El amor dura lo que dura la brisa de una mañana, tiene fases como la brillante luna de anocheceres rojos, es dueño de la primera mirada, en la primera cita que se hunde en tu corazón virginal, amores intensos, de profundas heridas que van apareciendo, con el paso del tiempo. El amor nace y muere casi en el mismo lugar, aunque No lo notamos se va gastando como hojas en el viento, se marchita como una flor sin agua, en un jarrón olvidado, es como la sonrisa que se acaba, con una mueca de lamento como el suspiro ultimo de un muerto, casi nada queda cuando él se va, lo lleva todo consigo y no regresa jamás lleva atado a su faldón, aquellas noches eternas de pasión El aire perfumado lo deja rancio, casi pútrido, sin colores. amaneceres sin sabores en tu boca, que añora el aliento de aquella boca que amabas, deja tus manos vacías, solo llenas de nada, sin saber el amor se va ,no sabemos cuándo. pero te sorprende mirándote al espejo como reflejo viejo de una eternidad.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf
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Poeta
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