"Es por eso que lo amo" – me dijo quebrandosele la voz con cada palabra. Fue hasta entonces que entendí que la pasión iba más allá de los límites permitidos, que la necesidad que sentía al quererlo suyo era inexplicable y la melancolía que comenzaba a invadirla terminaría un día por devorar la poca esperanza que tenía de renacer. No comprendía cómo era que alguien tan físico e inexpresivo pudiera causarle tanto dolor, por qué arriesgarse a darse con quien aparentemente nunca sería merecedor de su compañía, por qué creer que esperar servirá para que él encuentre en su interior claridad para descubrir que ella, es lo que lo complementa. Que irónico pensar que el amor llegará en medio de la soledad, si su esencia fue insuficiente para permitirle demostrárselo, desde aquél primer instante en que ella cayó rendida ante sus inspiradoras palabras, sus superfluas caricias y sus vanas promesas.
Saliste impetuosa, arrebatada, presurosa llevándote mi ser Levantaste vuelo una tarde de otoño cuando apenas los rayos del sol acariciaban mi piel. Engañosa, indiferente mariposa, te posaste en mi alma para elevarte sobre las oscuras nubes del hastío... En tu alocado ascenso estrellaste tus alas destrozando tu virtud
¿Qué fue de ti pequeña mariposa? En tu vanidad quedaste envuelta en amargura y en un suspiro al sol quisiste engañar Tu desierto te espera. En el camino te quedaste, desnuda, inerte, vacía… ¡Nada por rescatar!
Hasta que tu ansiado amor me tome bien en cuenta evitaré que la luz del sol llegue a la cuenca, con la sombra amarga de mi vida haré derroche perpetuando, así, las tinieblas de la noche.
Hasta que tu boca emita el tan anhelado sí teñiré las aguas del lago de color carmesí, las redes mariposas pescarán mi sangre, causaré la muerte de carpa, charal y bagre.
Hasta que entiendas que mi fiel alma es a ti devota no volará sobre la isla ave ni gaviota, con mis sollozos tristes, quejas y mustios lamentos expulsaré de la región todos los vientos.
Hasta que tus labios me den el beso deseado mi corazón, de la niebla, seguirá de aliado, no brillará luna ni cintilarán estrellas impediré, a toda costa, que resplandezcan éllas.
Hasta que tus ojos me miren a mí, únicamente, no habrá flor aunque la pidas fervientemente, en estas tierras no habrá siembra ni cosechas, ya que ahora las riegan mis lágrimas deshechas.
Hasta que tu tersa piel morena cubra mi ser y tu cruel indiferencia ya no me impida crecer en montañas, valles y pueblos, no brotará vida cuantimás que mi existencia sigue malherida.
Hasta que por fin seas reina de la vida mía no habrá calor e imperará la bruma más fría, porque el témpano de hielo de mi franco atardecer se derretirá solamente . . . con tu querer.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 18 de febrero del 2011 Reg. SEP Indautor No. 03-2011-041513462700-01
¿Son acaso las noches, el sentimiento que almacena las tristezas del día?. Si en ocasiones no podemos sentir ciertas miradas, que nos importa la penumbra de la noche, y que el amanecer se confunda con el nuevo día. Cuando aparezca el sol, y con su luz decida alumbrar nuestra penumbra, en ese preciso momento, nos gustaría ver disipada esa mirada anhelada con la finalidad de contemplar el día, con la penumbra de la noche. Somos muchos, los que deseamos que nuestra alma, decida no alcanzar un reproche, si decidimos vivir la noche y sentir tristeza durante el día. Está en nuestro deseo, mitigar el sufrimiento alcanzando sosiego ante tanto dolor.
Eres mi musa y yo el poeta que te escribe con el alma y el corazón entre mis letras Hoy comienza una nueva tormenta en la habitación del sentimiento de un poeta Mi corazón se lamenta de quererla sin que ella me vea Como sufro por ella Como lloro bajo las estrellas Como vacío las botellas No importa cuánto sufra cuanto llore, Lo único que me importa es que tus seas feliz aunque no sea conmigo No importa cuánto escriba para ti, si solo para ti yo siempre seré un simple amigo Te dejare en paz para que él simplemente te enamore Noche sin estrellas… como inspiración sin…
Como besar sin amor, como sufrir sin dolor Como pincel sin Picasso, como sentirme querido sin sus abrazos Como pedir un deseo sin cometa, como escribirle una carta de amor sin mis letras Como jardín sin rosas, como poema sin prosas Como flores sin espinas, como amarte si ni siquiera me miras Como dormir sin soñar, como alejarme de ti si te voy a añorar Como poeta sin inspiración… Como lamentarse sin hubiera Como escribir sin Valeria… Pero dime, como no alejarme si con solo verte siento la nostalgia Ella la causante de la ruptura de mi corazón, ella mi hemorragia Como volar sin alas, como escribirte poesía si no me amas Como romeo sin Julieta, como luna sin su planeta Como insomnio sin desvelo, como nube sin su cielo Como despedida sin hasta luego, como incendio sin fuego Como tristeza sin amanecer, como felicidad sin anochecer Como vivir sin perecer Como querer sin saber lo que piensas Como flor sin el olor de su esencia Como besar sin labios, como dar otra oportunidad sin cambios Como tener sentimientos de amor sin gritar te amo Como flores sin ramo Como llorar sin causa, como escribir canciones sin musa Como noche sin estrellas, como borracho sin botellas Como cantar sin música, como monje sin túnica Como un mudo intentando hablar, como un sordo intentando escuchar Como soledad sin melancolía, como alegría si no apareces en mis días Como guitarra sin cuerdas, como futbolista sin piernas Como felicidad sin risa, Como manejar bajo la tormenta sin parabrisas Como secar lagrimas sin pañuelo Como dormir si tú no estás en mis sueños Como yo sin ti, como verte con otro sin sufrir Así me siento cuando tú no estás aquí.
Tú la única que me puede consolar para quitarme este desliz Lo único que quiero es volver a ser feliz Que él te escriba poesía pura como lo hice yo Ya me di cuenta de que a las mujeres no se le enamora con poesía Son puras palabrerías Ya no se les enamora con detalles ni con ramo de flores como antes Lo mejor será de ti mantenerme distante Si tu no sabias cuánto te quería, vivía en silencio Ahora vivo en agonía Todos quieren felicidad sin dolor, pero no se puede tener un arcoíris sin un poco de lluvia El significado de mi sufrir es el latir de mi corazón por tu existir Te deseo lo mejor, que seas muy feliz.
Muerto estoy, esperando la tumba en mis manos el eterno recorrido de aquellas horas, que pasemos juntos y en mi pecho la pena del alma
Sin caminos ni veredas por donde avanzar llorando sin consuelo, tu amarga despedida ahora mi cama se hace detestable y fría ahora mi voz apenas se oye
Por miles de recuerdos que duelen todavía paso las horas muertas mirando las estrellas porque me dejaste amor, porque te has ido tal vez no me quisiste o fui muy poca cosa
Tan solo un instante cruzando tu camino en una tarde cualquiera, que pasó veloz más yo no puedo olvidar cuanto te quise y muero cada día al evocar tu nombre
A veces el mañana se viste con mentiras y nubla la razón pensando que aún te ama pero los años pasan, las arrugas crecen y tu no vienes, y tu no vienes
Y allí estaba yo, de pie en uno de esos bosques donde andar en el no era el problema, el problema era salir de su inmensidad. A algunos metros reconocí una figura de espaldas, era el. Corrí hacia él mientras gritaba su nombre, pero mientras más corría, más se alejaba. Allí lo entendí, debía dejarlo ir, era lo mejor para los dos. Dolió, dolió ver cómo se iba sin mirar atrás y mi alma se dividió en mil pedazos. Me arrodillé en el suelo mientras las lágrimas empezaron a salir de mis ojos y lloré, lloré como nunca antes, cómo una madre cuando pierde a un hijo, cómo un bebé cuando le robas un dulce, lloré desconsoladamente mientras el tiempo pasaba. El sol se escondió y yo lloraba, la luna apareció y yo lloraba. Cuando ya no me quedaban lágrimas, me levanté con mi dolor inmarcesible y caminé en aquel bosque. Estaba infinitamente rota.
Espero ver tu corto cabello, ver tu sombra entre muchas sombras. Ver tu mirada firme y tu cálida sonrisa.
Espero verte solo una vez más. Para tocar tu mano, y amarte hasta la eternidad, pero estoy aquí escribiéndote una vez más, pensando que tal vez tú me has de recordar.