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Te busco en mis labios… Y junto a mi memoria, en mis manos, busco tus formas, que, con ansias infinitas, recorrieron para grabarlas en mi alma…
Te busco en los “te amo”, que no hizo falta repetirlos, pero que se sintieron como gritos, en cada gemido y susurro nuestros…
Te busco entre mis brazos, que se llenan contigo, cuando ya no queda espacio entre nuestros corazones…
Te busco con esta inextinguible hambre, con la que amarnos demencialmente, no acabará de saciar nunca… esto de sentirnos, de llenarnos, de explorarnos…
Te busco, en las nuevas auroras, que huérfanas de la luz de tus ojos, poco iluminan, pero ilusionan, en el recuerdo de tus sonrisas…
Te busco, en las palabras nuevas, que hasta quisiera inventar, para intentar describir intensa y profundamente… nuestras almas acoplándose, más allá de la piel, de los besos, de la distancia y el tiempo…
Te busco… no cesaré de hacerlo… hasta encontrarme en ti: en tus pupilas; en la calidez del ansiado, nuevo fortísimo abrazo; en nuestras bocas respirándose, humedeciéndose… en esas ansias frenéticas, por tatuarnos el alma, la vida…
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Poeta
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El sonido… no importa más, es tiempo de bocas, de manos, de roce de pieles, de suspiros… de candentes expresiones que nacen y terminan en un gemido, de susurros inaudibles, que repican y se expanden con total intensidad… Ahora el ceremonial de besos, se acompaña de cuerpos, deslizándose sin misericordia, degustando más besos, en una batalla amatoria total, en la que bocas, manos, piel, se confabulan e implican, para compartir las sensaciones, que revientan al sentir, cada palmo de esas pieles y los nuevos poros a explorar, los espasmos trepidando, todos los sabores… que se conjugan infinitamente, entre la calma tensa de suaves besos y la erupción holística, de nuestros universos colisionando, con toda su furia, en total esplendor y exquisitez… Esta liturgia, no tiene, no puede tener amarras ni formas, tan solo más devoción y alegría, por seguir sintiéndonos felices, en medio de un maremoto de besos…
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Poeta
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Más silencio… por favor… El espacio entre la abstracción y lo tangible, podría ser: distancia o tiempo… mirar, soñar y ansiar besar, vibra y late también sin presencia… más, en algún instante, la visión estará a milímetros o décimas de segundo… Su boca, plena, totalmente dispuesta, a colisionar en toda su exquisitez, con otra hambrienta y loca de sed de besos… entonces, tan solo… que, los ojos, esos que tanto desearon, que se cierren ahora, no pueden interrumpir… el concierto de bocas desatadas, por descargar sin compasión, todos los besos contenidos, para permitir en el ansiado contacto, que el éxtasis inunde dos cuerpos y enlazados en sus locas bocas, se fusionen en uno solo…
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Poeta
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Silencio… por supuesto… Mis miradas ignoran el universo y se pierden explorando aquel tercio de su rostro, que lleva aquel cofre de delirios y delicias… Imposible pestañear, podría perder continuidad, ese esencial beso, ejecutándose, en los extasiados ojos… que escrutan: estructura, textura, carnosidad, cercanía, movimiento… en los desorbitados ojos… que se trastornan al descifrar o intentar hacerlo: la dulzura de aquellos labios, que… se mueven, se entreabren y dejan que brillen encegueciendo, un conjunto de perfectos dientes y una lengua perfecta… que invita, en los enamorados ojos… que se pierden casi deleitando, ese beso irreverente, que, sin pedir permiso, hizo suya, esa boca toda… tantas veces, en tan pocos segundos…
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Poeta
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Esa higuera de hojas gruesas brinda una sombra exquisita, bajo élla ocurre una cita de amor en que las promesas se inflaman como pavesas, siendo los maduros higos involuntarios testigos del beso de la pareja que en arrumacos no ceja al dejar de ser amigos.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 26 de abril del 2024 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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En el dialogo interior hablan los besos que se van esparciendo por el cuerpo desnudando los placeres ocultos que hacen brotar los ríos de sangre que alimentan a Eros que yace perdido en el monte con venus.
Enrique Canchola Martínez 29 de febrero de 2024
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Poeta
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Las mariposas de mi pensamiento se quedan atrapadas en mis manos para tocar las estrellas del cielo a través de tu piel divina en celo.
El deseo socava mi paciencia por tenerte en mis brazos para llenarte de mi pasional esencia y alimentar a mis labios ansiosos.
Busco la luz de tu mirada para romper la sombra De imágenes perdidas en la niebla que en el abismo de la nada torturan la carne y destrozan el alma.
La avidez del eco de tu voz guardada pone a mi mente en el delirio en triza en busca de tus palabras y tu sonrisa para ser exiliado continuo de la nada.
Enrique Canchola Martínez 28 de febrero de 2024
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Poeta
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No es producto del alcohol esta dulce borrachera ni la resaca postrera, no fue whisky ni zotol, Baco no ejerció su rol, fue el elíxir de tus besos el que ha embriagado mis sesos alterando seis sentidos con temblores desmedidos que me hacen sufrir tropiezos.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 27 de febrero del 2024 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Silencio pasión y belleza Tres cosas espirituales en tus labios sensuales habitan la luz y la pureza.
Silencio roce y delicadeza forman los sueños y pasiones que corren en alucinaciones rompiendo la armoniosa sutileza.
Belleza labial filtro del gozo donde el amor santifica en el umbral del pozo la sed de la carne en el gemido.
Labios carnosos y sensuales donde el corazón como latido derrama la sangre urgida del pensamiento y el deseo.
Enrique Canchola Martínez 12 de febrero de 2024
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Poeta
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Que extraño es cuando una persona vive su vida, sin saber de la existencia de ese ser que en un instante entra por todos sus sentidos enamorándose completamente y ahora no deja de pensar en el ser que le da alegría a su vida solo con recordarla, extrañando cada segundo que pasa sin poder oler su perfume o ver sus ojos, como puede ser que extrañes tanto a alguien a quien no conocías, y dicen que el amor no existe solo debería ver a ese par extrañándose tanto.
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Poeta
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