Sálvate del destierro y de lo que diga la gente. Mata la caricia en vano que permaneció ausente. Guarda el perfume ilusorio que llevabas en mano. ¿De qué sirve insistir si tu cariño es insano?
Sálvate del murmullo de los pasillos aislantes, de tu castillo notorio y tu amor de diamantes. Presume lo que te falta y te diré lo que careces, al final tu destino te mostrará lo que mereces.
Sálvate de la angustia y de los malos momentos. Huye como aprendiste de tu amigo el viento. Vuélvete una ventisca que congele tus pasos. Prefiero decir adiós a que me vuelvas retazos.
|
Poeta
|