no tiene tantas.
La nostalgia nos cose a la vida una ostentosa marca de calma para que al cerrar los ojos no esté perdida la fe ciega que llevamos en el alma.
Sin más, tal vez solo vino a despedirse del otrora, del presente, del que sigue aquí. O sencillamente no quería irse sin el adiós reglamentario, sin dejar ese vacío en mí como un recuerdo de melancolía en un obituario.
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Poeta
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Escucho tu voz en el silencio, mi voz va perdiendo el aliento El calor helado entrando por el ventanal, calienta mi ser No ser, es no poder tener, tener es arrebatarte el alma Mis sentidos no sienten nada, es la cama vacía, son latidos Que se van perdiendo entre los gritos de la gente, miradas Que no miran ojos inertes, ante tanta maldad insolente Son marejadas de mares sin agua, de colores sin olores De bocas amargas tragándose la hiel, es tu piel en mi piel Es el adiós del encuentro, el principio del amor, el final De una historia que jamás podrá ser contada Tú ya no estás, tu lugar lo ocupo el aire, en un espacio de tiempo.
Conrado Augusto Sehmsdorf
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Poeta
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Dejare mis recuerdos, atados a un manojo de violetas, tu rostro pondré en la obscuridad, para que la luz no lastime tu mirada.Contaré cuantos lugares hemos visitado y cuantos lugares dejamos sin ir, haré un bollo con mi último poema, dejaré mundos de silencios escritos en él.En tu boca una mueca de dolor, sobre mi cuerpo una lagrima de dios, en tus manos vacías,un grito mojado por aquellas calles sin amor.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
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Poeta
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CIEGA DE TI
Me has cerrado los ojos. No puedo ya verte a través de la espesura incendiada que nos separa. No. No. No puedo.
Lejanía de tarde rota. Gris de bombilla enceguecida. Tus pasos resuenan como granizo en mis oídos de loba herida, huérfana de manada.
Aulladora de soledad quemada, espiro hielo que hiende mis recuerdos. Perdida en mi colina, lanzada al espacio sideral y sordo, doy vueltas y vueltas. Pero no puedo...
Te has ido. No. ¡Mis pasos sin sonido! No. No. Ciega de ti, envuelta en humo, detenida, deshecha, como ceniza arrastrada de ola en ola… No. Desde la boca de un pez, encallada en la arena te grito: ¡Estoy aquí! Óyeme. Te amo. Aquí. No puedo.
Maite Sánchez Romero (De mi libro ilustrado "Madera y miel". Descárgalo gratis en www.maiteia.wordpress.com
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Poeta
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Nos separamos, el viaje será largo, no es una despedida, es solo el comienzo.
Nuestros caminos se separan, solo un beso nos dimos, antes de decirnos adiós, fue un momento de nostalgia.
Es el adiós mi ángel, es doloroso despedirse, es triste decir esas palabras, pero tarde o temprano, nuestros caminos se cruzarán.
Caminos cruzados, un destino que nos guiará, al volvernos a ver, desear que no nos separemos, volver a decir que te amo.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Al azul del infinito ofrecí
la duda que me ahogaba,
dejando envuelta en su grandeza
esta pena,-lamento de verbo silente-
que sin pedirlo me llevaba;
sentado en esta morada
que no tiene ahora y tampoco dueño
esperando otro mañana regalé mi ayer.
Pasan las sombras amontonadas
envueltas en sudarios ocultando sus caras,
abriendo y perdiendo a su paso los caminos
confundiendo el horizonte;
pasan dejando huellas que la lluvia
o las lágrimas, sin saberlo, borrarán.
Marcharon los momentos
y con ellos los recuerdos, todos;
y se hicieron brisa y con ella se despidieron…
…acariciándome.
©Jpellicer
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Poeta
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Las noches se acabaron, lo nuestro se fue, el amor se desvanecio, es el adios. Recuerda la ultima noche, todos los momentos intimos, todo lo que vivi contigo, se ha ido. Los momentos en que te vi, las noches a mi lado estuviste, todo lo que quisiste, ya no esta. Recuerdame, cuando estuviste a mi lado, la ultima noche, antes de decirnos el triste adios. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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¿Por que no me sientes? ¿por que no puedo sentir tu mano? Nunca dijiste que me dejarias, no dijiste nada al retirarte. Te levante, cada vez que estuviste enferma, tu llanto enmudecio, te hice sentir mejor. ¿Por que no me amas? estuviste mucho tiempo a mi lado, ahora me dices todo, me dices toda la verdad. Estuve a tu lado, he cuidado de ti, pero aun asi no dices nada, no sientes nada por mi. Te mantuve cerca, abrazandote, consolandote cuando estabas triste, ahora te vas, me hubieses dicho adios. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán... ¡Las flores tronchadas por el viento impío se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad!
¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van!
¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... -de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!... ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ...
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Poeta
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(Escrita para la Sra. Cayrón y leída por ella en una función de despedida.)
Pues que del destino en pos débil contra su cadena, frente al deber que lo ordena tengo que decirte adiós;
Antes que mi boca se abra para dar paso a este acento, la voz de mi sentimiento quiere hablarte una palabra.
Que muy bien pudiera ser que cuando de aquí me aleje, al decirte adiós, te deje para no volverte a ver.
Y asi entre el mal con que lucho y y que en el dolor me abisma, quiero decirte yo misma, sepas que te quiero mucho.
Que enamorada de tí desde antes de conocerte, yo vine sólo por verte, y al verte te puse aquí.
Que mi alma reconocida te adora con loco empeño, porque tu amor era el sueño más hermoso de mi vida.
Que del libro de mi historia te dejo la hoja mas bella, porque en esa hoja destella tu gloria más que mi gloria.
Que soñaba en no dejarte sino hasta el poster momento, partiendo mi pensamiento entre tu amor y el del arte.
Y que hoy ante esa ilusión que se borra y se deshace, siento ¡ay de mí! que se hace pedazos mi corazón...
Tal vez ya nunca en mi anhelo podré endulzar mi tristeza con ver sobre mi cabeza el esplendor de tu cielo.
Tal vez ya nunca a mi oído resonará en la mañana, la voz del ave temprana que canta desde su nido.
Y tal vez en los amores con que te adoro y admiro estas flores que hoy aspiro serán las últimas flores...
Pero si afectos tan tiernos quiere el destino que deje, y que me aparte y me aleje para no volver a vernos;
Bajo la luz de este día de encanto inefable y puro al darte mi adiós te juro, ¡oh dulce México mío!
Que si él con sus fuerzas trunca todos los humanos lazos, te arrancará de mis brazos pero de mi pecho, nunca!
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Poeta
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